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Elixabete Etxanobe Landajuela (Otxandio, 1978) se ha convertido la tarde de este miércoles en la primera diputada general de la historia en Bizkaia. Es la sexta persona que ostentará el cargo desde la restauración de la democracia, y su llegada marca el inicio de una ... nueva etapa en el Gobierno foral. No solo por el hecho de que una mujer haya roto por fin un techo de cristal que se ha mantenido impoluto durante siglos, también porque quedan atras los ocho años de mandato de Unai Rementeria. Aunque su impronta va a seguir ahí: la propia Etxanobe ha reconocido que su etapa, al menos el comienzo, estará marcada por el continuismo. Tanto en la ejecución de proyectos como en la forma de hacer las cosas. «Y eso no es malo», ha defendido.
La nueva señora de Bizkaia va a mantener incluso el tono de su antecesor: muy centrado en la gestión y con perfil político bajo. Hoy ha dedicado sus sucesivas intervenciones -cinco en total- a desgranar un programa que se marca la creación de empleo «estable y de calidad» como «el gran objetivo» y que sitúa a las personas «en el centro de todo». La mayoría de actuaciones inmediatas son heredadas -la ejecución del subfluvial de Lamiako, la Línea 5, el «desarrollo» del Guggenheim de Urdaibai, la implantación del nuevo modelo de cuidados...- así que el 'toque Etxanobe' tendrá que verse en otros asuntos.
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Quizá se note en su predisposición al diálogo con la oposición, a la que ha tendido la mano en reiteradas ocasiones pese a que va a gobernar con mayoría absoluta, para «encontrar una solución a cada problema». O quizá en su advertencia de que todo su equipo debe mantener un comportamiento «ejemplar» de puertas para adentro y para afuera. O en que ha tirado de humildad para advertir de que puede cometer errores antes de que los haya cometido. «Reclamo el derecho a equivocarnos, a asumir que no siempre tomaremos la decisión más acertada».
Su solemne juramento frente al árbol de Gernika, en el que ha contenido las lágrimas de milagro, ha puesto el broche a un maratoniano pleno de investidura. Pese a que el final se conocía de antemano, los parlamentos y deliberaciones en la Casa de Juntas se han prolongado durante nueve horas, incluidas casi tres de parón para comer. Etxanobe ha resultado elegida en la primera votación por mayoría absoluta gracias a los 23 apoyos de su partido, el PNV, y el de los 8 representantes del PSE, que volverá a ejercer como socio minoritario del Ejecutivo foral por tercer mandato consecutivo. Su pacto anoche, 'in extremis', ha permitido dar a conocer hoy también a los integrantes del nuevo Gobierno foral. Un equipo que va a rejuvenecerse y en el que aparece la nueva figura de los tenientes de diputados. Habrá dos.
La nueva diputada general celebrará el viernes su primer Consejo de Gobierno tras la toma de posesión de un plantel en el que, como el mandato anterior, habrá siete carteras en manos de representantes del PNV y dos serán gestionadas por socialistas. El PSE reclamaba otro asiento en el equipo, ese ha sido uno de los grandes caballos de batalla en unas negociaciones que se han alargado durante más de tres semanas, aunque ha acabado aceptando quedarse con la representación que ya tenía ampliando sus áreas de gestión y el presupuesto que gestionarán.
Entre las grandes prioridades para el mandato Etxanobe también se ha marcado la de mantener a Bizkaia como «la locomotora económica de Euskadi», y la revisión de la fiscalidad. Este último es un compromiso anunciado meses atrás por PNV y PSE al más alto nivel que implica a las tres diputaciones, así que la diputada general ha venido a dejar un par de pistas de por dónde irán las cosas. Ha puesto en valor la capacidad tributaria como «la herramienta más valiosa» y ha apostado por «recaudar más, redistribuir la riqueza para reducir las desigualdades sociales y generar más actividad económica». La atracción de emprendedores es otra gran meta. «Pero competir (con otros territorios) rebajando impuestos sería un gran error», ha asegurado.
El otro aspirante a hacerce con la makila era Iker Casanova (EH Bildu), que ha logrado 14 apoyos de su formación ante la ausencia de uno de los junteros. Casanova era consciente de que los números no daban, pero ha cumplido el objetivo con el que llegaba a la sesión: confrontar con la diputada general desde el primer día y exhibir un modelo de país «diferente» porque «el que hay no da la talla». Es simplemente el primer episodio de una pugna que va a alargarse durante toda la legislatura.
Etxanobe llegó a la política de la mano de su mentor el vicelehenkari Josu Erkoreka, presente hoy en Gernika. Ocupó puestos de segundo nivel en el Ejecutivo autonómico antes de llegar hace dos años a la Diputación para ocupar la cartera de Relaciones Institucionales. Los últimos meses ya ejercía de facto como diputada general, pero ahora llega el reto de verdad. La dirigente vizcaína ha asegurado que «toma nota» de la perdida de votos que registró el PNV en las urnas el pasado 28-M, y ha dejado un único guiño feminista. «Tenemos una deuda con las mujeres, quiero que la desigualdad solo se historia para nuestras hijas. Un techo de cristal más alto que el que acaba de romper.
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