El Ayuntamiento de Bilbao tiene un contrato blindado con una tarifa fija. ainhoa gorriz

La elevada factura de la luz condiciona la inversión de los municipios vizcaínos

La Diputación aconseja a a los ayuntamientos que reserven hasta un 40% más que en 2021 para soportar la escalada de precios

Jueves, 14 de abril 2022, 01:23

La factura eléctrica de marzo fue la más cara de la historia. Y como las familias, los ayuntamientos deben apechugar con espectaculares subidas de los recibos que pueden llegar a duplicar lo que abonaron en 2021 por el mismo concepto. La incertidumbre es total y ... los consistorios deben preveer incrementos exponenciales de la partida en sus presupuestos, modificar las cuentas o echar mano de remanentes o de ingresos extraordinarios forales para financiar estos gastos corrientes en detrimento de la partida de inversiones. Es decir, dejar de gastar en otras cosas para pagar la luz, aunque el agujero que ésto está causando en las arcas se está viendo compensado por el récord de recaudación del 2021.

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Los ayuntamientos más afectados están siendo aquellos que carecen de una tarifa de suministro fija, aunque los que disponen de contratos cerrados también temen espectaculares subidas a la hora de renegociarlos. Se da por hecho que si no incrementan sustancialmente el importe de las licitaciones, los concursos quedarán desiertos por falta de interés, como ha ocurrido en Vitoria.

Sobrecoste

«Habíamos calculado una subida de entre el 20% y el 40%, pero podría ser mayor», dice un alcalde

La Diputación creó en 2016 una central de compras para la institución, las sociedades forales y los ayuntamientos que quisieran adherirse para lograr mejores precios por el gas, gasóleo y material de oficina o seguros por volumen de contratación. En 2019 formalizó el acuerdo con Iberdrola para el suministro de energía eléctrica a la institución foral, sus sociedades y las carreteras por 7,3 millones al año. Además, 70 entidades, entre ayuntamientos u organismos municipales como conservatorios y residencias, se han adscrito y pagan un máximo de 13 millones al año en total. El contrato está prorrogado y la central de compras lo licitará de nuevo en septiembre. La Diputación cree que en la actual situación podría dispararse un 60%, pero espera que el precio se rebaje durante el concurso. Aun así, por parte de la administración foral se ha recomendando a algunos ayuntamientos, como Derio, que presupuesten partidas superiores en un 40% a las del año pasado para afrontar el sobrecoste. «Ya habíamos calculado una subida de entre el 20 y el 40%, pero puede ser mayor», asegura el alcalde de Balmaseda, Aitor Larrinaga, de la Candidatura Local Independiente. «Si la cosa sigue así, habrá que tomar medidas de ahorro o destinar una parte del remanente municipal para sufragar el gasto corriente en lugar de inversiones. Aunque hasta final de año no vamos a poder conocer el verdadero impacto de la subida, ésta ya ha sido del 14% en luz respecto a lo que se pagaba en 2019 y del 40% en el gas», relata. Otras administraciones, sin formar parte de la central de compras foral, blindaron sus contratos con tarifas fijas. Por ejemplo Bilbao, que gasta prácticamente lo mismo en iluminar calles y edificios que en 2020. Pero la mayoría temen que llegue el momento de la revisión porque será difícil acordar los mismos precios.

Materias primas

Entre los munícipes también preocupa el hecho de que las obras se encarezcan otro 20%

Un 25% más en Barakaldo

Muskiz renovó en julio el lote de suministro energético, que incluye luz y gas, y la subida alcanzó ya entonces un 4,5%. Ahora esperan que la que deberán afrontar este verano sea mayor, aunque el Consistorio ha consignado 750.000 euros este año para sustituir por leds las 1.200 farolas que quedan por cambiar de las 2.300 existentes. La cuarta parte de ese importe procede de remanentes municipales, explica el edil de Medio Ambiente, Javier García, que recuerda que este tipo de bombillas reducen en un 50% el coste de iluminar las calles. Solo supone una cuarta parte de la factura eléctrica gracias a estos dispositivos en municipios como Balmaseda. Otros también están comprobando que las inversiones «verdes» que realizaron en su día están siendo más rentables que nunca. Pese a ello, la segunda localidad de Bizkaia, Barakaldo, dedicará parte del remanente del año pasado a sufragar el «facturón» eléctrico. «Tocaba renovar y se ha logrado que la subida, que iba a ser del 50%, se quede en un 25%, lo que supone 700.000 euros más de coste este año», explicaron desde el Gabinete de Amaia del Campo (PNV).

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Aun así, los pueblos más perjudicados están siendo aquellos con tarifa variable. Carranza, el más extenso de Bizkaia, tiene un sin fin de vías y espacios que requieren de iluminación. Su alcalde, el independiente Raúl Palacio, explica que el año pasado apostaron por comprar energía con una tarifa variable. «Eso nos ha perjudicado más, y ha coincidido con el 'boom' en el precio de la energía. Hasta 2021 pagábamos 13.000 euros al mes y ahora el doble. El precio de la luz nos puede hacer un estropicio importante. La afección real será verá a final de año».

Ermua también está adscrita a la central de compras de la Diputación. La electricidad del alumbrado y de los equipamientos, salvo el polideportivo, supone 317.000 euros al año, casi el 2% del presupuesto municipal. El alcalde, el socialista Juan Carlos Abascal, explica que lo más preocupante «es que los ayuntamientos vamos a tener que afrontar incrementos de hasta el 20% en cualquier inversión por la subida del coste de las materias primas».

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la luz, según la ocu

  • Agosto de 2020. La factura media era entonces de 56,57 euros, según la OCU. El precio del kWh para un consumo medio fue de 0,095793 euros.

  • Agosto de 2021. La factura mensual llega a los 78,30 euros. 0,179829 es el precio del kWh.

  • Marzo de 2022. Factura de 143,03 euros, la más cara de la historia. El coste medio del kWh es de 0,399834 euros.

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