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Mañana arranca el periodo de prematriculación para el curso que viene. Deberán completar el proceso aquellas familias que quieran escolarizar a sus hijos en el aula de 2 años; quienes acceden por primera vez al sistema escolar, independientemente del curso; y quienes pretenden cambiar de ... centro escolar o modelo lingüístico -salvo en Bachillerato, que maneja otros plazos-.
El Departamento de Educación del Gobierno vasco ha introducido relevantes cambios en el proceso con el objetivo último de poner coto, de manera progresiva, a la desigualdad, en virtud del pacto educativo alcanzado por el 90% del Parlamento vasco el pasado 7 de abril. El acuerdo sirve de guía para la futura ley vasca de Educación, que todavía no ha sido remitida a la Cámara para su tramitación. El principal de esos cambios, y que ha generado más inquietud entre los centros educativos, es el índice de vulnerabilidad.
15% El dato
Es el porcentaje de alumnos vulnerables que existe en Euskadi, según estimaciones del Departamento
Se trata de un indicador que mide el grado de vulnerabilidad socioeconómica y de necesidades educativas especiales del alumnado de una zona. Se ha calculado con cuatro variables: los estudiantes extranjeros, las necesidades específicas de apoyo educativo, los escolares becados y el nivel socioeconómico más bajo. Ese índice establecerá, en última instancia, cuántas plazas deben reservar los colegios para este tipo de alumnos. El objetivo es repartirlos entre todos los centros de una misma área de influencia. Educación estima que el 15% de los estudiantes vascos se encuentra en situación de vulnerabilidad.
Todos los colegios que reciben financiación pública -esto es, los públicos y los concertados- han recibido dos porcentajes. Uno indica el índice de vulnerabilidad del área en el que se hallan enclavados, y son los números que se observan en la infografía que acompaña la información. El segundo es particular: cada centro tiene un porcentaje de alumnos en esta situación. La idea es que cada colegio vaya incorporando -o reduciendo, en su caso- estudiantes vulnerables hasta que éstos queden repartidos de forma homogénea en cada área de influencia. El índice de cada sector indica el número de plazas que cada centro deberá reservar para este alumnado sensible. Si la diferencia entre el índice del área y el del centro es de más del 10%, la adaptación será progresiva a lo largo de los próximos tres cursos.
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Iñigo Fernández de Lucio
Este periódico ha tenido acceso a la primera estimación del Departamento. Se tratan de porcentajes provisionales. Una vez que finalice el período de prematrícula, los números se ajustarán y ofrecerán una radiografía exacta del mapa escolar. No obstante, se prevé que las cifras finales sean muy parecidas a las actuales.
Los porcentajes son una fotografía fija. Indican qué proporción de escolares en cada zona está catalogada como «vulnerable». El mapa arroja grandes desigualdades entre zonas y municipios. En Bilbao, el área que más alumnos de este tipo tiene es Amezola-Irala-Rekalde. El 41,53% de sus escolares son vulnerables. En el otro extremo se sitúa Abando-Indautxu-Basurto: 11,61%.
En el conjunto de Bizkaia, hay notables diferencias entre localidades. Getxo tiene un índice de vulnerabilidad del 11,17%; Barakaldo, del 20,13%. Hay otros que llaman la atención. Plentzia-Barrika cuenta con un 28,57%, mucho más que, por ejemplo, Sestao (25,15%). Más curiosidades: Arcentales tiene el índice más elevado de todo el territorio: 66,67%. Otros con tasas elevadas son Trucíos (50%) o Zaldibar (43,48%). Fuentes del Departamento explican que se tratan de localidades con escasas plazas escolares; por tanto, con que haya unos pocos alumnos catalogados como vulnerables, el índice se dispara.
Llama la atención el caso de Loiu, donde se concentran algunos de los principales centros concertados. Su índice es de apenas el 2,36%. Las fuentes consultadas indican que la cifra puede aumentar tras la prematrícula. La orden que regula el proceso de admisión dice que la tasa de los centros cuyo alumnado de Infantil y Primaria proceda «en más de un 80%» de fuera de su área de influencia se calculará en base a una media entre los índices de las zonas de las que proceden sus estudiantes.
La iniciativa de Educación, en cualquier caso, no podrá eliminar las desigualdades entre zonas y localidades, ya que «escapa a nuestras manos», señalan fuentes del Departamento. Solo puede aspirar a que éstas se vayan limando dentro de cada área de influencia.
Otra novedad importante es la ampliación de las áreas. Todos los municipios salvo Bilbao, San Sebastián y Vitoria han sido reorganizados en una sola área de influencia (Barakaldo o Sestao, entre otros, contaban con dos hasta ahora). La idea es que todas las zonas cuenten al menos con un centro público. Algunos agentes educativos, no obstante, consideran que esto no hace más que beneficiar a la concertada, ya que esos centros cuentan ahora con un área más amplia para atraer alumnado.
Los equipos directivos de varios centros consultados muestran, no obstante, sus dudas por el proceso. Por ejemplo, ¿garantizará el Departamento que las plazas reservadas para vulnerables se llenan?
Los estudiantes extranjeros pasaron de representar el 5,6% del total de alumnos de los centros escolares de Euskadi en el curso 2007-2008 a ser el 9% en el curso 2020-2021. En cifras totales, pasaron de 18.153 a 34.861. Son datos extraídos del estudio 'Informe sobre la Integración de los Estudiantes Extranjeros en el Sistema Educativo Español', elaborado por el Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia, dependiente del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones.
El documento revela, en línea con los informes del Consejo Escolar de Euskadi, que la red pública acoge a un poco más del doble de inmigrantes que la concertada. En concreto, 24.232 frente a 10.629. La mayoría proviene de América Central y del Sur (12.503), seguido de África (11.489), Asia (3.520) y Europa (1.196). El resto, de América del Norte, Oceanía o no está definido el país de procedencia.
Gran parte de este colectivo es vulnerable, lo que conlleva un mayor riesgo de segregación. El informe del Ministerio revela una brecha abismal entre los alumnos de esta categoría cuyos padres también son extranjeros respecto a los nativos. Según datos del informe PISA de 2018, la diferencia es de 52 puntos en competencia matemática, 44 en comprensión lectora y 41 en competencia científica. La distancia se agrava si la lengua de casa no es el español. Las brechas se elevan hasta los 55, 55 y 53 puntos, respectivamente.
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