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Una discrepancia entre dos departamentos del Gobierno vasco ha paralizado el inicio de la excavación de los túneles de la futura Línea 5 del metro, la que unirá en el futuro Etxebarri con el hospital de Usansolo, atravesando el corazón de Galdakao. Euskal Trenbide Sarea ( ... ETS), la sociedad pública que se encarga de construir las infraestructuras ferroviarias en Euskadi, carece ahora mismo del permiso necesario para empezar a horadar las galerías, lo que supone un nuevo contratiempo para esta compleja obra. Los trabajos han quedado este mes totalmente detenidos en uno de sus tres tramos, según ha podido saber ELCORREO. Una inactividad que amenaza con extenderse pronto a los otros dos tajos si no se soluciona el impedimento burocrático que está lastrando el proyecto.
La excavación, que es la parte más importante y delicada del plan, tenía que haber comenzado hace ya varios meses. En concreto, los planes iniciales preveían que arrancaran durante la pasada primavera. Hay que recordar que las empresas adjudicatarias desembarcaron sobre el terreno hace justo un año. Pese a ello, todavía no han perforado un solo metro de las galerías, que se atacarán desde varios frentes. La Línea 5 tendrá un recorrido de 6,6 kilómetros, discurriendo la práctica totalidad del trazado de forma soterrada.
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A principios de este octubre, todo estaba preparado para meter las máquinas tuneladoras en el tajo de Usansolo. Se había cimentado una ladera para evitar derrumbes y se había delimitado también el emboquille. Estas mismas labores de preparación se estaban ultimando en Galdakao y Sarratu. Pero una resolución del área de Minas de la consejería de Industria dejaba en suspenso la perforación. ¿El motivo? Apuntan fuentes oficiales que la dirección en Bizkaia de este subárea –se encarga de supervisar la seguridad de cualquier trabajo subterráneo en el territorio– apreciaba un impedimento para dar su visto bueno: la persona encargada de la dirección facultativa de los trabajos no estaba en nómina de ETS, promotor de la Línea 5, sino que pertenecía a la subcontrata que se encargará de ejecutar el tajo sobre el terreno.
A juicio de la técnica encargada de firmar los permisos, esta circunstancia le impide poner su rúbrica al documento, atendiendo al Reglamento General de Normas Básicas de Seguridad Minera. En el apartado 3.5 del anexo de una orden que data de 1988 se apunta textualmente:«Cuando se efectúen trabajos por un contratista ajeno a la plantilla de la explotación, el contrato suscrito entre ambas partes deberá concretar si se designa un nuevo director facultativo para estos trabajos contratados o, por el contrario, quedan bajo la autoridad del director facultativo. En este segundo caso el contratista designará la persona adecuada, bajo la dependencia del director facultativo de la mina (o excavación), dirigirá los trabajos y se comprometerá al cumplimiento de todas las disposiciones legales de seguridad».
Esa 'dependencia' es interpretada por Minas de una manera estricta, entendiendo que el profesional que dirigirá la perforación tiene que tener una relación contractual con el organismo público ETSy no con las empresas privadas que han resultado adjudicatarias de las obras. La decisión de este departamento del Ejecutivo autonómico ha causado sorpresa tanto en las mercantiles que ejecutan el proyecto como en la sociedad pública que lleva décadas construyendo líneas del suburbano. «Siempre se ha hecho como se pretendía llevar a cabo ahora, sin que hayamos tenido ni una sola objeción», apuntan las fuentes consultadas. «Y mira que hemos hecho líneas de metro y túneles en Bizkaia, por no olvidar que se está trabajando ahora mismo con idéntico esquema en Gipuzkoa, sin ninguna cortapisa», añaden.
Lo cierto es que ni ETS ni Minas quieren dar su brazo a torcer. Para la sociedad pública podría suponer un problema tener una relación laboral directa con una persona ajena a la casa, ya que podría reclamar en el futuro su entrada en plantilla. Tampoco se plantean, al menos por ahora, colocar a uno de sus técnicos al frente de esta labor. En el otro lado, todo apunta a que, en breve, se va a producir un cambio en el equipo directivo de Minas. Por alguno de esos cauces debería llegar la solución a este nudo gordiano.
¿Se retrasará el proyecto por este contratiempo? Fuentes de ETSaseguran que en una obra tan dilatada en el tiempo (cuatro años)pueden pasar multitud de imprevistos. Sostienen que es algo habitual con lo que lidian los ingenieros. «Evidentemente lo que está sucediendo es un contratiempo que no ayuda», añaden. Se trata de un nuevo percance en una obra que ya se ha encarecido en 8,5 millones de euros y que ha acumuló también demoras de varios meses en su proceso de licitación.
Si no se puede excavar, ¿en qué están trabajando las contratas ahora mismo? El tramo 3 desde Usansolo está paralizado. A finales de la semana pasada había solo dos operarios en la zona de obras preparando un encofrado. No había maquinaria ni tuneladoras. Tampoco estaban los vecinos de Usansolo, que hasta hace bien poco mantenían siempre un retén de guardia para protestar (reclaman la construcción de una estación en el centro de la localidad)y entorpecer el paso de camiones. Sí hay actividad en el tramo 1 y 2. En Aperribai, por ejemplo, se están preparando los micropilotes para la futura estación, que estará a cielo abierto. Y, en la calle Larrazabal, en Basauri, se está dando forma a un nuevo puente. Todo ello a la espera de poder empezar a perforar.
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