Las discotecas de Bilbao comienzan a utilizar detectores de metales

La primera gran prueba puede ser la de esta noche, la de Carnaval. La discoteca celebra una fiesta 'remember' dirigida a un público más adulto que el que suele acudir al local el jueves o el viernes. El dueño de la sala, Luis Ángel Rodríguez, explica que se trata de una herramienta con un coste de 300 euros, pero destaca su valor preventivo y disuasorio. «Si saben que utilizamos el detector, es dificíl que se arriesguen a llevar nada», relata. Él decidió adquirirlo cuando responsables del Gobierno vasco adelantaron la intención de pedir a los locales de ocio nocturno que instalaran estos dispositivos. «Decidimos tomar la iniciativa para evitar problemas y porque también nos preocupa la seguridad de nuestros clientes», apunta.

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Otros locales también están valorando su instalación, a la espera de que las instituciones públicas dicten algún tipo de instrucción en este sentido. En algunos casos, su sensibilidad es tal que pueden pitar cuando se portan llaves o incluso por el botón de los vaqueros, lo que complica la labor del personal de seguridad y la posibilidad de formar cuellos de botella en la entrada. También les preocupa la inseguridad jurídica que puede entrañar el empleo de un dispositivo de este tipo.

El debate sobre la idoneidad de este tipo de artilugios en las discotecas lleva tiempo sobre la mesa en diversas comunidades. Algunos de los locales de ocio más conocidos de Marbella usan detectores de metales desde hace ya varios años. No son los únicos. En Madrid la medida cobró fuerza el año pasado tras un fin de semana en el que se produjeron numerosos incidentes, muchos de ellos cometidos por miembros de bandas juveniles. El Círculo de Empresarios del Ocio Nocturno y Espectáculo reclamó la puesta en marcha de una medida que calificaron de «fundamental» para prevenir la inseguridad.

El Gobierno vasco ya expresó su preocupación a principios de año por la proliferación de armas blancas y la Ertzaintza y las policías locales han intensificado los controles y cacheos. En 2022 se produjeron prácticamente dos delitos al día en Euskadi con navajas, cuchillos y objetos punzantes. El Ejecutivo autonómico alertó sobre esta situación poco después del asesinato del joven Lukas Agirre la madrugada del día de Navidad en el exterior de una discoteca de San Sebastián. En Bilbao, los datos también son preocupantes. Según la estadística oficial, se dan dos incidentes con armas cada día en la capital vizcaína, 805 en 2022, frente a los 577 del año anterior. Además, en ese mismo año se impusieron 244 denuncias por portar armas blancas, frente a las 129 de 2019.