Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ochenta asaltos a estancos, bares, restaurantes, trasteros y gasolineras de toda Bizkaia y provincias limítrofes, 35 sustracciones de vehículos y 114 detenciones por una larga lista de delitos que engloba robos con fuerza, atracos, ataques contra la seguridad vial, atentado a la autoridad y violencia ... de género. El expediente en manos de la Ertzaintza causa asombro por sí mismo, pero todavía más el hecho de que sus protagonistas, la 'banda del Kay', hayan sido puestos en libertad apenas dos meses después de haber sido imputados. El por qué es una pregunta que no ha dejado de circular estos días entre los ciudadanos, sobre todo después de saberse que el grupo ha vuelto a delinquir y se encuentra en plena búsqueda y captura.
Para César Charro, presidente del Observatorio Vasco de Seguridad y Licenciado en Derecho, la interrogante tiene una simple explicación desde el punto de vista jurídico. «La jueza ha realizado una interpretación laxa de la ley al considerar que no había riesgo de fuga por existir arraigo en Bilbao, al estar los imputados casados y tener hijos». Sin embargo, según señala, «sorprende» esta decisión ya que «la ley permite prisión preventiva -como pedía el fiscal- cuando hay reincidencia y peligro de seguridad».
Ambas circunstancias, sostiene Charro, están perfectamente probadas. Por un lado, por el alto número de delitos que han ido acumulando en los veinte años que lleva operativa la banda. Y, por otro, debido a que «suponen un peligro para la seguridad vial» ya que se han registrado «varios intentos de atropello». «En cualquier momento puede resultar muerto un ertzaina, un transeúnte o los propios atracadores», subraya, alarmado porque además de la situación de «inseguridad» que se genera «hay una sensación de impunidad que anima a los 'Kay' a seguir delinquiendo».
Como experto en seguridad, Charro alerta de que «no cortar de raíz esta situación puede dar lugar a un auténtico cartel». En ese sentido, sostiene que «el 'modus operandi' del grupo está variando para hacerse más violento cada vez» y ejemplifica que la banda ya se ha unido a los 'Santacoloma', uno de los clanes más activos de Bizkaia. «Los 'Kay' deben estar en la cárcel porque acabarán creando una organización criminal». Al respecto cita precedentes en Madrid de organizaciones de aluniceros que se han ido radicalizando y «han acabado a tiros por las calles por asuntos de drogas y pagos no realizados». «Esto puede pasar aquí también como no se les ponga cota», asegura.
César charro
Junto con el peligro que la situación entraña pervive también un extendido malestar entre el colectivo que se dedica a velar por la seguridad. «Estamos escandalizados. Te juegas la vida buscándoles y al rato están libres», lamenta Charro, quien recuerda que los 'Kay' «empezaron desde muy pequeñitos a delinquir». Recuerda como anécdota que en una de las detenciones la Ertzaintza creía que iba el coche sin conductor porque quien lo conducía era un niño de doce años. «Aunque ahora se ha unido a la banda algún argelino, rumano o sudamericano, los 'Kay' son vascos que han crecido en barrios de Otxarkoaga, Encartaciones y San Francisco».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.