
Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
EL CORREO ha tenido acceso al vídeo del atraco que la 'banda del Kay' perpetró en Durango la madrugada de este lunes. En las imágenes se puede ver a los ladrones hacerse con la caja registradora y las tolvas de la máquina tragaperras sin importarles el ruido de la alarma del establecimiento. Los hechos ocurrieron pasada la una de la noche. Dos horas después, los cuatro delincuentes asaltaron otro establecimiento hostelero en Portugalete. Fue allí cuando comenzó una vertiginosa persecución por parte de patrullas de la Ertzaintza que les llevó hasta Zeberio, donde el operativo de búsqueda de tres de los fugados permaneció activo durante día y medio.
La inquietud se apodera del valle
Han pasado más de 48 horas desde que se detuvo a uno de los cuatro fugados de la 'banda del Kay', una de las más activas de España, y la búsqueda continúa. La Ertzaintza ha levantado el cerco en torno a Zeberio, que el lunes fue rastreado por tierra y aire con un helicóptero, la Unidad Canina, agentes de la Brigada Móvil y de las Patrullas de Respuesta Inmediata (PRI), además de agentes de comisaría. Las investigaciones se han ampliado para intentar averiguar qué camino tomaron, si permanecen en la zona o si han logrado escapar.
El Servicio de Investigación Criminal Territorial de Bizkaia (SICTB) ha conseguido identificar ya a los tres fugados, gracias al reconocimiento realizado por los agentes que les persiguieron y se enfrentaron con ellos esa noche. Se trata de dos de los hermanos Santacoloma, un conocido clan, y un tercer individuo, también delincuente habitual. El cuarto miembro del grupo, K.K., de 48 años y origen argelino, fue detenido sobre las nueve y media de la mañana del lunes, junto a una caseta. En cuanto al hombre cuyo apodo da nombre a la banda, 'Kay', no está implicado en estos robos.
La inquietud se apoderó el lunes de los vecinos de Zeberio y alrededores, algunos de los cuales no ocultaban su miedo ante el hecho de que individuos armados merodearan junto a sus casas. «Hemos pasado la noche en vela y con la escopeta cargada», reconocía uno de ellos ante los periodistas. Acostumbrados a la tranquilidad que se respira en sus bosques y laderas, los residentes suelen dejar las puertas de sus casas abiertas. Los coches aparcados junto a los caseríos tenían las llaves puestas y los ertzainas las fueron retirando de forma preventiva para evitar dar facilidades a los prófugos.
Varios testigos vieron todavía de madrugada a varios jóvenes con guantes huir por el cauce del río, aguas abajo de la sierra de Astondoa. Desde entonces, su rastro se perdió. Nadie ha vuelto a verlos. O tienen algún contacto en la zona que les ha facilitado un escondite o ya no se encuentran allí.
La persecución no se produjo al azar. Los patrulleros de las comisarías de la Ertzaintza, que están en la calle las 24 horas todos los días del año, conocen el 'modus operandi' de este grupo delincuencial, contra el que llevan años luchando. En los últimos tiempos se han especializado en el robo de locales de hostelería y estancos. Saben que eligen las noches más tranquilas para robar, los domingos o días entre semana, cuando hay poco tráfico. Nunca actúan los sábados, cuando los bares están llenos y abiertos hasta tarde y la gente se mueve por la calle. Habían dado algún otro golpe durante la semana anterior y sabían que podían estar utilizando un monovolumen 'Volkswagen Touran' rojo robado en mayo en Barakaldo. Tras los robos en Durango y Portugalete les estaban esperando. Siempre huyen por la autopista, hacia Cantabria o hacia Bizkaia. Esta vez escogieron esta segunda ruta.
Los delincuentes pusieron el vehículo a más de 200 por hora y los policías no podían perderles de vista. A esas velocidades, cualquier fallo puede resultar mortal, más cuando les arrojan mazas, cizallas, un cajón de una registradora y hasta los reposacabezas del coche abriendo la puerta trasera. Apagaban y encendían las luces y embistieron la barrera del peaje de Arrigorriaga. Tomaron la rotonda de Miraballes en sentido contrario y los ertzainas lograron ponerse a pocos metros. Como no conocían la zona, terminaron estampándose contra una zona de campa, a punto de volcar en un talud.
Sólo una patrulla de la comisaría de Sestao logró alcanzarles con un 'Seat León' de los nuevos en el barrio Albizu. Los agentes gritaron «¡al suelo!» en medio de la oscuridad y vieron que tenían objetos metálicos en las manos con ademán de hacerles frente, por lo que para salvar su integridad dispararon. Fue entonces cuando los cuatro delincuentes se adentraron en el monte.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Rescatados ilesos dos montañeros tras pasar la noche a la intemperie en Gredos
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.