Las acciones para mitigar el dolor de los afectados por la pederastia clerical, y para que no se olvide su padecimiento, no terminarán con el acto oracional que acogerá el viernes la Catedral de Santiago. El Obispado aprovechará ese evento, una ceremonia para ... pedir perdón de forma pública y ante Dios, para presentar «dos signos representativos» con los que pretende mantener vivo el reconocimiento a las víctimas. Serán una placa, que se colocará «próximamente» en el claustro de este templo, y un olivo, que se plantará en el Bosque de la Concordia de Derio, en terrenos del Edificio Seminario.
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La placa recogerá la inscripción «en memoria de todas las personas víctimas de abusos en nuestra Iglesia», que de momento, según los propios informes de la Comisión para la Prevención de la Diócesis de Bilbao, ascienden a más de medio centenar en Bizkaia. El árbol, según recoge una nota hecha pública por la institución, está también «cargado de simbolismo en la Biblia», donde los olivos representan un símbolo de paz y reconciliación entre Dios y los hombres.
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Alba Cárcamo
El Obispado ha lanzado además una invitación, tanto a las víctimas como a la feligresía, a acudir al encuentro del viernes, que comenzará a las seis de la tarde y que es prácticamente inédito a nivel estatal. En ninguna otra ciudad el prelado había convocado un acto solemne de estas características, en el principal templo de la comunidad religiosa a la que dirige, para pedir. Será, pese al calado de la iniciativa, algo «sencillo y sentido».
Los afectados que quieran participar –han invitado a todos aquellos con quienes ha tenido relación la comisión 'antiabusos'– podrán hacerlo colocando unas velas en el altar «mientras se escuchan algunos de sus testimonios». Es difícil saber cuántas víctimas se acercarán al encuentro, puesto que algunas se alejaron de la fe tras vivir los abusos y no quieren participar.
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En cualquier caso, el obispo, Joseba Segura, en su homilía «seguirá ofreciendo el acompañamiento» que necesiten todos aquellos que hayan padecido estos episodios, como han reiterado en varias ocasiones desde la oficina de atención y apoyo a las víctimas.
El prelado presidirá la ceremonia, que será concelebrada por un presbítero que sufrió abusos en su infancia. La imagen nada tendrá que ver con la de otras citas especiales en las que acompañan al obispo numerosos sacerdotes. En este caso, lo que se busca es dar protagonismo a las víctimas. En el momento oracional, Segura, además de «reconocer» públicamente los abusos, algo que la Diócesis lleva haciendo ya años en otro tipo de escenarios, «pedirá perdón».
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El evento, que podrá seguirse en directo en la página web Bizkeliza y en el canal diocesano de YouTube, estará acompañado por la música del Cuarteto Amani y el organista de la catedral, Gorka Iglesias, con una selección de piezas para la ocasión. La intención es que este acto sea un paso más en la reparación a las víctimas, que en algunos casos llevaban un tiempo exigiendo un encuentro de estas características.
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