Contenedores en el Puerto de Bilbao. Luis Ángel Gómez

Móviles, ginebra... estos son los productos que escasean en Bizkaia por la crisis de los suministros

El 'gran atasco' castiga a varios sectores con falta de stocks, retrasos en las entregas y subidas de precios en algunos productos

Domingo, 14 de noviembre 2021, 01:30

A veces interpretamos las cuestiones globales como algo ajeno a nosotros, igual que si estuviésemos fuera de este mundo, pero la actual crisis de suministros está demostrando de qué manera lo general y lo lejano se acaban reflejando en lo particular y lo cercano. Llevamos ... meses oyendo hablar de atascos en puertos chinos, de falta de microchips, de encarecimiento de los contenedores para el transporte marítimo, de carestía de materias primas, de conceptos económicos y geopolíticos que ahora se traducen en ese comerciante apurado que, delante de nosotros, menea la cabeza para contagiarnos su desánimo: el producto que acabamos de pedirle no está en las estanterías y, aunque se le espera, no se sabe bien cuándo aparecerá por fin.

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Ocurre en niveles muy diversos del mercado. Este pasado martes, en un céntrico comercio bilbaíno, solo les quedaba un iPhone 13. No un modelo, sino una sola unidad, de color azul, algo así como el último jugador que queda por elegir para un equipo. ¿Y el resto de la gama? «Hay lista de espera, pero lo mismo pueden estar en quince días que para enero o febrero», se disculpaba un encargado. En un entorno radicalmente distinto, los bares menos previsores se han quedado sin marcas como la ginebra Seagram's, ya que los mayoristas se están topando con tremendas dificultades para renovar las existencias. El atasco pospandémico (con una demanda de bienes muy fuerte que la oferta, aún a medio gas, no pudo asumir) se ha combinado con factores de lo más diversos para dar lugar a incontables anomalías. Y esto sucede en una época delicada, con el Black Friday a un paso y las navidades a dos. «Como esto siga así en diciembre, mejor pongo un puesto de castañas», se queja un comerciante de Abando. Representantes vizcaínos de diversos sectores ejercen aquí de portavoces de un sentimiento general y explican cómo están viviendo estos días de inestabilidad.

Electrónica

«Nos han llamado hasta de Andalucía»

No son los únicos productos que escasean, ni tampoco se los puede considerar precisamente de primera necesidad, pero el iPhone 13 y la Playstation 5 se han convertido en emblemas de esta situación. Apple, que a principios de año ya anunció restricciones en el suministro, se ha resignado a retrasar la producción de millones de unidades por falta de componentes para sus circuitos. «El iPhone 13 va llegando a cuentagotas. La gente va reservándolo por todas partes: el otro día hasta nos llamaron de Andalucía para ver si teníamos alguno. Pero no, como mucho puede quedarnos alguna unidad suelta. Ahora la gente viene ya con sus preferencias en una lista: lo quiero negro, y si no azul, y si llega antes el plateado a lo mejor me lo quedo. Algunos tienen suerte y lo consiguen en una semana, a otros les tarda un mes: no se sabe», explica Paula Ruiz-Cuevas, de Txesmika. Con la Play 5, una usuaria ironizaba hace unos días diciendo que había logrado entrar en «la lista de espera para la lista de espera», porque los comercios van abriendo sucesivas tandas de pedidos que se completan volando. «Las restringimos a una unidad para evitar la especulación -comenta el portavoz de una cadena-. Todo funciona bajo pedido, no la encontrarás en ningún sitio».

Coches

«Hay gente que se lleva el de exposición»

La pandemia, con sus restricciones a la movilidad, tuvo un efecto demoledor sobre el sector del automóvil, pero las cosas no han mejorado en este periodo de paulatina recuperación de la libertad. En octubre, las matriculaciones de turismos en Euskadi han caído un 30% con respecto al mismo mes del año pasado; en septiembre, fue un 36%; en agosto, un 53%. La falta de microchips sofoca la capacidad de producción y tiene a los concesionarios prácticamente sin stock.

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«Es un problema que empezó allá por mayo o junio. Pensábamos que iba a ser temporal, pero se está convirtiendo en una pesadilla», resume Francisco Canibe, de Peugeot Karealde, que estaba acostumbrado a entregar los coches en mes y medio o dos meses y ahora, en algunos modelos, alcanza un plazo de medio año. «En otras marcas son siete u ocho meses. Normalmente tenemos trescientas unidades en stock, pero ahora no pasan de diez o quince. Octubre ha sido un mes récord de pedidos, el 80% a fabricar, mientras que antes vendíamos el 70% de stock. Hay gente que busca la inmediatez y se lleva un coche de exposición, aunque no sea el que en principio tenía en mente», desarrolla. Así están las cosas por todas partes. «Estamos sufriendo con las entregas», coincide Jon Tolaretxipi, del Grupo Easo Motor, que tiene plazos hasta junio de 2022. «Lo peor es que, en algunos casos, no hay fecha prevista. Bastantes incertidumbres tiene ahora la gente a la hora de comprarse un coche como para añadir esta».

Electrodomésticos

«Si quieres uno de catálogo, puede tardar cuatro meses»

También en este sector escasean las existencias en los almacenes. «Nos faltan aspiradoras, secadoras, lavavajillas, sobre todo los de integración, porque tienen menos demanda y los fabrican menos. Tenemos stock, pero, si quieres comprar algún modelo concreto en catálogo, puede tardar cuatro meses», lamentan Iñaki Laucirica e Íñigo Ilarduya, de Laucirica. ¿La gente prefiere esperar? «Lo más normal es que se acaben llevando algo parecido. Otra cosa sería si les pudieses prometer una fecha concreta, pero la incertidumbre resulta difícil de asumir». Según afirman, en las últimas semanas han observado cierta recuperación que, sumada a su empeño por mantener el almacén lleno al máximo, les hace ser optimistas. Por supuesto, en su sección de electrónica también sufren los rigores de esta crisis excepcional: «El otro día, para una barra de sonido, nos dieron fecha de entrada en abril. En móviles falta variedad, sobre todo entre los modelos más solicitados. Y los precios se resienten: en electrodomésticos a lo mejor hay una subida del 8%; en móviles y tabletas, de un 10 o un 15. Los precios de cara al público se mantienen a costa de nuestro margen».

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Muebles y decoración

«Aseguraremos en todo caso los productos más vendidos»

El colapso logístico global ha obstaculizado muchos proyectos de decoración y reforma, porque basta la escasez de algún componente para que se demore la fabricación de una pieza de mobiliario. Según una encuesta empresarial, uno de cada tres fabricantes se ha visto afectado por la falta de suministros, que, también aquí, golpea en toda la extensión del sector. En Ikea han reconocido problemas con accesorios que proceden de Asia y centran sus esfuerzos en «asegurar en todo caso el stock de aquellos productos más vendidos y relevantes», según una portavoz. En el extremo más exclusivo del sector, María Jesús de la Fuente, de Roche Bobois, puntualiza que sus plazos de entrega siempre han sido amplios, ya que trabajan sin stock, pero ahora se han alargado todavía más algunos de ellos, como los de las alfombras: «Se fabrican, pero hemos pasado de cuatro a seis meses».

Bebidas

«Faltan productos de EE UU y el Reino Unido»

Entre la congestión del transporte marítimo y la escasez (y consiguiente encarecimiento) de materias primas tan esenciales como el plástico, el vidrio y los derivados de la celulosa, prácticamente no hay sector que salga indemne. Con esa preocupación tan nuestra por lo lúdico, se está hablando mucho, por ejemplo, de algunas bebidas alcohólicas: «Estamos apreciando dificultades a la hora de contar con productos procedentes del mercado británico o de Estados Unidos -explican en Makro, que surte a establecimientos hosteleros-. En concreto, hay complicaciones con el whisky de malta y las ginebras Seagram's y Beefeater: nos llegan menos de las que se podrían vender. También se ha producido una subida de precio». ¿Y por qué hay bares que siguen sirviendo gintónics de Seagram's como si nada? «El hostelero con capacidad de almacenaje suele aprovisionarse muy bien cuando encuentra un buen precio», aclara la portavoz.

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Otros

«Muchos lanzamientos se agotan en una semana»

Desde los adornos navideños (en su mayoría de fabricación china) hasta las bicicletas (con la demanda disparada y muchos componentes procedentes de Asia), los efectos del 'gran atasco' se manifiestan donde menos se espera: por ejemplo, los discos de vinilo se ven encarecidos por la subida combinada de precio del plástico y el cartón y están experimentando su particular cuello de botella. «Sobre el papel, el ritmo de lanzamientos es similar al de hace meses, pero en muchos casos se retrasa la salida. Y muchos lanzamientos, al tratarse de tiradas bastante cortas, se agotan en la primera o segunda semana y luego se tardan meses en reponer. Muchas compañías, empezando por las multinacionales, han subido los precios, tanto en nuevos lanzamientos como en mucho fondo de catálogo. Continuamente se están actualizando las tarifas», detallan en Power Records. ¿Algún ejemplo de vinilo que venga a precio prohibitivo? «La reedición de 'El Camino' de Black Keys, son 47 euros. Se trata de una edición especial, pero la cosa es que hay otra aún más especial que pasa ampliamente de los 100».

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