Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Ocho de cada diez colegios vizcaínos no llenarán sus plazas del aula de dos años el próximo curso. Según datos del Departamento de Educación, se ofertan poco más de 8.340 puestos en este curso, que es en el que la mayoría del alumnado (más ... del 90%) accede al sistema educativo. Sin embargo, se han matriculado algo menos de 6.000 escolares. Y la matriculación no se reparte de forma homogénea. De los 264 centros educativos que participan en el proceso de matrícula (no todos ofertan aula de dos años), sólo 51 han recibido más solicitudes que las plazas que ofertan.
Noticia relacionada
Iñigo Fernández de Lucio
Si se excluyen las Eskola Txikiak de esta ecuación -los centros educativos de municipios rurales donde alumnos de distintas edades estudian juntos y en los que es habitual que sólo se oferte una plaza de dos años-, el desequilibrio es todavía mayor. En ese escenario, en el que se tengan en cuenta únicamente los centros que ofrecen al menos nueve plazas, resulta que sólo el 13% cubre los puestos que ofrece. Entre ellos hay tanto públicos como concertados.
María Segurola
Fundació Bofill
Los números pueden bailar algo porque la matrícula no es definitiva, pero dan una idea de lo endiablado de la situación que afronta la educación vasca. Es un resultado palpable de la baja natalidad. Año tras año el número de nacimientos baja, y la previsión es que el problema se acentúe, toda vez que el año pasado, según datos hechos públicos esta semana, nacieron en el territorio 6.671 bebés, un 2,8% menos que en 2022, que son los que en septiembre iniciarán su andadura en el sistema educativo. Entre 2012 y 2023, la educación infantil en Euskadi ha perdido 13.000 alumnos, el 27%.
264 colegios de Bizkaia han participado en el proceso de admisión para alumnado de dos años de cara al próximo curso.
6.671 bebés nacieron el año pasado en Bizkaia, un 2,8% menos que en 2022 y un 31% menos que hace una década.
13% de los colegios llenarán sus aulas de dos años el próximo curso en Bizkaia si se excluyen las Eskola Txikiak, los centros rurales donde se mezclan alumnos de distintas edades.
80.000 euros recibe un centro concertado por tener abierta un aula de dos años.
El pacto sobre el que se basa la Ley vasca de Educación señalaba que la planificación del sistema educativo buscará la «racionalización de la planificación» para que, «en este contexto de bajada de natalidad», haya «una oferta ajustada a las necesidades de la demanda, evitando las sobreofertas y las infraofertas, que puedan dar ocasión a un aumento de la segregación».
Noticia relacionada
Iñigo Fernández de Lucio
Alfonso-Elier Echezarra, especialista en equidad educativa de Save The Children, señala que, si bien la sobreoferta permite «una mayor libertad de elección, lo cual es positivo», genera unos «efectos negativos» en cuanto a segregación escolar; esto es, ayuda a perpetuar las diferencias en la composición del alumnado de los distintos centros educativos.
María Segurola, investigadora de la Fundació Bofill de Cataluña y experta en políticas contra la segregación en el ámbito municipal, lo explica de la siguiente manera: «Muchas familias de clase media y alta escolarizan a sus hijos en centros fuera de su área de residencia; es una dinámica de huida que provoca que el alumnado más vulnerable se concentre en escuelas segregadas». Esto explicaría, a su juicio, que los índices de segregación escolar sean habitualmente más altos que los de segregación residencial; las familias que se lo pueden permitir llevan a sus hijos a centros con mayor prestigio fuera del alcance de los hogares más desfavorecidos.
La Fundació Bofill lleva años documentando este fenómeno en Cataluña, donde el debate en torno a la segregación escolar es recurrente. De hecho, las medidas puestas en marcha por el Departamento vasco de Educación hace ya más de un año se inspiran en buena medida en las implantadas en Cataluña; entre ellas, la reserva de plazas para alumnado vulnerable en todos los centros públicos y concertados.
Alfonso-Elier Echezarra
Save The Children
En este contexto, Segurola explica que la sobreoferta deriva en una dinámica «horrible» de competición entre colegios por atraer a las familias. Eso genera un «nerviosismo» en los colegios que se aprecia muy bien «en las jornadas de puertas abiertas». Porque contar o no con un aula tiene un impacto directo, en el caso de la concertada, en la financiación que recibe. Un aula de dos años son unos 80.000 euros de dinero público al año. Además de que, si no hay alumnos, sobran profesores y, por tanto, puestos de trabajo, algo que también afecta a la red pública.
La experta señala un segundo problema relacionado con la sobreoferta de plazas educativas: la optimización de los recursos públicos. «Si programas más plazas de las que necesitas, multiplicas servicios» de forma ineficiente, afirma. Unos recursos que podrían ir dirigidos, por ejemplo, «a ampliar los centros que cuentan con comedor o a reforzar las etapas postobligatorias». A su juicio, la situación actual es consecuencia de una «falta de previsión importante» por parte de la Administración.
En todo este proceso, recuerda Echezarra, de Save The Children, «influye mucho la información de la que disponen las familias». Señala, en ese sentido, que las más desfavorecidas acostumbran a primar cuestiones económicas (el 90% de los centros concertados cobran cuotas para financiar servicios adicionales, según un estudio del think tank educativo EsadeEcPol) y prácticas, como la cercanía del colegio al domicilio. En cambio, las familias de más estatus se suelen guiar por otras cuestiones, como la oferta de extraescolares, el prestigio del centro, el nivel lingüístico... «Lo que tenemos que garantizar es que las familias pueden recibir una educación de calidad allá donde matriculen a sus hijos, independientemente de si es en la pública o en la concertada», añade Luis Lizasoain, exprofesor de Métodos de Investigación en Educación y experto en la materia.
Luis Lizasoain
Experto educativo
Más allá de la segregación escolar, la caída de la natalidad genera otras tensiones en el sistema educativo. «Es algo a lo que no que no se le va a dar la vuelta a corto plazo», señala Lizasoain. Las previsiones apuntan a que, al menos hasta 2030, los nacimientos en el País Vasco seguirán bajando.
Euskadi ya cuenta con experiencia en este sentido. En los años 90 ya hubo un importante bajón en el número de nacimientos. Entonces, se ampliaron servicios complementarios, como guarderías, y se generalizaron la etapa de infantil y las extraescolares, que permitieron reconvertir profesionales y redirigir recursos. Ahora no existe esta posibilidad y el futuro próximo pasa, a juicio de los expertos, por una planificación «valiente» de la Administración.
Que haya más plazas que estudiantes puede provocar que se agrave la segregación escolar, ya que las familias que se lo pueden permitir irán a centros fuera del alcance de los más humildes. Y se acentúan las dinámicas de competición entre centros.
La falta de bebés pone en jaque el sistema educativo porque no hay suficientes alumnos para tantos centros. Los expertos urgen a la Administración a adoptar medidas y hacer un cierre ordenado de centros (o fusiones).
«Es inevitable que se cierren colegios o se fusionen unos con otros en los próximos años» sostiene Echezarra. Algo que, explica, ya se ha hecho en países del este de Europa como Letonia, Estonia o Rumania, que han sufrido una crisis de natalidad en las últimas décadas. Segurola añade que en lugares de Estados Unidos o Reino Unido este cierre de centros se ha hecho «cuando ya era tarde». «No es lo ideal», advierte. «Lo ideal es tomar decisiones con previsión y no tienen por qué centrarse sólo en una escuela, sino en toda la red; pueden pasar, por ejemplo, por bajar la ratio de alumnos por aula en un determinado barrio o zona».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.