La llegada de estudiantes extranjeros empezado el curso aumentó un 29%

De esos 4.137 nuevos escolares, 2.378 (el 57%) fueron derivados a la red pública y 1.759 (el 43%), a la concertada. De estos últimos, más de la mitad (1.030) fueron asignados a centros católicos de Kristau Eskola; le siguen los colegios de Centros Diocesanos (218 matriculados) y la federación de ikastolas de Ikastolen Elkartea (190).

En cuanto a los modelos lingüísticos, 331 alumnos (el 8%) fueron escolarizados en modelo A, con el castellano como lengua vehicular; 1.086 (el 26%) en modelo B, mixto en euskera y castellano; y la inmensa mayoría, 2.720 (el 66%) fue derivado al modelo D, con el euskera como lengua de estudio. Esta última alternativa fue la mayoritaria entre los alumnos de Infantil y Primaria; no así entre los de Secundaria, que se reparten de forma casi equitativa entre los modelos B y D, y aproximadamente uno de cada cinco va al A.

Julia Shershneva, directora de Ikuspegi, el Observatorio Vasco de la Inmigración, alerta de esta distribución, especialmente en el caso de los estudiantes de Primaria y Secundaria que son derivados a centros donde se estudia todo en euskera. «Es un proceso muy difícil para los menores y para sus familias», advierte. «Normalmente tardan uno o dos años en alcanzar un nivel aceptable para poder seguir las clases, lo que les coloca en situación de desventaja y puede condicionar su recorrido académico futuro», considera. Como posibles soluciones, plantea incorporar profesores de refuerzo u ofrecer apoyo lingüístico a las familias.

Es un proceso derivado de la falta de oferta lingüística. El modelo D ya matricula a más del 70% del total del alumnado y es hegemónico también en zonas como Las Encartaciones, la menos euskaldun de Bizkaia. Aquí, los 124 alumnos que llegaron a lo largo del curso fueron matriculados en euskera. «Son entornos donde la socialización se produce en castellano y la escuela se convierte en el único agente de refuerzo de euskera», indica la experta. Es algo que se puede extrapolar al conjunto de Bizkaia. Pese a que el conocimiento de euskera se ha disparado en las últimas décadas, lo cierto es que su uso no. Según la última investigación del Cluster Sociolingüístico del Gobierno vasco, de 2021, apenas el 9% de las conversaciones en las calles de Bizkaia se producen en euskera.

«El modelo D es cada vez más hegemónico, pero la sociedad no acompaña esa euskaldunización», continúa Shershneva. «No se da una inmersión completa». Esto «plantea problemas no sólo para el alumnado migrante, sino para toda la población», señala. Y sólo aquellos que tengan recursos económicos suficientes «podrán suplir» las carencias educativas.

Todos estos factores explican, a juicio de la experta, la enorme brecha en el rendimiento académico entre el alumnado de origen vasco y el extranjero en evaluaciones como PISA, de las más altas de España en todas las competencias analizadas.

La situación también preocupa al Ararteko, que en su informe de 2022 mostraba su «inquietud» por «la matriculación en modelo D del alumnado de reciente incorporación, cuando se trata además de personas carentes de destrezas idiomáticas en euskera y de alumnado de cierta edad», por ejemplo, de ESO. Por ello, plantea poder matricularles «en otros modelos lingüísticos» o incrementar los «recursos y apoyos a los centros» para «garantizar que el servicio educativo se preste de forma apropiada, sin que se perjudiquen las expectativas académicas de las personas afectadas».