Los vecinos de Uretamendi se echan a la calle y expulsan a los okupas

Aparecieron en la zona cuando ya había perdido algo de fuerza la protesta que los vecinos convocaron por las redes sociales a las 20.00 horas y que acabó reuniendo a más de 350 vecinos muy enfadados, entre ellos amigos y familiares llegados de otros barrios cercanos como Peñascal, Betolaza, el centro de Rekalde o San Adrián. «Se los han llevado porque si no, tal y como están los ánimos, los crujen», apuntó un residente. La protesta arrancó entre aplausos a los agentes y gritos de 'fuera del barrio, a la cárcel los okupas' en medio de un gran dispositivo tanto de la Ertzaintza como de la Policía Municipal, que desplegaron una treintena de efectivos por todo el barrio.

La protesta, espontánea, no había sido autorizada porque los vecinos no solicitaron el permiso. «Estamos aquí para ayudarles porque ustedes tienen razón y esperamos que esto salga en prensa y consigan lo que quieren», dijo un agente de la Ertzaintza a la multitud, que estalló en aplausos. Los funcionarios solicitaron la identificación voluntaria de algún vecino como responsable de la protesta y varios ofrecieron su carné. Los vecinos, que se dirigieron en turba al primer domicilio ocupado, en el portal 20, dónde en el segundo piso residen al menos tres okupas, uno de los cuales fue expulsado de Repélega, según algunos vecinos que le vieron llegar y le reconocieron por las fotos.«El barrio unido jamás será vencido» y «delincuentes kanpora» fueron algunas de las proclamas que lanzaron, aunque la Ertzaintza impidió que se acercaran.

Luego, la multitud se acercó al número 22, aunque estaba blindado por furgonetas de la Ertzaintza y por agentes para que no se aproximasen. Allí hay un primer piso que lleva al menos dos años 'okupado' donde residen los detenidos el jueves. Hace dos semanas, protagonizaron otra pelea a cuchillazos y también tuvieron que acudir más de diez patrullas de la Ertzaintza y de la Policía Municipal. Pero las «trifulcas son constantes». Los vecinos también acusan a los okupas de la oleada de robos en Uretamendi y en todo Rekalde. Han visto con sus propios cómo se subían a los andamios para robar en viviendas de abuelos. «En algún caso, incluso estaban dentro». Un vecino denunció a dos de ellos y la Policía les detuvo, pero enseguida volvieron a las andadas.