El canon a las viviendas vacías se enfría en Bilbao

El equipo de gobierno sacó adelante una enmienda en la que se compromete a seguir adelante con sus políticas de movilización de vivienda vacía y en la que avanza que será importante la declaración de zonas tensionadas. Pero, ¿por qué está costando tanto el establecimiento del canon? La concejala de Vivienda, Yolanda Díez, asumió que ahora no se dispone de «un diagnóstico veraz» para diseñar este tipo de medida. Es cierto que hay muchos datos sobre la mesa. Por ejemplo, se está cobrando el recargo del 25% del IBI a más de 9.000 viviendas supuestamente vacías. Sin embargo, en esta cifra se integran «pisos que no tienen a gente empadronada pero donde se realizan actividades económicas». Es decir, no es un indicador muy fiable. Por otro lado según datos del año pasado, «hay unos 2.200 pisos activables». Es decir, que están vacíos y no en ruina ni afectados por impedimentos insalvables para su salida al mercado. «Con la puesta en marcha de la oficina de vivienda y su labor informativa se movilizaron 200».

Pero esa última cifra, los 2.200, tampoco está muy clara. «En 2025 llegará el próximo diagnóstico de vivienda», dice la concejala. Ahí se tendrá un radiografía del mercado y será una herramienta determinante para aplicar el canon. ¿Se aplicará entonces el año próximo? No, porque «hace falta una ordenanza» y luego «analizar caso por caso» la situación de cada vivienda porque de lo contrario, dice Díez, puede haber problemas jurídicos. En cualquier caso, ¿se aplicará esta medida durante el presente mandato? «Me gustaría, pero va a depender de las personas que tengamos para armar los expedientes». Hay que recordar que a la hora de determinar a quienes se puede cargar el canon no es suficiente con la ausencia de empadronamientos en el piso y de consumos de luz y agua. Hay excenciones como en el caso de que la propietaria esté, por ejemplo, en una residencia. O trabajando fuera. «Hay mucha casuística y hay que ir caso a caso».

De ese modo, la pretensión de aplicar la medida en este mandato, manifestada por el gobierno municipal el pasado mandato, parece enfriarse un poco o, al menos, no está del todo claro.

Para Karlos Renedo, de EH Bildu, lo que está haciendo el equipo de gobierno es caer en la «falta de voluntad y desidia» para hacer frente a la situación «dramática» de vivienda de Bilbao. Asumió que no sería muy alta la cifra de pisos vacíos de más de diez años o en manos de grandes tenedores que se podrían movilizar con esa especie de estreno del canon que había propuesto. Pero, a su juicio, sí supondría una llamada de atención a ciertos propietarios que activaría algo el mercado. Además, se conjugarían riesgos como el abandono de algunos inmuebles, con los problemas que pueden implicar para los vecinos. Frente a ello, PNV y PSE «han presentado y aprobado una enmienda idéntica a la aprobada por este pleno en septiembre de 2021 y también en 2022 y que tras 3 años no han puesto en marcha».

Desde el PP su portavoz, Esther Martínez, defendió la postura que viene abanderando desde hace años su formación: «El problema de la vivienda es de oferta y demanda», y los gobiernos tanto vasco como español «siguen cayendo en los mismos errores» a la hora de tratar de solucionarlo penalizando a los propietarios de inmuebles y disponiendo intervenciones en el mercado. «Han penalizado la oferta», insistió. Se refirió también a la Ley de Vivienda tras cuya publicación, dijo, «se han detraído del mercado el 25% de las viviendas de alquiler». También señaló que «desde 2015 el derecho a la vivienda es un derecho subjetivo. ¿Se ha podido entonces reclamar en los tribunales un piso? No. Ustedes están mintiendo. Pueden hacer todo el populismo que quieran, pero la situación real es que cada vez vamos a peor, por muchas oficinas de información que pongan».

Ana Viñals, de Elkarrekin, apuntó que el problema residencial no es «de oferta y demanda», como decía el PP, sino el hecho de que «hay algunos que ven la vivienda como un negocio». Así que pidió también actuaciones para movilizar pisos «de baja ocupación» de cara a tratar de atajar esta emergencia social.

Asier Abaunza, portavoz del PNV en el pleno, abundó en los argumentos de su socia de gobierno, Yolanda Díez, quien había esgrimido también que estamos ante un problema «poliédrico» que ha de ser abordado desde distintas direcciones: desde la construcción de vivienda protegida, hasta la rehabilitación del parque inmobiliario deteriorado, pasando por la segregación de pisos grandes o la conversión de lonjas en lugares donde vivir. En este sentido, recordó lo que dijo la pasada semana el consejero Denis Itxaso. Pero Abaunza también recordó que «no podemos tener cero viviendas vacías, porque entonces sí tendríamos una burbuja inmobiliaria». También destacó que el recargo en el IBI y las bonificaciones, junto a medidas del Gobierno vasco como Bizigune, están movilizando más parque residencial que el canon, que se ha vuelto a quedar en el aire.