Rementeria justifica los cambios en su Gobierno para «dar un nuevo impulso» al resto de la legislatura

La escenificación también hablaba. Rementeria compareció solo ante el atril, sin las diputadas salientes ni las entrantes. Quienes se sientan en el Consejo de Gobierno donde se dio carta de naturaleza a los nombramientos reconocieron que se las había despedido con «calidez» y «mucha tranquilidad», a diferencia de la anterior salida, el convulso final de Isabel Sánchez Robles en 2019. Ninguna de las dos responsables forales cerraron este martes su etapa con una comparecencia pública. Ibone Bengoetxea escribió un tuit horas después dando las gracias a Unai Rementeria y al resto del equipo de Gobierno. «No es una despedida».

Los dos salidas son diferentes. Bengoetxea, según todas las voces autorizadas, «está llamada a muy grandes cosas en la política». Hay quien opina que su papel actual, pese a ser vital en la Diputación, le daba muy poca proyección para futuras tareas de calado. Puertas adentro, algunos opinan que era una voz discrepante en el seno del consejo de Gobierno. Se da por hecho que su salida tiene ya un destino concreto, en algún cargo público que se conocerá en breve.

En el caso de Elena Unzueta, su papel público ha ido de más a menos como portavoz. Lo cierto es que la propia portavocía ha perdido enteros ya que apenas se celebran ruedas de prensa posteriores a los consejos de Gobierno. En tiempos de José Luis Bilbao era el propio Rementeria quien ejercía esa labor, pero esa figura se ha ido diluyendo. En la pandemia, la comunicación del Ejecutivo foral se restringió sobremanera. Durante la primera ola, Bizkaia ni siquiera ofrecía datos de fallecidos en residencias «para no alarmar» mientras en Gipuzkoa y Álava comparecían cada dos días. La oposición echaba en falta a Rementeria, pero también a Unzueta. El cerrojazo los hizo invisibles. Cuando se viró esa política, en la segunda oleada, se optó por enviar partes detallados con asépticos recuentos. Es una incógnita si Lorea Bilbao, exportavoz del PNV en las Juntas y actual diputada de Euskera y Cultura, comparecerá más a menudo. Unzueta, técnica en Desarrollo Rural, no ha dado pistas sobre su futuro ni siquiera a su entorno más cercano. Tampoco lo hizo el diputado general acerca de ninguna de las dos. «Es su ámbito personal».

No hay muchas certezas más, parecen estar en el aire los motivos hondos de la transformación. Cuestionado sobre la causa que le hace relevar a Bengoetxea y Unzueta aludió a que «ha sido una decisión meditada y trabajada» y apuntó «la necesidad de reforzar la relación con los 112 municipios de Bizkaia, trabajar más en equipo» y de «apostar todavía más por la sostenibilidad como un eje del futuro». A la pregunta de si los relevos fueron consensuados con las afectadas, contestó que sí.

Desde luego, los cambios no eran previsibles. Ambas comenzaron con él en 2015, eran dos pesos pesados de su equipo, el núcleo duro. Hace una semana, en la sede de su socio de Gobierno, el PSE, nadie habría escrito sus nombres en una quiniela. Hay quien sostiene que tampoco en Sabin Etxea. El desgaste hacía que hubiera perfiles más probables. Rementeria lo enmarcó como «cambios normales, con naturalidad, como un entrenador cambia de jugadores o las empresas de directivos. Gobernar es tomar decisiones, las mejores posibles. Es esto. Elixabete y Amaia van a aportar muchísimo. Han empezado trabajando en la base y les ilusiona trabajar por Bizkaia. Les agradezco su valentía y su compromiso porque subir a un tren en marcha no es fácil y serán semanas difíciles».

El testigo de la bilbaína Ibone Bengoetxea lo recoge Elixabete Etxanobe Landajuela, quien entre diciembre de 2019 y octubre de 2020 ejerció como viceconsejera de Relaciones Institucionales del Gobierno vasco, donde antes había desempeñado también el cargo de directora de Relaciones con las Administraciones Locales y Registros Administrativos. Para Sostenibilidad y Medio Natural se ha optado por Amaia Antxustegi Ziarda, hasta ahora teniente alcalde del PNV en el Ayuntamiento de Lekeitio, donde es concejala hace 14 años. El perfil de ambas deja cierta sorpresa por su falta de proyección anterior.

Por último, el momento elegido. Mediado el mandato y con la carrera electoral en 2023, el próximo año y medio es vital. Toca dejar atrás polémicas, como la complicada adjudicación de la Torre Bizkaia o el cambio de ubicación del Nagusi Intelligence Center (NIC). Es el momento de dar un empujón. «Esa garantía sólo se consigue con aire fresco».