Hace poco más de cuatro años, Bizkaia se despertó con un manto blanco. Fue una nevada histórica. Ayer, el territorio se levantó con el suelo rojo. Una perspectiva más desconocida. El fenómeno meteorológico de la calima cubrió de arena procedente del desierto del Sáhara aceras, ... carreteras y coches y dejó un cielo opaco plagado de partículas sólidas en suspensión. Más allá de la suciedad, ese ambiente, que se prolongará hasta que cambie el viento y entren las lluvias a lo largo de esta tarde, según Euskalmet, complicó la jornada a las personas con problemas respiratorios.
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Muy mala: Se registró en las estaciones de Muskiz, Las Carreras y en las bilbaínas de María Díaz de Haro y Mazarredo.
Mala: En las estaciones de Alonsotegi, Basauri, San Miguel de Basauri, Erandio, Barakaldo, Sangroniz, Santurtzi, Algorta, Abanto, Zierbena y Parque Europa y Monte Arraiz, en Bilbao.
Buena: En Urkiola.
Muy buena: En las estaciones de Montorra, Serantes, Larrabetzu y Sestao.
No hacer deporte al aire libre. Para evitar la inhalación de excesivo polvo.
Extremar la precaución en colectivos de riesgo. Como enfermos cardiovasculares y respiratorios, niños y embarazadas.
Evitar el coche. Para no sumar más contaminación.
Mascarilla. Recomendable en los paseos por la calle.
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No es para menos. Según Meteored, empresa dedicada a la predicción meteorológica, España era ayer «el país más contaminado del mundo». Ciudades como Madrid, Ávila y Segovia acumularon concentraciones de partículas de un tamaño inferior a los 10 micrómetros (PM10) superiores a 1.000 microgramos por metro cúbico, cuando la Organización Mundial de la Salud entiende como saludable la presencia de 45 microgramos. En Euskadi, un problema técnico impidió el volcado de datos en la web de la Red de Control de Calidad del Aire a lo largo de la mañana. Pero, a primera hora de la tarde, en la estación bilbaína de María Díaz de Haro, por ejemplo, se superaban los 80, ya muy por debajo de los 263 registrados a las siete de la mañana.
La presencia de esas pequeñas partículas de polvo, señala Aitor Ballaz, neumólogo del IMQ, «puede producir una agudización de las enfermedades respiratorias», bien sea en pacientes con «asma, bronquitis crónica o EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica)». Estar «expuestos a la inhalación de forma continuada» provoca al momento síntomas como «sensación de falta de aire». Aunque las afecciones más graves, «como la inflamación de los bronquios y broncoespasmos», pueden aparecer «horas o incluso días después».
Salir lo mínimo a la calle, protegerse con mascarilla -«si puede ser, FFP2»-, no abrir las ventanas para impedir el acceso de estas partículas a los espacios interiores y evitar practicar «ejercicio de alta intensidad» en exteriores son algunas de las recomendaciones del especialista para las personas con patologías respiratorias. Y advierte de que hay que tener «especial precaución» con los niños, que en muchos casos, por edad, no utilizan tapabocas. «Tienen las vías respiratorias menos desarrolladas y pueden sufrir crisis asmáticas o sibilancias, que son los ruidos respiratorios que se producen cuando se inflama la mucosa bronquial porque tienen los bronquios inmaduros», detalla.
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El facultativo precisa que «muy pocas veces hemos tenido episodios tan alarmantes como este». Se trata de un fenómeno muy poco frecuente en la vertiente cantábrica, aunque viejo conocido de las Islas Canarias y el Mediterráneo, donde se vieron sorprendidos por un cielo de un intenso color naranja. En Euskadi, este color apenas era perceptible, si bien el aspecto era de una niebla más oscura de lo habitual.
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Alba Cárcamo
La población general, explica Ballaz, puede llegar a sentir «sequedad ocular» y «sensación de bochorno o de que no pueden respirar bien». Y también los alérgicos, que probablemente, por la presencia de elementos «irritantes», verán agravados síntomas como «los estornudos» y «picor de ojos».
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La previsión apunta a que hoy las calles volverán a aparecer teñidas de rojo. El pronóstico de Euskalmet dice que este fenómeno meteorológico se mantendrá como mínimo hasta bien entrada la tarde. En ese momento se prevé un cambio en la dirección del viento que pasará de sur a noroeste. Un giro que vendrá acompañado, probablemente de lluvia, lo que puede convertir el polvo sahariano en barro.
Las temperaturas máximas para la jornada de hoy serán de dos a cuatro grados más bajas en muchos puntos del territorio, especialmente en la mitad norte. Mañana, el día resultará lluvioso con un claro descenso de las temperaturas. La lluvia caerá con más fuerza en la vertiente cantábrica, sobre todo en el este. El viento del noroeste soplará con fuerza, especialmente en el litoral y zonas de montaña. Las temperaturas máximas quedarán, en general, por debajo de los 12-13 ºC en el litoral y de los 10 ºC en la mitad sur del País Vasco.
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