Bungalós, juegos de aventura y deportes extremos para resucitar Artxanda

Hay que considerar que el Ayuntamiento va hacia un modelo público-privado y sacará a concurso las concesiones para explotar distintas parcelas del gran parque de Bilbao. El reto más peliagudo es encontrar empresas interesadas en entrar ahí, que vean negocio en hacerlo. Y, al mismo tiempo, es obligado preservar el entorno natural. El siempre difícil equilibrio entre generar actividad económica respetando el medio ambiente.

Lo que realizaron este martes tanto Abaunza como el alcalde de Sondika, Xabier Zubiaur (el municipio ha cedido suelos a Bilbao para desarrollar el proyecto) son dos cosas. Primero, desvelar qué quieren hacer. Segundo, anunciar que van a someter sus pretensiones a una consulta al mercado para comprobar si las concesiones que quieren sacar a concurso en el primer trimestre de 2022 tienen algún atractivo. De lo que se trata es de saber si se ha atinado con los planes diseñados, no sea que se ofrezcan unas bases que no interesen a nadie. La consulta tiene igualmente como objetivo escuchar otros puntos de vista. Ya lo dijo Abaunza: en el Ayuntamiento valorarán cualquier aportación que distintas firmas puedan hacer a la hora de diseñar actividades en el entorno.

Se habla de tres ubicaciones diferentes. La primera, en Santo Domingo, que es la parcela más extensa, con 331.593 metros cuadrados. Es una zona bastante heterogénea porque hay partes llanas y otras de gran pendiente, y también las hay arboladas y otras descubiertas. Está al norte de la BI-3741 y de la BI-631, donde se encuentran tanto las perreras municipales como Bilbogarbi. De hecho, estas instalaciones podrían tener un cierto protagonismo en las actividades futuras. También está junto a la carretera el viejo edificio de la radio, hoy en desuso y que se pondrá a disposición de quien acceda a explotar la zona.

¿Explotar cómo? Con un «Centro de Actividades de Ocio pedagógico, lúdico e infantil que busque potenciar el conocimiento del medio natural». También se prevén «alojamientos naturales», los bungalós antes mencionados, siempre «alejados de edificaciones y figuras hoteleras clásicas». Abaunza dijo que se les aplicaría la legislación del Gobierno vasco para campings. A la hora de diseñar actividades para esta zona, se considera a la perrera y Bilbogarbi como activos destacables porque en ellos se podrían desarrollar actividades con niños, que conocerían de primera mano su manera de funcionar.

Luego está lo que el Ayuntamiento llama el espacio Pike, junto al merendero de Pikotamendi (al otro lado de la carretera). Con árboles de gran porte y una «pendiente media», para esta zona se plantea realizar «actividades de ocio familiar de aventura a través de circuitos lúdicos de entrenamiento y destreza». También se proyectan bungalós. El área tiene una extensión de 54.814 metros cuadrados.

Por último está Bagatza, con 73.145 metros cuadrados, que linda con la entrada a los túneles de Artxanda. Aquí el desnivel llega a los cien metros y lo que en principio es un problema se pretende utilizar como activo: desarrollar allí «actividades de nuevas disciplinas deportivas de exigencia e intensidad al aire libre». Abaunza recordó que ahora están muy en boga deportes como el crossfit en gimnasios, que tienen sus variaciones en el exterior. «Pero ni en Bilbao ni en el entorno» hay lugares específicamente preparados en ámbitos naturales para llevar el físico al límite en este sentido.

En la consulta al mercado se especifica que los tres espacios tienen una buena comunicación, es fácil llegar a ellos, ya sea en Bilbobus, con el funicular o por la carretera. En unos meses se conocerá si hay mimbres suficientes para que todo esto le resulte atractivo a empresas privadas, o qué cuestiones deberá tener en cuenta el Ayuntamiento en las bases de los concursos para hacerlo deseable. Por ejemplo, acondicionar ciertos accesos a alguno de los emplazamientos.

El plan es sacar a concurso las concesiones para explotar estos espacios en el primer trimestre del año que viene. Luego serían las empresas gestoras las que, a su aire, deberán llevar a cabo las actuaciones para arrancar con la actividad. El objetivo es, como queda dicho, devolver Artxanda a la vida.

Todo esto forma parte del plan municipal de activación de la zona, que fue presentado por el alcalde, Juan Mari Aburto, el pasado mes de marzo. Ahí se incluye además la creación del parque del Encuentro, que se prolongará desde el de la Huella hasta la ermita de San Roque y estará terminado en 2023. Y también el acondicionamiento de la carretera entre Santo Domingo y Enekuri para que junto a ella discurra un gran paseo peatonal. Esta obra ya está licitada y la idea es arrancar a finales de año.