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La compra del viejo Nogaro está siendo un parto difícil. A principios de marzo, cuando se presentó el plan de revitalización de Artxanda, el alcalde Aburto reveló que el Ayuntamiento tenía interés por hacerse con el edificio. Pasaría, entonces, a formar parte del patrimonio que ... el Ayuntamiento tiene en la zona (junto con el San Roque, el Antón y un pequeño caserío). El Nogaro es atractivo no solo por sus dimensiones imponentes y su carácter evocador, sino por el parking con medio millar de plazas, tan necesario para acoger a la gente que el nuevo Artxanda espera atraer.
La idea del equipo de gobierno es dar salida a esos inmuebles en régimen de concesión para que los exploten empresas tanto en cuestiones deportivas, de aventura o una granja escuela, como para dibujar una oferta gastronómica que ahora está de capa caída.
Pero, ¿qué pasa con el Nogaro? Avanzar el interés municipal no parecía la mejor estrategia negociadora con la propiedad. Y, de hecho, tras el anuncio hubo varios interesados en el edificio (lleva tiempo en venta por 1,8 millones). Pese a ello, el concejal Asier Abaunza aseguró ayer que la compra «está casi cerrada» y la previsión es que el Ayuntamiento se haga con la propiedad «en breve».
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