El Nazaré Challenge de 2018 le otorgó el único 10 en la historia de Praia Norte, en Portugal. el correo

Bilbainada sobre las olas

Bilbaínos con diptongo ·

jon uriarte

Lunes, 22 de marzo 2021, 02:14

Un ojo en la ola, otro en los hombres. Los centauros que cabalgan aguas le miraban intrigados. Tenía 13 años. Su primera sesión en La Galea. Los mayores habían pillado las anteriores. Él esperaba la suya. No era fácil. Las bromas del resto ayudaban poco. ... Se quedó en el pico. «Por evitar la vergüenza del viaje de vuelta, tenía que intentarlo. Pensé 'no le doy ni loco'. A la segunda lo logré». Las provocaciones se convirtieron en gritos de admiración. Arrancaba su leyenda. La del hombre que desafía a las montañas de agua. Se llama Natxo y es de Bilbao.

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El dato lo aporta Javi, su aita. Y lo confirma quien mejor lo sabe. Su ama, Alazne, que el 20 de septiembre de 1995 traía a este mundo a Natxo González Iglesias. Fue en la Clínica Guimón. Imaginamos a su hermana Gabriela, cinco años mayor, mirando intrigada al recién nacido. Tras unas bocanadas en esta cuna, parten hacia el Abanico de Plentzia, lugar de residencia familiar del que bajaba para hincar codos en la ikastola de la localidad. Era muy complicado combinar pupitres y olas para un adolescente que apuntaba a figura del surf y se pasaba seis meses fuera de casa. Sus padres insistían en que no dejara los estudios. Pero las grandes marcas llamaban a la puerta. Desde los 11 años supo lo que significa tener patrocinadores. O que si apuestas por un camino no queda otra que desechar el resto. No solo dejó atrás las aulas. También el tenis y el fútbol, que no se le daba mal siendo zurdo de pie y diestro de mano.

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A fecha de hoy sigue colocándose sobre la tabla como los zurdos. Y lo que estudia son borrascas. «Las buscamos por todo el planeta y, cuando localizamos una, hacemos la maleta y vamos a por ella», explica con un tono medido. Hay que tener amueblada la cabeza para jugarte la vida en tu oficio. «Algunos días el mar está tan grande que no lo aguantas. Y salgo del agua. Entender eso resulta clave», añade reflexivo. Y lleva razón. No olvidemos que se trata del surfista más joven en clasificarse para el 'Big Wave Tour' y uno de los nombres más respetados cuando se habla de las olas grandes. Además, su tubazo en el Nazaré Challenge de 2018 le otorgó el único 10 en la historia de Praia Norte y un hueco entre las leyendas del surf.

Natxo es el surfista más joven que ha disputado la Big Wave Tour. e. c.

«Me comí seis olas»

Y es que tutea como nadie a los edificios de agua salada. «Hay cuatro muy peligrosos que me motivan. Uno es Mullaghmore, en Irlanda; otro, Jaws en Hawai; el tercero, Nazaré en Portugal; y la cuarta, Cloudbreak en Fiji. Al escucharle no podemos evitar un escalofrío que crece tras mencionar su peor experiencia. «Me comí seis olas gigantes y estuve a punto de perder la consciencia. Llevamos un chaleco hinchable, que es aún novedoso, y no funcionó».

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Ya que habla de miedos le preguntamos por visitas incómodas. «Hace tres semanas en Cádiz apareció una aleta grande, a metro y medio de mi tabla. Con el agua marrón no veía nada. Y nunca olvidaré Australia, siendo muy pequeño, cuando apareció un tiburón blanco y salí asustado y llorando». Da gusto tamaña sinceridad. Añade valor a sus gestas. Porque es un purista. Prefiere la ola remada que ser remolcado por una moto hasta la cresta. Como le gusta hacer en Puerto Escondido, en México. Uno de los lugares que mejor grabados permanece en su memoria. Todo pasa rápido en el mundo real, pero el recuerdo es a cámara lenta. «Arriba no pienso ni escucho nada», reflexiona.

Sus palabras dibujan experiencias casi místicas. Momentos fugaces que forjan su biografía y que guarda con humildad cada vez que regresa. Días en que disfruta de los suyos, de las jamadas en familia y amigos y de la cuadrilla por los abrevaderos de Pozas. Escasas treguas.

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Pero le encanta lo que hace. Y es uno de los mejores. Recuerden su mítico 10 en Portugal. Algunos le llaman loco. Error. Sabe del valor de la vida. Por eso se la juega. Con cabeza. Con valentía. Como se hacen las bilbainadas. Al fin y al cabo, que nadie lo olvide, Natxo nació en Bilbao.

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