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xabier garmendia
Martes, 18 de junio 2019
Una vez repartidas las carteras del nuevo Gobierno municipal de coalición en Bilbao, PNV y PSE afrontan ahora cómo rematar el organigrama. Es el momento de bajar a lo concreto y no se trata de una cuestión baladí porque está en juego todo un abanico ... de órganos directivos y empresas dependientes del Ayuntamiento. El hecho de haber engordado la estructura para satisfacer las pretensiones de los dos socios tras su ascenso electoral –se ha pasado de 15 a 17 áreas– se traduce en una necesaria reorganización que puede obligar a aumentar el personal no funcionario.
Ese segundo nivel de poder se concretó en el anterior mandato en un total de 22 direcciones y 41 subdirecciones, sin olvidarse tampoco de una docena de empresas municipales. En definitiva, 75 puestos de trabajo que ahora podrían incrementarse, reducirse, cambiar de caras o pasar a depender de otras carteras. Precisamente ahí reside el primer factor a tener en cuenta, ya que ahora se han desgajado competencias de unas concejalías para favorecer la creación de dos nuevas áreas de gestión: una para los jeltzales y otra para los socialistas. Además, la reformulación de las ya existentes puede provocar varias mudanzas.
Por el momento, el equipo de Gobierno apuesta por la continuidad tanto en el proyecto como en las personas. Juan Mari Aburto quiere rodearse de figuras con amplia experiencia en la gestión municipal ahora que afronta su segundo mandato habiendo desplegado ya su modelo de ciudad tras la etapa de Iñaki Azkuna e Ibon Areso. Fuentes conocedoras de los movimientos revelan a este periódico que no se esperan cambios de calado, en consonancia con las escasas modificaciones que ha habido en las concejalías.
La reorganización, en todo caso, no está ni mucho menos cerrada. Algunos nombres ya están claros, pero aún se deben resolver algunos conflictos de competencias entre las carteras del anterior mandato y este. Por citar un caso, los proyectos estratégicos dependían de Asier Abaunza, pero ahora esa gestión pasa a la concejalía de Gotzone Sagardui. El movimiento podría traer consigo el traspaso de alguna dirección. Por otro lado, se deberán sustituir plazas como la del actual director de Salud y Consumo, Javier Orduna, quien enfila su jubilación.
Los concejales delegados –sobre todo, los nuevos– palpan estos días el terreno para comprobar el funcionamiento de las áreas y los organismos que dependen directamente de ellas. Justo ahí, en las doce empresas municipales de Bilbao, se centra otro de los puntos que se deberán dirimir en las próximas fechas. A corto o medio plazo se tienen que nombrar al menos tres nuevos directores para cubrir otras tantas vacantes. Una de ellas está al frente de Bilbao Ekintza, una agencia de desarrollo y promoción económica que resulta especialmente estratégica ahora que la capital vizcaína aspira a atraer más actividad empresarial.
Las otras dos direcciones que todavía se deben ocupar por la marcha de sus anteriores responsables son las de Bilbao Kirolak –el instituto municipal de deportes– y BilbaoTik –el servicio informático, anteriormente conocido como Cimubisa–. En los otros nueve organismos públicos dependientes del Consistorio no se esperan cambios inmediatos. Eso sí, la reorganización de carteras ha hecho que Surbisa, la sociedad que promueve la rehabilitación de edificios residenciales, pase a estar bajo responsabilidad directa del PSE en detrimento del PNV. El nuevo área liderado por Gloria Múgica deberá decidir si mantiene a la actual directora, Marta Ibarbia, quien desempeña este cargo desde 2001.
Desde la época de Iñaki Azkuna, ha sido uno de los principales interlocutores del área de Obras y Servicios con los vecinos de Bilbao. Y en los últimos tiempos ha ido ganando peso al ponerse al frente de los proyectos estratégicos de la capital vizcaína bajo el paraguas de Asier Abaunza. Ahora esa responsabilidad pasará a estar en manos de Gotzone Sagardui, por lo que Fran Víñez podría mudarse. En tal caso, algunas fuentes apuntan que podría no ser algo inmediato, sino que se haría de forma escalonada y que Fernando González Vara, ahora subdirector, se haría cargo entonces de Obras.
No parece ser un momento especialmente indicado para propiciar un revolcón que cambie el rumbo de Bilbao en materia urbanística. Con el proceso de aprobación del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) ya en marcha –el pleno le dio el visto bueno inicial en febrero y lo hará definitivamente a finales de 2020–, la estructura se mantendrá parecida. Asier Abaunza tendrá como director de Planificación a Mikel Ocio, en ese mismo cargo desde 2011. Arquitecto formado en Barcelona, también dirigió Obras y Servicios de 1995 al 2000 antes de pasar diez años en el sector privado.
Llegó a la actividad municipal en 1991 de la mano de Josu Ortuondo, fue concejala de Juventud, Empleo y Deporte, e incluso teniente de alcalde. Desde entonces ha tenido diferentes responsabilidades en las administraciones local y foral, y ha llegado a figurar en las listas electorales del PNV al Ayuntamiento. Marta Barco, toda una conocedora de la gestión de lo público, se mantendrá como directora de Servicios y Calidad de Vida. En todo caso, ahora este departamento se integrará en la concejalía homónima que encabezará Kepa Odriozola, desligándose así del área de Asier Abaunza.
La marcha de Tomás del Hierro –que será sustituido en Seguridad Ciudadana por Amaia Arregi– no supondrá en principio cambios de calado en la dirección de la Policía Municipal. Y eso a pesar de que el edil saliente fue uno de sus grandes valedores para ocupar el cargo que se quedó vacante en 2017 por la dimisión de Iñaki Loizaga. A su favor juega que también es una persona de confianza para Juan Mari Aburto, con quien coincidió en el Departamento de Empleo y Políticas Sociales. Licenciado en Ciencias en la rama de Geología por la UPV, también fue director de Seguridad en Durango.
Llegó en 2011 a la dirección del área de Atención Ciudadana, Participación y Distritos después de haber sido subdirectora de Seguridad Ciudadana. Tras dos mandatos municipales ocupando ese cargo bajo la tutela de dos concejalas diferentes, ahora Inmaculada Ereña pasará a ser la máxima responsable de la plantilla municipal. El actual director de Recursos Humanos, Javier Arizabaleta, será sustituido así por una mujer que se encargará de más de 2.500 empleados; seis de cada diez de ellos son hombres, en gran parte por su fuerte presencia en la Policía Municipal, con casi 800 agentes en total.
Es un movimiento que puede parecer un tanto extraño, pero no es la primera vez que un concejal pasa a ocupar más tarde un cargo en el estamento inmediatamente inferior. Gotzone Zaldunbide, que en este último mandato ha ejercido como edil delegada de Atención Ciudadana, Participación y Distritos, ocupará la dirección de ese mismo área, que tendrá a la cabeza a Oihane Agirregoitia, hasta ahora en Juventud y Deporte. En el momento de la confección de las listas del PNV para las elecciones municipales, Zaldunbide esgrimió «motivos personales» para justificar su ausencia.
Economía y Hacienda, que seguirá estando encabezada por Marta Ajuria, será probablemente una de las áreas que menos cambios experimente respecto al anterior mandato municipal, ya que mantiene las mismas competencias. Todo apunta a que la mano derecha de la concejala a la hora de elaborar los presupuestos seguirá siendo Carlos Urgoiti, licenciado en Derecho y en ese mismo cargo desde marzo de 2005. Tampoco se esperan cambios en la otra dirección, referente a la gestión de los impuestos, con José Manuel Marín, responsable de esta tarea desde aquella misma fecha.
Ni el gabinete de Relaciones Públicas e Institucionales ni el de Alcaldía y Comunicación vivirán cambios en su primer nivel. Begoña Ibargüen continuará encargándose de vigilar el correcto cumplimiento del protocolo. Es, de hecho, una de las personas que mejor conoce las particularidades del Ayuntamiento, ya que ha tenido diferentes responsabilidades en los mandatos de Gorordo, Duñabeitia, Ortuondo, Azkuna, Areso y el propio Juan Mari Aburto. Asimismo, Aitor Bilbao se consolida como mano derecha de Aburto al frente del gabinete de Alcaldía y Comunicación.
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