56.524 vizcaínos más han presentado la declaración de la renta este año

Es, al menos, un signo positivo en el balance de un nuevo procedimiento de liquidación que ha resultado controvertido. Pero no es el único. La Diputación se empleó a fondo para ofrecer una respuesta rápida en las declaraciones que resultaban a devolver. Los pagos se ejecutaron en un plazo máximo de siete días, frente a la costumbre que existía de demorarlos varias semanas.

Siete de cada diez declaraciones presentadas han arrojado un resultado favorable a los contribuyentes, lo que revela el desajuste estructural que existe entre las retenciones que Hacienda realiza a lo largo del ejercicio -por rentas del trabajo, anticipos de autónomos o ingresos del capital- y la liquidación final. La excelencia en el IRPF, precisamente, supondría que retenciones y liquidación encajasen sin desviaciones. En esta última campaña, las arcas vizcaínas han devuelto 26 millones de euros más de lo que han ingresado. En las declaraciones «a devolver», la media fue de 900 euros por contribuyente, mientras que las que daban como resultado «a ingresar» se situaron ligeramente por encima de los 2.000 euros.

El servicio de atención telefónica, que experimentó una considerable saturación y trasladó a los contribuyentes la sensación de desconcierto en las primeras semanas de abril, atendió una media de 8.853 consultas diarias, mientras que el servicio presencial tan solo fue accesible para 6.960 ciudadanos a lo largo de los tres meses de declaración. Los máximos responsables del fisco vizcaíno aseguraron ayer que 302 personas atendieron cada día el servicio de consultas telefónicas. A finales del pasado mes de mayo, los sindicatos con presencia en el Departamento protestaron porque, en su opinión, se había abusado de la externalización de servicios para atender el trabajo de liquidación del IRPF.

Por otra parte, el diputado de Hacienda destacó la trascendencia económica de las deducciones que aplican los contribuyentes -lo que se conoce como gasto fiscal-, que ha ascendido en la liquidación de los ingresos de 2020 a un total de 651,2 millones de euros. La deducción por adquisición o alquiler de vivienda habitual, con 172,3 millones de euros, es la que ostenta la cifra más elevada, seguida por los 140,3 millones de euros de deducciones por hijos.