2.334 aperturas comerciales en Bizkaia desde la pandemia

Pese a esta intensa actividad, promovida en buena parte por grandes cadenas y fondos de inversión alimentando a todo tipo de franquicias, el territorio ha acusado el errático comportamiento del comercio local, lastrado por la desaparición de 901 establecimientos. Suponen el 8% del sector.

En este combate que libran grandes y pequeños, los gigantes siguen ganando cuotas de mercado y superficie por el empuje de firmas como Zara, Lefties, Stradivarius, Primark, MediaMarkt, Leroy Merlin o Decathlon, que refuerzan su presencia tanto en Bilbao como en los macrocomplejos de la periferia.

Entre las tiendas que han adquirido una gran notoriedad destacan las relacionados con el cuidado y bienestar personal y la salud. Crecen como setas también las clínicas de fisioterapia y de estética, imagen personal y belleza, además de peluquerías, que están al borde de la saturación. «Son negocios relativamente económicos de montar», justifica la estilista Ainara Cermeño.

También han cobrado un gran auge la actividad de ópticas, centros auditivos y de telefonía. Y, en una línea radicalmente diferente a la de las últimas décadas, recobran protagonismo mueblerías y ferreterías. Se ha disparado, asimismo, el número de clínicas caninas y dedicadas en general al cuidado de todo tipo mascotas.

Pese a la «extrema competencia», los comerciantes locales intentan sumarse a una ola en la que las aperturas casi triplican el cierre de negocios con locales especializados en la venta de bicicletas, motocicletas y patinetes eléctricos. No obstante, entre los directivos de Cecobi cunde una gran preocupación por el sector minorista. Advierten de que la cascada de cierres que se sucedieron antes del covid puso al gremio, que emplea a 47.383 personas, al borde del precipicio. Pese a haberse contenido la hemorragia, la situación sigue «muy complicada». «Hay actividades que van muy para arriba» y otras que andan de capa caída y con las ventas desplomadas, «con las tiendas de ropa y alimentación» como grandes sacrificadas, según Fernández.

La caída del consumo en los comercio al por menor provoca que muchas localidades presenten un aspecto desolador con numerosas lonjas vacías en sus calles. La desaparición de establecimientos en algunas comarcas supera los dos dígitos. En Trapagaran, cabecera de la Zona Minera, el descenso ha alcanzado el 11%, mientras que en Barakaldo ha sido un punto menor. En Bilbao, que fagocita la actividad comercial vizcaína, el retroceso se sitúa en un 6%, el mismo porcentaje que en la comarca de Arratia, y similar al registrado en el Duranguesado y Las Encartaciones, donde operan un 5% menos de tiendas que hace cuatro años.

Getxo y Derio son los municipios que mejor parados salen de este diagnóstico al mantener prácticamente el mismo número de locales. Mungia y Ondarroa resisten también los envites de la crisis mejor que otras localidades con pérdidas de en torno al 2%. Con la baja de 901 locales desde 2020, el censo de pequeños comercios ha pasado de 12.355 a 11.454, según recoge el informe de Cecobi, elaborado en colaboración con el departamento foral de Promoción Económica. Queda el consuelo de que los negocios minoristas suponen el 62,22% del total del sector - 18.410- frente al 29,16% de los mayoristas (5.369). El 8,62% restante corresponde a concesionarios de coches y motos (1.587).