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Los hombres de negro andan inmersos en una secuencia de partidos con largos viajes europeos por Georgia, Eslovaquia y próximamente Bulgaria que se combinan con los duros enfrentamientos de la Liga Endesa, como el que jugaron hace una semana en Gran Canaria y el que ... les aguarda este domingo (17 horas) en Miribilla ante el Valencia. «Hace no sé cuánto que no hacíamos un entrenamiento en Artxanda», dijo este viernes Jaume Ponsarnau en la rueda de prensa previa al choque del Bilbao Basket ante el equipo dirigido por Pedro Martínez. Lo afrontan, añadió, sin excusas, «porque el equipo tiene energía y fuerza». «Los partidos los hemos jugado con intensidad, aunque en Gran Canaria ellos tuvieron más energía al final, pero la respuesta fue intensa. El equipo puede asumir toda esta exigencia de viajes».
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Robert Basic
La palabra «exigente» fue la más repetida en su comparecencia, ya fuera por el siguiente rival o por los desplazamientos. «El Valencia es un equipo exigente con una propuesta muy determinada, con alta velocidad y mentalidad de jugar en algunos momentos que no todos los equipos están acostumbrados y ellos aprovechan para castigar. Buscan las canastas de tres puestos. Es un día para tener un punto de mira más amplio porque ellos te proponen cosas exigentes».
La defensa es una de las claves para intentar sorprender a los taronjas. «Necesitamos un nivel defensivo como el que tuvimos el día del Madrid, hacer un buen trabajo en el rebote y tener nivel de acierto. El día del Madrid tuvimos inspiración y encontramos a muchos jugadores», se felicitó. Enfrente se encontrará con una plantilla dirigida por un técnico con muchas tablas. Ponsarnau alabó a una persona con la que ha coincidido en su carrera. «Respecto a trabajar con Pedro (Martínez), fue una bocanada para reconducir mi carrera profesional como entrenador y para tener nuevas motivaciones, como redescubrir la pasión de este deporte desde la perspectiva de entrenador. Le debo muchísimas cosas», se sinceró.
Habló de su periplo en Valencia «como una etapa trascendental» en su carrera profesional. «Fue un momento bueno porque hubo títulos, aspirábamos a todo y fue muy especial. Tanto como ayudante y primer entrenador creo que hice un buen trabajo y eso queda en la retina. Sirve para ser mejor entrenador en el Bilbao Basket, que es lo que más me preocupa», declaró, para reconocer que el de Valencia «es un sitio un poco más difícil».
En cuanto a la disponibilidad de sus jugadores dijo que Rabaseda está recuperado del golpe recibido en Eslovaquia. Incluso volvió a la pista en el tramo final del partido ante el Prievidza. «¿Puedes?», preguntó el entrenador al de Ripoll. «Si el árbitro me deja sí», le respondió el capitán ya sin sangre en su boca. También habló de Rubén Domínguez y su progresión. «En la pretemporada ya estaba llamando a la puerta y motivaba pensar en él. Vamos bien, que todo el mundo tenga paciencia y confíe en mí», subrayó.
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