El Bilbao Basket piensa en Jaume Ponsarnau

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Robert Basic

El Bilbao Basket es un destino atractivo para los jugadores y entrenadores, con un ecosistema perfecto de cara a la realización de un trabajo que se desarrolla en un clima de confianza y paciencia. Con recursos limitados, algo que no es ningún secreto, el club y la dirección deportiva confeccionan plantillas que suelen rendir por encima de la inversión realizada y gozan de un apoyo incondicional de la grada. Los hombres de negro piensan que Ponsarnau puede ser la solución perfecta para coger las riendas del equipo en un año con dos competiciones, la Liga Endesa y la Basketball Champions League, un profesional que acumula 12 temporadas en los banquillos de la ACB como entrenador principal. Es cierto que viene de una mala campaña con el Zaragoza, conjunto que acabó despidiéndole, un tropezón que no invalida sus credenciales como un gran conocedor del campeonato doméstico.

Ponsarnau dirigió seis años al Manresa, dos al Gipuzkoa Basket –fue cesado en la segunda campaña tras un arranque de 0-8–, tres al Valencia y uno al Zaragoza. Sus mejores resultados fueron con el combinado taronja, con el que incluso ganó la Eurocup en el curso 2018-2019 y jugó siempre las semifinales de la Liga Endesa, algo que este curso no ha logrado Joan Peñarroya. La pasada temporada voló con los de La Fonteta, con un total de 27 victorias en la ACB. Al final decidió no continuar en el banquillo naranja y se comprometió con los aragoneses, movimiento que no dio los resultados deseados. Se marchó de la capital del Turia como el segundo técnico con más partidos en la historia del club, solo por detrás de un mito como Miki Vukovic. Ahora el Bilbao Basket estudia confiarle las riendas de los hombres de negro, donde su segundo sería Javi Salgado. Un apoyo fundamental para aterrizar con seguridad a una plaza nueva.

El Surne necesita resolver el tema del entrenador para centrarse en la confección de la plantilla. Con cuatro piezas renovadas –Hakanson, Goudelock, Rigo y Reyes–, la franquicia de Miribilla necesita incorporar al menos a ocho jugadores. Todavía no hay respuestas a las ofertas de renovación planteadas a Rafa Luz y Damien Inglis –es difícil que continúen–, por lo que el club escudriña el mercado. Rafa Pueyo, director deportivo, tendrá que afinar de nuevo el tiro y ver lo que nadie ve para componer un grupo de garantías en una campaña con dos frentes abiertos. Cuando se tenga el técnico asegurado, y Ponsarnau está bien encaminado, toda la atención será para los profesionales a los que se intentrará vestir de negro.