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Bilbao Basket 90 - 73 Granada | Liga Endesa

El Bilbao Basket logra un triunfo que vale su peso en tranquilidad

Con un impecable trabajo colectivo y liderado por Smith y Reyes, el Surne lamin al Granada y recupera además el 'average'

Sábado, 11 de febrero 2023

Tardaron en meter el turbo, pero cuando lo hicieron se convirtieron en una mota en el horizonte (90-73). El Granada ya no les veía, inalcanzables, por fin a gusto con el balón en las manos y clarividentes ante el aro rival. Los hombres de ... negro dejaron lo mejor para el final, cuando supieron gestionar los nervios, confiar en su juego y dar la puntilla al rival. No solo ganaron y se estiraron hasta los 90 puntos, su tercer mejor registro anotador en lo que va de ACB, sino que pasaron por encima de los andaluces y recuperaron el 'average'. De perder de 15 en el suelo nazarí a ganar de 17 en Miribilla, que respondió a la llamada de la necesidad –8.283 fieles apoyaron– y disfrutó con el Bilbao Basket. Un equipo liderado por los inmensos Adam Smith (21 puntos) y Álex Reyes (17), sin olvidar los 15 rebotes de Withey y la aparición estelar de Ludde Hakanson para romper la racha negativa, regalarse una victoria tranquilizadora y marcharse al parón con la calma que dan los nueve triunfos como nueve soles.

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El juego era al principio un columpio de pequeños parciales. Un 5-0 del Bilbao Basket contestado con otro 0-5 del Granada, pegados como siameses al nacer. Los hombres de negro estaban colgados del brazo de Adam Smith, con siete puntos en el primer cuarto, y los andaluces del de Bropleh, quien igualaba los registros del americano. La gran asignatura pendiente era la anotación, el talón de Aquiles del equipo de un tiempo a esta parte, que trataba de hacer fluido su baloncesto y buscar las mejores opciones. Los 20 puntos del período inicial no eran un mal botín, pero la defensa no estaba afilada ni ajustada y permitió a los andaluces encontrar canastas fáciles.

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Con dos arriba tras el tanteo protocolario (20-18), Francis Alonso abrió el segundo período con un triple. Lo necesitaba el malagueño, sumido en un proceso de oxidación anotadora del que intenta liberarse y romper las cadenas que aprietan su muñeca de seda. Ludde Hakanson fue recuperado para la causa tras dos encuentros de baja. Se nota que al sueco aún le falta para sentirse poderoso e imparable, pero incluso mermado es un volcán en erupción. El parón le vendrá de maravilla, un período de descanso activo en el que debe curarse. El Bilbao Basket trabajaba bien en ataque, cargaba de maravilla el rebote ofensivo, con Reyes y Andersson aportando desde la línea mágica. Una canasta de dos de Alonso puso siete arriba al equipo (30-23) y obligó a Pablo Pin a pedir su primer tiempo muerto.

Igualdad y despegue

No le sirvió de mucho al técnico granadino porque el Surne encontró inspiración en el perímetro y se puso 12 arriba (35-23). Un parcial de 9-0 que solo pudo ser enfriado por Luke Maye, prácticamente el único argumento ofensivo de los nazaríes en este cuarto. El americano metió ocho puntos casi seguidos –él y Bropleh sumaban 20 de los 34 de los andaluces al descanso– y revitalizó a los suyos. Smith, quien se pasó mucho tiempo en el banquillo, salió para tirar de los bilbaínos y mandarles ocho arriba a los vestuarios (42-34). El guion del partido se escribía con bastante corrección y tocaba poner el broche en la segunda mitad.

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Daba la sensación de que solo faltaba pegar un arreón y perderse en el horizonte. Pero el Surne no terminaba de hacerlo y el Granada empezó a creérselo. De un 44-36 se pasó al 50-51 después de que la mano de Costa fuera tocada por los dioses. Ocho puntos en un abrir y cerrar de ojos, más un triple de Renfroe, supusieron un parcial de 1-9 e igualdad máxima. Tiempo muerto teñido de negro. Reaccionaron los vizcaínos con un 6-0 gracias a Reyes y Withey y devolvieron el golpe. Apareció el base sueco con una canasta de dos y un robo de balón para clavar una de tres y levantar Miribilla (61-53). Aire. Los árbitros pitaron una antideportiva a Alonso que dio al Granada dos tiros y balón. Minimizó los daños el equipo y cerró el tercer período con un acierto desde los 6'75 de Hakanson (64-55).

El equipo estaba en modo demolición y apretó el botón de destrucción masiva. De aquel 50-51 se pasó al 69-55 (un parcial de 19-4). El Bilbao Basket volaba, encestaba con facilidad y Withey reinaba en pintura. De repente, se abrió la posibilidad de recuperar el 'average'. Hakanson mandaba misiles. Entraron. Y se logró el objetivo. Una inyección de tranquilidad antes del parón.

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