Bilbao Basket 82-80 Barça
Radicevic obra el noveno milagro del Bilbao BasketJornada 26 ·
En un partido colosal de los hombres de negro, un triple del serbio tumbó al Barcelona en el último segundo e incendió MiribillaSecciones
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Bilbao Basket 82-80 Barça
Radicevic obra el noveno milagro del Bilbao BasketJornada 26 ·
En un partido colosal de los hombres de negro, un triple del serbio tumbó al Barcelona en el último segundo e incendió MiribillaCon el equipaje justo y hombres escasos, el Bilbao Basket ha mirado este domingo a los ojos al Barcelona y le dijo que no le tenía miedo. Le dijo que se partiría el alma en la cancha, que si quería ganarle lo haría por encima ... de su cadáver. Y el cadáver se levantó para ganar un partido épico, de infarto, en el segundo final con un triple estratosférico de Nikola Radicevic. Suyos fueron los últimos ocho puntos del Surne, después de un partido malísimo del base. Pero apareció en el momento de la verdad –como ante el Zaragoza– para obrar el noveno milagro de los hombres de negro en sus duelos con los blaugrana en casa. Habían superado a los culés ocho veces como anfitriones. Ya son nueve.
No estáis soñando. Esto pasó. Los últimos segundos de @nikoradicevic contra el Barça ya son historia del Bilbao Basket pic.twitter.com/hKH6i47Wih
— Surne Bilbao Basket 😎 (@bilbaobasket) April 10, 2023
Con el 79-80, Radicevic hizo que los suyos renacieran en el Domingo de Resurrección.Sin Hakanson, Francis Alonso y Withey, lesionados, y con Barandalla y Chacón alistados para la causa, el Bilbao Basket se vio ante un ochomil. Estaba en pleno invierno y la única ruta era la de la cara norte, cubierta de hielo. Había que subir por ahí, o al menos intentarlo. Los milagros no ocurren si uno no los busca así que los hombres de negro cogieron el poco equipaje que tenían, el piolet, la bandera y comenzaron con el ascenso. Lo hacían al calor de las 11 victorias como 11 soles que brillaban en su casillero, suficientes como para no quedarse sin el aire si el Barcelona les cortaba el oxígeno.
No tenían nada que perder los expedicionarios de Jaume Ponsarnau. Buscaban la novena hazaña ante los blaugrana, que venían de caer en Milan en la Euroliga. Avisados por los tropiezos del Madrid y Tenerife –cayeron frente al Breogán y Betis, respectivamente–, los culés no querían sorpresas. Y se llevaron una enorme. Los vizcaínos clavaron su pica en la montaña azulgrana y están a un triunfo del play-off.
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Emir Sulejmanovic se puso al frente de la cordada. El bosnio, con pinturas de guerra, invitó a los suyos a seguirle. Abría el camino con una muñeca caliente. Suyos fueron 11 de los primeros 12 puntos del Bilbao Basket. Miribilla entonó el habitual «¡Sule, Sule!». Los de negro se pusieron tres arriba (12-9), pero la muñeca de Kyle Kuric escupía veneno. Tres de tres desde la línea mágica del 'killer' de Indiana permitió al Barça recuperar la ventaja, con la colaboración de Sanli. Entre Rabaseda y Reyes fabricaron el 18-17, pero un parcial de 0-5 cerró el cuarto inicial con los bilbaínos cuatro abajo. Peleaban con todo y a falta de recursos defendían con el alma, con las uñas, dando la cara sin importarles que se la partieran. Así se exploran los milagros, con fe y sudor.
Orgullo y trabajo
El máximo exponente de esta actitud defensiva era Agustín Ubal. Robaba balones, sacaba faltas en ataque, cortaba líneas de pase. «¡Uruguayo, uruguayo!», premió Miribilla su esfuerzo. No estaba acertado en el ataque, hasta falló bandejas fáciles, pero lo recompensaba todo con una entrega espectacular. El Barcelona aprovechó unos segundos de despiste para marcharse seis arriba (20-26), y entonces trabajaron Reyes y Smith con un dos más uno para suturar la brecha. Aguantaban los bilbaínos, pegados como lapas, dispuestos a ir hasta el final en la persecución de un sueño. Intensos y duros, dieron la vuelta al marcador (30-29). Con el traje de faena puesto, avanzaban por caminos no explorados. Los blaugrana pisaron el acelerador con triples sobre la bocina de Laprovittola y Mirotic y firmaron un 0-8. Ubal metió un tiro libre –los árbitros no le dieron la canasta que pedía el pabellón entero– y el partido se fue al descanso con los vizcaínos vivos (31-37).
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Volvieron con la mirada afilada y el mismo propósito de pelea. Se vieron ocho abajo (31-39), pero entonces apareció el mejor Adam Smith para llevar el fuego en la oscuridad. Metió ocho puntos, dos triples incluidos, escoltado por Rabaseda y un gran Kyser para fabricar un parcial de 15-4. Se pusieron tres arriba (46-43) y Miribilla temblaba. También Jasikevicius, de ira. Entonces el Barça se colgó de Laprovittola y Abrines. Los hombres de negro devolvían cada golpe, cansados pero agarrados a la montaña, y ganaron el tercer cuarto cerrándolo a cinco (52-57). Lo malo eran las cuatro personales de Sulejmanovic y las tres de Adam Smith. Más piedras en el camino.
Mordían el ochomil los hombres de negro, limaban sus aristas en un último cuarto durísimo. Abrines escupía fuego y el Surne suturaba la brecha desde la línea de castigo. Del 52-60 se pasó al 64-64. El Bilbao Basket le recordó entonces al Barça que si quería ganarle tendría que pasar por encima de su cadáver. Con Sulejmanovic eliminado y hasta con una falta de saque pitada a favor del Barça a falta de 14 segundos para el final, los culés estallaron de alegría con un triplazo de Abrines (79-80). Quedaban Seis segundos. El Surne resucitó en el último, en las puertas del infierno. Radicevic obró el milagro y llevó a Miribilla a la gloria. Un bonito regalo para el fallecido periodista Luis Fernando Baranda, que aplaudió desde el cielo la hazaña de los vizcaínos.
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