París Basketball - Baskonia | Hoy, 20:45 horas
El 'pequeño' Ivanovic se quita el traje de hierro en París. «Intento tener el rigor de mi padre y dar un toque más de empatía»París Basketball - Baskonia | Hoy, 20:45 horas
El 'pequeño' Ivanovic se quita el traje de hierro en París. «Intento tener el rigor de mi padre y dar un toque más de empatía»Del colegio de Marianistas, en el corazón de Vitoria, guarda «estupendos» recuerdos Stefan Ivanovic (Podgorica, 1986), hijo de Dusko y ahora también entrenador. «No se explicaban que tuviera fallos con el español después de estar cinco años en Girona, pero es que allí se hablaba ... catalán», recuerda desde París. Allí se ha reunido con Tiago Splitter, de Corazonistas. No hay pique. Nunca lo hubo. El brasileño, un año mayor, le hizo un hueco en su cuerpo técnico. Dos hijos del baskonismo debutando en una Euroliga despiadada con los banquillos. «Una semana eres la hostia y la siguiente muy malo», tienen asumido. Hasta el momento, cumplen con nota. Hoy, se miden al Baskonia en un partido «especial» para ambos.
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Se conocieron en el año 2000. «Hace más de 20 años tú, qué viejo», renuncia a la juventud el montenegrino. Stefan entró en las categorías inferiores azulgranas tras el aterrizaje de su padre. «Decían que tenía buena mano», descubre. De azulgrana, jugó en cadetes con Ibon Navarro y después como júnior con David Gil hasta ponerse a las órdenes de Dusko Ivanovic. «A veces comento con Tiago situaciones graciosas de entrenamientos criticando a mi padre pero vamos a guardarlas. También tuvimos juntos muchos entrenos individuales con Oskar Bilbao en la pista de atletismo y en la cancha con Iñaki Iriarte», rememora.
Lejos de la leyenda viva de su padre, a la que deja que sean los demás los que le pongan adjetivos, él también es historia del club: el jugador más joven en debutar con la camiseta azulgrana en la Euroliga. 17 años y 105 días. «¿En serio? No tenía ni idea.Sí que jugué en dos partidos un minuto en cada uno». Fueron 95 segundos en su estreno ante el Slask Wroclaw polaco el 3 de diciembre de 2003. «Tuve un tiro que pensaba que entraba pero no». No crean que Dusko le pintó una jugada para él. «Qué va. Faltaría más. No me mimaba. Me llegó el balón y no me lo pensé». El técnico balcánico aplaudió el arrojo, pero no la ejecución. «Me dijo que estando sólo como podía haber hecho ese lanzamiento», declaró en su momento.
Esa fue la única temporada que estuvo en la dinámica del primer equipo antes de irse a Suiza por una cuestión del pasaporte pero regresó para hacer la pretemporada de 2008 en Cabeza de Manzaneda (León). «Faltaban jugadores y me dijo 'vente, que así te pones en forma y me haces un favor'. Me arrepentí muy rápido. Eran muy, muy duras». Por respeto, no desgrana más, pero no desmiente el mito de que sólo necesita dormir tres horas. «Me lo creo porque siempre es el que se despierta primero y no se acuesta pronto. Y en la cama ve muchos vídeos, lee, sale a pasear… El dormir menos te deja tiempo para hacer muchas cosas», bromea.
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Antes de ese 2008 Stefan ya había tomado una decisión. «Tenía cierto potencial pero también era muy buen estudiante. Así que me licencié en ADE y simplemente me dediqué a jugar en EBA». La decisión parece que fue la acertada. «Trabajé en Deloitte casi dos años y también hice un poco de e-commerce (práctica de comprar y vender productos a través de internet) con un par de amigos». Pero el flechazo del baloncesto seguía en su interior. «Cualquier trabajo no me llenaba como el basket».
Acabó su carrera entre Bélgica y Suiza, «ligas flojas», sostiene, y el Nyon le abrió la puerta de los banquillos. «Tuvimos un año muy malo que acabamos penúltimos. Al siguiente jugamos playoff y al otro jugamos la final de Copa. Digo con orgullo que mis principios fueron bien», repasa. En ese periodo, Dusko Ivanovic fue su ayudante en la sombra. «En verano iba con papel y boli y tomaba apuntes de lo que me decía». No parece el montenegrino un padre autoritario. «Tenía que insistirle. Y en las cosas que le mandaba después de los partidos no se mojaba mucho. Me decía que yo lo sabría mejor, que estaba en el día a día».
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4 pretemporadas
a las órdenes de Dusko Ivanovic
Ahora Dusko pasa sus días entre Barcelona y Montenegro tras su última salida de Vitoria mientras Stefan vuela de la mano de Splitter. «Buscaba un cambio de aires y me puse en contacto con Tiago. Fue muy receptivo y yo salté de cabeza». Ninguno parece mantener el estilo del técnico más laureado de la historia del Baskonia. «Intento tener el rigor y la disciplina de mi padre en el modo de hacer las cosas e intento darle un toque más de empatía y cercanía de jugadores», afirma.
El que fuera internacional sub-18 con Serbia traza la figura de Splitter en el banquillo. «Tiene mucha paciencia, es muy tranquilo, reflexiona las cosas internamente, no se calienta y es muy respetuoso con todos. Lo está haciendo increíblemente bien». Suyo es el sello del «estilo rápido y distinto al del resto». «Si intentamos jugar como los demás nos van a ganar», aseguran. A Stefan le ha correspondido el 'scouting' del Baskonia. Les conoce bien.
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