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Pablo Laso, según sus exjugadores: «Es la mezcla perfecta entre la dureza del Baskonia y la complicidad con el jugador»

Su leyenda en los banquillos arrancó entre Estados Unidos y Castellón. A su llegada a la ciudad levantina, la directiva le comunicó que debía prescindir de Nahuel Calvo por falta de adaptación. «Y me quedé.Es un gran entrenador y grandísima persona», valora el exjugador hispano-argentino, sin tiempo libre para añadir más vivencias a sus órdenes. El técnico propició su continuidad y que prosperara en su carrera. «Me imagino que en el Baskonia también ayudará y participará en la toma de decisiones. Conoce muy bien el mercado Euroliga y puede ser una gran mezcla con la gran detección de talento que tienen siempre en Vitoria», considera el Chacho.

De Castellón pasó a Valencia, Santander y San Sebastián. El GBC fue su primera gran obra. «Nos sacó mucho partido. Creo que aquel Pablo no tienen nada que ver con el actual pero coincide en una cosa. Los jugadores están contentos con él porque en sus entrenamientos gustan y la gente va contenta al pabellón cada día», expone David Doblas, que sigue en activo a los 43 años en la tercera división japonesa. En las sesiones entretenidas plantó la semilla de su éxito en el Real Madrid, considera Sergio Rodriguez. Pese a las críticas recibidas por su perfil bajo, se mantuvo imperturbable. «Llegó en 2011 y casi todos los jugadores estaban en el Eurobasket. Quedábamos Carroll, Carlos Suárez y pocos más. Y las primeras sesiones fueron divertidísimas. Se percibía la forma de entrenar: muchos pases, mucho 3x3, 5x5, jugar, competir... luego llegó el resto y nos adaptamos muy bien».

El Madrid ganó la Copa en Barcelona ese primer año. «Veníamos de una época de dominio del Barça y su discurso era muy sincero. El objetivo era hacerles entender que si se relejaban, estábamos ahí. Y nos provocó un cambio de mentalidad tremendo», recuerda el Chacho. El conjunto blanco volvió a ser un equipo ganador, aunque el base canario creo que Laso marca la diferencia cuando pierde. «Las derrotas las lleva muy bien. Quizás sus mejores momentos sean ahí. Sobre todo en sus primeros años. Interpreta muy bien que el vestuario pueda estar preocupado, sobre todo en los jóvenes que no tienen ese bagaje, y enseña a relativizar un montón. Pone las cosas en su sitio sin tener que montar un drama. Eso el jugador lo valora y le ayuda, porque entiende que tiene que exigirse más pero sin tener la soga al cuello».

La Euroliga se les resistía hasta que llegaron refuerzos desde el Buesa Arena. «Mira que yo venía de ser un rival y pelear con muchos de aquellos jugadores, pero Pablito me integró de manera extraordinaria. Me hizo estar tranquilo y cumplir con un rol en el que jugué mejor a mis 35 años», evoca 'El Chapu' Nocioni, MVP de la Final Four de 2015. El técnico vitoriano «dejó huella» en el emblema azulgrana, como también lo hizo en el canterano blanco Dani Díez.

«Gracias a él debuté muy joven y estuve en la temporada que fuimos subcampeones de Europa. Aquel año hizo conmigo varios entrenamientos individuales de tiro y poste bajo, algo de que normal corresponde a los ayudantes. Se nota que fue jugador. Es exigente en el día a día pero en ataque te da libertad», señala el exazulgrana. El desarrollo de los jugadores jóvenes es otra de sus especialidades. «Él es justo. Les da una oportunidad y ve de lo que son capaces. Y como diga, este está para jugar, le va a tratar igual que a la máxima estrella», considera Doblas. En ese sentido, el Chacho considera que Laso parte con ventaja. «Como buen base, sabe identificar quién es bueno y quién no. Nosotros necesitamos de los demás para ser productivos y ahí tienes que interpretar rápido quién te va a ayudar».

Nocioni, en cambio, discrepa en la faceta de formar talento. «Él es un entrenador de equipo ganador. Y en el Baskonia se trata de ganar a la vez que desarrollas a los chicos. Para los jóvenes se rodeará de un buen equipo de trabajo. Su virtud es que sabe cómo tratar a los jugadores siendo un compañero y a la vez no dejar de ser el entrenador. Siempre ha tenido pasos positivos por los clubes así que no hay por qué pensar que en el Baskonia no vaya a ser así», considera el argentino.

Doblas, baskonista entre 1995 y 1999, apela a la estabilidad del banquillo. «En Vitoria las exigencias son enormes y a veces los entrenadores van saltando, pero me imagino que él lo habrá gestionado para tener continuidad. Es un tío de la casa, que va a tener buena sintonía con la grada y que va a fabricar un proyecto que yo creo que hacía falta para la afición», afirma el excapitán del GBC, que destaca que «Pablo siempre saca a relucir las virtudes de cada uno». «Sus equipos juegan muy bien en ataque. En defensa ha ido mejorando con los años, pero el ataque lo borda porque detecta rápido las virtudes de cada uno. A mí me decía que me podía tirar un triple por partido. Si lo metía, podía tirar otro. Si lo fallaba, como tirara otro me cambiaba». «A mí me dejaba tirar más», sostiene entre risas el Chapu.

De triples también puede hablar Sergio Rodríguez. El base mejoró notablemente sus porcentajes en el lanzamiento a partir de las semifinales ligueras del 2012 contra el Baskonia. «Él me daba la confianza para entender situaciones de juego, sobre todo en el que yo estuviese más liberado, y el click llega en los play off en Vitoria. Cuando no estás con unos porcentajes buenos, cada fallo lo sientes como una losa, y en ese momento cambió, y fue en parte gracias a que Pablo me hizo interpretar mejor diversas situaciones de ataque». ¿Y cómo lo hacía?

«Él trabaja muchos sistemas y ordena espacios y situaciones de juego. Y, además, hace entender a cada uno lo que hace bien y da las herramientas al jugador para estar en situaciones cómodas. Si a alguien que no se le da bien el pick and roll, pues intenta que no juegue el pick and roll. Eso lo hace muy bien para que todos se sientan a gusto en el juego. Si dominó la Liga como jugador, es el máximo recuperador y seguno mayor asistente es porque entiende muy bien el juego y es muy inteligente».

Doblas también subraya el carácter risueño y normal del técnico alavés. «¿Sabes dónde se ve eso? En que su cuerpo técnico está muy unido siempre. Son todos colegas. Son una piña. Es la mejor prueba para ver si un entrenador tiene ese punto humano, de saber llevar al grupo, de saber ser jefe y padre si es necesario. Te vas a otros entrenadores y ves que tienen movidas entre ellos, hablan mal, meten mierda por aquí y por allá. Y eso suele ser que el entrenador es más dictador o lo que sea», destaca cuando aún se desconoce quiénes serán sus ayudantes en el banquillo del Buesa Arena.

Nocioni y Doblas son dos personalidades fuertes con las que Laso ha tenido que lidiar en sus 20 años de carrera. «Conmigo en particular tuvo mucha paciencia. Yo era un jugador difícil en esa época. Era una puta cabra loca. Las liaba a pardas. Rompía puertas, no tenía ningún tipo de control sobre mí, hacía faltas tontas... Un desgraciado. Pero él da muchas oportunidades mientras que otros a la primera, se acabó», agradece el exjugador del GBC. «A mí me llevaba a la oficina, me ponía un café y me decía lo que me tenía que decir. Él dice las cosas como son, no oculta nada por detrás, es honesto con el jugador. Es la mezcla perfecta entre la dureza que necesita el Baskonia y que le interesa a la afición y a Josean (Querejeta), y la complicidad que precisa el jugador para sentirse identificado con él», considera el argentino.

Los cuatro exjugadores de Laso consideran que es un gran movimiento para el futuro del Baskonia, pero es difícil vaticinar qué dimensión puede alcanzar Markus Howard a sus órdenes. «Creo que Pablo también tendrá dudas a día de hoy. Hay que ver qué jugadores tiene alrededor. Todos tenemos una imagen suya que va a seguir porque es lo que es. Un súper talento, un súper anotador, pero igual con otro base diferente a McIntyre puede dar otras cosas», concluye el Chacho. Quién sabe si imaginando lo que podría haber sido unir la imaginación del canario con la fantasía del estadounidense.