Barcelona 89-93 Baskonia

La nueva espiral de Markus Howard

En una rotación raquítica de nueve jugadores, el astro azulgrana no anotó sus primeros puntos hasta casi el descanso. Un triple forzado tras un mal ataque que salvó Khalifa Diop tirándose al suelo y que el estadounidense convirtió en un 32-39 (minuto 18). O como en Belgrado ante el Estrella Roja, que no lanzó un triple hasta bien entrado el tercer cuarto y el conjunto alavés tuvo opciones de ganar hasta casi el final.

El conjunto de Pablo Laso se mantiene equilibrado en número de victorias y derrotas tanto en la ACB como en la Euroliga (2-2) sin actuaciones descollantes de su mejor jugador. Y esa es probablemente la mejor conclusión que puede extraer de este agitado inicio de temporada. Los 17 puntos en la jornada inaugural de la máxima competición continental han sido su máxima anotación del curso en una velada en la que siquiera fue el mejor baskonista del encuentro. La nueva espiral del escolta criado en Arizona y descartado por la NBA viene provocada por dos circunstancias: una atención defensiva extrema de los rivales y un trabajo de entrenador a la hora de hacerle leer mejor las situaciones ofensivas más favorables para el equipo.

No se puede decir que sus rivales le tengan tomada la medida a un jugador que ha anotado 12 puntos en 14 de sus últimos 15 partidos de Euroliga. Pero la intensidad y la persecución del menudo jugador azulgrana se ha intensificado. «Se le ponen cara a cara a ocho metros», le advirtió el hijo de Pablo Laso al técnico tras la victoria de mucho valor ante el UCAM Murcia. Anoche, Peñarroya utilizó a dos jugadores, Dame Sarr y Justin Anderson, prácticamente con la misión de que su expupilo no recibiera el balón. No se puede decir que ambos no cumplieran con su papel, pero las apariciones del norteamericano fueron letales. Lo fue el triple forzado tras otro mal ataque que supuso el 38-48 (min. 22) y aún más el convertido en los instantes finales.

Después de tiempo muerto, Pablo Laso pintó en la pizarra su 'carretón' que Jayce Carroll hizo popular en el Real Madrid. La jugada fluyó a la perfección, pero requirió de la exquisita calidad de Howard para mantener los siete puntos de ventaja cuando el Barça más apretaba. Justin Anderson se repuso de un resbalón para puntear el tiro, pero el ex de los Nuggets fintó, dio un paso al lado y la metió limpia. 9 puntos en total en 8 lanzamientos (3 de 7 en triples), de nuevo lejos de ser el azulgrana con más volumen de tiro.

Aquí entra en juego la labor de Laso y la madurez de Howard. El máximo anotador de la pasada Euroliga parece haber templado las ansias por anotar que le asaltaban en sus dos primeros años de militancia azulgrana. Así, a falta de un minuto para el final del partido y tras haber anotado el triple anterior, no se obsesionó con terminar el ataque a la que recibió el balón en una buena opción de tiro. Aposentado en una esquina y ante tanta vigilancia defensiva, su mera presencia genera espacios para sus compañeros.

Además, está mostrando un buen entendimiento con Donta Hall para encontrarle en la continuación del bloqueo en lugar de buscar siempre su tiro. En el Palau, dos asistencias y sólo una pérdida garrafal al final del primer cuarto. Mantiene vicios defensivos como meter la mano cuando el rival se dispone a levantar el tiro. Pero el descubrimiento de la templanza le favorece a la hora de disponer de una mayor ración de minutos. Un baloncesto más sosegado, pero que apunta a ser igual de determinante según avance la temporada.