Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Rondaba el verano de 2016 en Bolonia cuando una sacudida deportiva hizo temblar los cimientos baloncestísticos de la ciudad. La Virtus descendía a segunda división junto a la Fortitudo y pocos días después, un emergente alero de los bianconeros ponía rumbo a su máximo rival ... más allá de su conocido casco medieval. Con 20 años, Simone Fontecchio recalaba en el Armani Milán, firmando un contrato por tres temporadas y dejando unas desafortunadas declaraciones que posteriormente le pasarían factura. «El descenso de la Virtus me abrió una oportunidad increíble».
Su aterrizaje en el Forum Mediolanum fue el habitual de un jugador joven y sin experiencia que llega a un transatlántico de la Euroliga, que en aquella temporada inauguraba su actual formato de todos contra todos. Fontecchio, todavía una promesa que años antes rechazó las ofertas de varias universidades formativas en Estados Unidos, contaba con algo más de una decena de minutos en la Lega. Participó en 28 de los 30 encuentros, con promedios de 4,6 puntos por partido y porcentajes de tiro del 50% y el 42% en los lanzamientos de dos puntos y triples respectivamente.
Noticia Relacionada
En la víspera de Navidad se produjo su debut en la Euroliga con una la derrota en el Palau Blaugrana. Se fue ganando la confianza de Jasmin Repesa, entrenador lombardo en aquella temporada en la que también Zoran Dragic formaba parte de la plantilla, y disputó nueve partidos continentales más. Incluido otro descalabro más en el Buesa. Y es que los milaneses acabaron últimos con 8 victorias y 22 derrotas, y eliminados en las semifinales de Lega. Se alzó con la Copa, torneo en el que el alero solo participó en los cuartos de final, pero fue insuficiente para que el técnico croata salvara la cabeza antes de la enésima inversión estival de un club que deambulaba entre billetes.
Los fichajes y Simone Pianigiani le acabaron de cerrar el paso al exterior de Pescara. Hasta el punto de que Fontecchio solo disputó dos partidos de Euroliga y 4 de Lega antes de ser cedido al modesto Vanoli Cremona. Sus minutos crecieron exponencialmente, así como sus cifras, antes de encarar, de nuevo sin suerte, apeado en semifinales de la competición doméstica a manos del Dinamo de Sassari de Achille Polonara, su tercera y última temporada en la capital de la moda.
El bagaje total fue de 17 partidos de Euroliga y 66 de Lega en tres temporadas, residual e incompatible con la progresión esperada. «La competencia era feroz, pero no lográbamos trasladarlo a la pista. Repesa tenía fe en mí y me hizo pasar instantes inolvidables. Pero luego vinieron los malos momentos, cuando era difícil sonreír», confesó tras fichar por el Reggio Emilia. Antes, la Virtus y él trataron de volver a unir sus caminos, pero los 'tifosi' lo impidieron. Su poder en Italia es considerable.
Fontecchio no tardó de recuperar la sonrisa, perenne en sus dos últimas temporadas. Su máxima expresión se vio este verano con Italia, tanto en el Preolímpico como en Tokio, donde coincidió con tres jugadores del Milán a los que se enfrentará este viernes: Nicolò Melli, Giampaolo Ricci y Ricardo Moraschini, el también canterano de la Virtus, en donde coincidió con el hermano del baskonista Luca. Una motivación extra de cara a un partido ideal para empezar a mostrar su mejor versión individual y que deberá sentar las bases de la recuperación azulgrana. Para ello será clave la vuelta de Wade Baldwin, que ayer a las cinco de la madrugada recibió la llamada más importante de sus 25 años de vida. Su pareja dio a luz y ya es padre de su primer hijo. El quinto de la saga.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.