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Restaban 43 minutos para el inicio del partido y Moneke se encontraba sentado en una de las sillas de primera fila, con un balón en la mano y la mirada perdida. Sin compañeros alrededor, se alejó de la acción para concentrarse mediante un ritual que solo fue interrumpido por el saludo de un aficionado. El choque de manos le hizo levantarse y ensayar dos tiros más antes de regresar al vestuario junto al resto de sus compañeros. Les esperaba una batalla trascendental para el Baskonia y, por lo exhibido posteriormente, también para sus propios intereses, resuelta con unos números propios del mejor jugador de la jornada. 24 puntos, 8 rebotes y 4 asistencias para un total de 34 créditos de valoración.
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Al término del encuentro, desde el autobús que traía de regreso al Buesa Arena a la expedición azulgrana, el nigeriano agarró su teléfono móvil y dio continuidad a su reivindicación en Instagram. Propagó en el apartado de publicaciones instantáneas una imagen con sus cifras acompañado de un mensaje con tintes de revancha. «¿Algún interesado?», escribió en inglés en clara referencia a su condición de transferible. Una etiqueta que el club le ha colocado al jugador con mejores estadísticas de su rotación para tratar de recomponer a un limitado conjunto azulgrana.
Este periódico publicó el miércoles la intención del club azulgrana de buscar un traspaso para el exjugador del Manresa y el Mónaco, entre otros. La entidad vitoriana trataría de recomponer la plantilla a cambio de abordar la salida de uno de sus integrantes con mejor cartel en la Euroliga. La reacción del interior africano al ver también a muchos otros medios replicar la noticia no se hizo esperar. Publicó otra 'storie' con la imagen de Russell Westbrook asombrado.
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Iván Benito
Por la mañana, el Baskonia fue capaz de lograr la victoria tras la doble jornada intersemanal de la Euroliga por segunda vez en cuatro ocasiones. No sin antes sufrir varios amagos de embolia en cada uno de los tiros, como uno de media distancia de De Ridder o un triple de Kullamae, ambos con 58-62, o especialmente en los dos segundos finales. Gielo acababa de anotar un triple que ajustaba aún más el marcador. Sedekerskis se dispuso a sacar de fondo, pero no encontraba a quien recepciona el balón y los segundos pasaban. Finalmente le pasó la patata caliente a Trent Forrest, con una potencia desmedida por el agobio que provocó que el base no pudiera agarrar el balón. Tan solo logró acompañarlo hasta línea de banda, cuando llegó el bocinazo final. Los jugadores azulgranas y el más de un centenar de desplazados lo celebraron como los alumnos del instituto al escuchar el timbre de las 14:20 horas el jueves pasado.
Al lituano apenas le dejaron tiempo para el desahogo. Primero el propio Moneke, y después Pablo Laso, le recriminaron su errático saque en corto. A tenor de los gestos de todos los interlocutores, el capitán no pareció comprender las demandas de su compañero y del propio entrenador. La acción quedó en susto.Prevaleció la gran canasta de Kamar Baldwin después de que el propio Sedekerskis estuviera a punto de perder el balón antes de cruzar el campo, con el que el Baskonia rompió un parcial de 14-3. Y especialmente el triple más tiro adicional que anotó Moneke cuando más cerca veía la remontada el Bilbao Arena.
Desde el suelo, el nigeriano hizo su habitual gesto de celebración de juntar los puños. Una vez en pie, de camino a la línea de tiros libres, el ala-pívot nacido en Abuya realizó el santo y seña de su venerado Cristiano Ronaldo, que hizo popular la mueca de señalar el campo de juego. «Yo hablo aquí», decía el luso, al que Moneke lleva tatuado en uno de sus gemelos. Falló el tiro libre y anotó un mate con el que dio por sentenciado el encuentro, mascullando en cada acción en la que el juego se detenía y despertándose en el triple final de Gielo. Luego llegaría su mensaje. «¿Algún interesado?». Haciendo honor a su lema. «No soy nadie y nadie es perfecto».
Además, la mujer de Markus Howard también ha usado Instagram como canal para trasmitir su disconformidad por el criterio arbitral. Peighton ha subido el vídeo de la cuarta falta señalada a su marido con un contundente mensaje. «Normalmente no digo nada, pero esto es una basura. No le toca ni con el dedo meñique», sentenció con un emoticono de risa.
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