La misión del Baskonia de resguardar el don del rebote

Los tres partidos disputados por el cuadro vitoriano en la última semana mostraron una vía de agua que hasta la fecha no se había descubierto en la nave azulgrana. El Baskonia, el equipo que mejor rebotea de la Euroliga, al menos en cuanto a número total de capturas (39,7), se mostró frágil a la hora de cerrar los rechaces. El Armani Milán se agarró al partido el martes gracias a sus 11 rebotes en ataque. El París consiguió hasta dieciocho dobles oportunidades en sus ataques. Por último, el Gran Canaria capturó 13 rebotes en ataque para lograr otros tantos puntos de segunda oportunidad.

La media de 14 rebotes ofensivos en contra es una anomalía este curso en el Baskonia. El cambio de Donta Hall por Maik Kotsar y la recuperación de Khalifa Diop parecen haber logrado revertir las grietas del año anterior (de 34,9 a 39,7) y convertir al equipo azulgrana en un equipo fuerte en este apartado. El Baskonia recoge hasta 6,3 rebotes más que el Real Madrid de Tavares (34,4) en las siete jornadas disputadas de la Euroliga. Y 8,6 (31,1) más que el Barcelona, una faceta a explotar mañana en el intento de volver a conquistar El Palau. En el duelo de la ACB de hace menos de tres semanas, la victoria alavesa se cimentó en la sobresaliente protección del aro de Diop, quien defendió con menor solidez el domingo de su regreso a Gran Canaria.

La vuelta de Sedekerskis es un valor seguro para la lucha bajo los aros. El capitán baskonista tiene el instinto, la intensidad y el físico para ganarse la vida ante los pívots más altos y musculados y lograr entregar el balón a los exteriores. El Baskonia no ha cogido menos rebotes que su rival en ninguno de los 6 partidos oficiales que ha disputado el lituano. Una rotura de fibras en la zona del tendón de Aquiles le ha hecho perderse siete encuentros al que se ha echado en falta como a pocos. Lejos todavía de los 23 partidos en los que se ausentó debido a cuatro lesiones musculares en la temporada 2022-2023.

El curso pasado superó todos los contratiempos físicos y finalizó como el tercer máximo reboteador de la Euroliga. Solo superado por Josh Nebo y Serge Ibaka. Este curso promedia 5,3 en la Euroliga y 7,3 en la ACB. Al igual que ocurre con la defensa –el Baskonia es el segundo equipo que menos puntos recibe en la Euroliga y el segundo que más en la ACB–, los de Pablo Laso también tienen esa doble cara reboteadora en la competición doméstica. Después de seis jornadas solo bate en capturas defensivas (23) al Covirán Granada y al Basket Girona, los dos equipos que ocupan las posiciones de descenso, mientras que en ambos lados de la cancha también supera al Barcelona.

Para restablecer esta trayectoria repleta de altibajos, todo apoyo es bienvenido. Sander Raieste debería ser de ayuda para mejorar la versión liguera. Arrastra una pubalgia desde la pretemporada y no ha podido competir aún en plenitud de condiciones. Las aptitudes que le permiten aprovechar su altura desde la posición de alero para cargar con fuerza el rebote y defender a diferentes tipos de jugadores. No se le pueden pedir milagros tras la inactividad, pero sumar un jugador más a la rotación sería de ayuda al largo plazo.

Con la vuelta del estonio, el Baskonia vuelve a tener a toda la plantilla al completo y puede celebrar ser el único equipo de la Euroliga con la enfermería vacía. Ni tan mal, que diría Laso. Raieste completa una nómina potente de jugadores capaces de capturar más de tres rebotes por partido. Con Moneke, Diop, Hall, Sedekerksis, Ndiaye, Cabarrot, Rogkavopoulos y Forrest, base que, hasta la fecha, firma más rechaces que asistencias, los azulgranas deberían ser capaces de resguardar el don del rebote que poseen esta temporada.