El Palau blaugrana, el único pabellón inalterable en los 25 años de la Euroliga

«La previsión del club es empezar a construir el nuevo Palau en febrero de 2025 e inaugurarlo en 2027», explicó el responsable de la sección de baloncesto culé, Josep Cubells, en la presentación de Peñarroya. Aunque ya aseveró que aún estaba sin acabar «el proyecto que tienen que presentar los arquitectos», añadió el directivo. En las oficinas de la entidad azulgrana hace años que cuentan con bocetos de reforma y nuevos diseños del recinto anexo al Camp Nou, pero ni las directivas de Sandro Rosell, Josep Maria Bartomeu y ahora Joan Laporta han logrado todavía poner la primera piedra por una gestión financiera deficiente que arrastra desde años atrás.

El Palau es el pabellón más antiguo de la Euroliga. Inaugurado en 1971, en su momento se convirtió en uno de los más modernos y vistosos de Europa gracias a su cúpula de hormigón armado. Sufrió una remodelación en 1994 que aumentó el aforo de 5.696 personas a 7.334 personas, cantidad que en octubre de 2007 aumentó hasta los 7.585 gracias a la última reforma, según los datos del Barça. Una mejora insuficiente y manifiesta con el paso de los años.

La casa del Barcelona es el único recinto de la Euroliga que permanece inalterable desde el inicio de la competición allá por octubre del año 2000. En su 25 aniversario, todos los pabellones lucen un aspecto distinto y modernizado a excepción del Palau. «Quiero que el Barça tenga un pabellón que le permita generar recursos para ser competitivo a nivel de club de basket, que no necesite el apoyo del club de fútbol», insistía Bertomeu, quien puso el ejemplo del Zalgiris. «Un club modesto pero con un pabellón de 15.000 espectadores. No pierde un euro a final de temporada y está generando recursos que seguramente sean mayores que los grandes clubes», aseguraba en 2018. El conjunto lituano lleva dos temporadas consecutivas colgando el cartel de 'no hay billetes' en el 90% de sus partidos.

El Olympiacos y el Baskonia, los otros equipos junto a los de Kaunas y los culés en participar en todas las ediciones de la Euroliga, hace tiempo que remodelaron sus domicilios. Los griegos jugaron dos temporadas en el modesto Korydallos Sports Hall de El Pireo mientras se ejecutaban las obras de mejora del Pabellón de la Paz y la Amistad para los Juegos Olímpicos de Atenas. El Buesa Arena, por su parte, experimentó su última gran ampliación en 2012. El Maccabi amplió la Mano de Elías en 2005, el CSKA y el Real Madrid se mudaron a un recinto más grande y moderno, el Efes y el Fenerbahce crecieron a través de un nuevo pabellón y recientemente el Bayern y el Asvel han construido un nuevo hogar. Solo el Mónaco, con su minúscula Salle Gaston Medicine, incumple los requisitos junto al Barcelona.

La Euroliga lleva varios años solicitando al club blaugrana que dispute varios partidos en el frío Palau Sant Jordi, pero los socios se negaron en rotundo a un segundo traslado a Montjuïc. Otra opción es hacer un recinto con gradas plegables, como el de la Virtus de Bolonia, de manera temporal hasta que finalice el nuevo Palau, del que se comenzó a hablar al principio de los 2.000. Por el momento, el Baskonia visitará al Barça en la Euroliga por 14ª en el Palau.