El dueño de la Virtus asegura que ya habrá un equipo de Dubái en la próxima Euroliga

Casi de pasada, sin detenerse demasiado en la bomba, el mandatario de 77 años ha desvelado algo sobre lo que la Euroliga no se ha pronunciado aún. «La Euroliga sigue siendo una competición importante. Mucha gente la ve y hay muchas oportunidades, también porque un equipo de Dubái se unirá la próxima temporada», ha asegurado. En realidad, hasta que la competición no lo confirme todo queda como una anécdota protagonizada por un dirigente conocido por sus declaraciones grandilocuentes y disputas dialécticas.

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Pero el hecho del que el dirigente de uno de los equipos que compiten desde hace años en la Euroliga saque a la palestra el tema con tal contundencia vuelve a poner en el foco la presencia de un club de Emiratos Árabes Unidos. El Dubái BC persigue desde su reciente fundación la entrada en el selecto club que compone la élite continental. Aunque sus pretensiones de jugar ya esta temporada se vieron frustradas el pasado verano, cuando no recibió el apoyo mayoritario de la mayoría de los clubes propietarios.

Aunque sí que logró entrar en la ABA, la liga adriática de baloncesto, en la que compite desde este mismo curso. A base de una plantilla confeccionada con talonario en la que cuenta con, entre otros, el exbaskonista David Bertans, el Dubái es cuarto en el torneo con los mismos triunfos que el Estrella Roja y dos por detrás del Buducnost y Partizan.

Otro de los hitos recientes del pujante baloncesto emiratí ha sido acoger la Final Four de la Euroliga. Abu Dhabi será la sede de la resolución del torneo del 23 al 25 de mayo. El majestuoso Etihad Arena, construido en 2021 y con capacidad para 18.000 espectadores, será la sede de los partidos. Como señal de esa continua apuesta por hacerse con un hueco en el baloncesto europeo a base de talonario, Abu Dhabi firmó en febrero un acuerdo para convertirse en el «destino turístico» oficial de la competición.

Todo sucede, además, pocos días después de que la NBA mostrara su predisposición a desembarcar en Europa de la mano de la FIBA, enfrentada desde hace dos décadas a la Euroliga. Un cóctel de siglas plagado de incógnitas. La liga estadounidense pretende crear una especie de Superliga europea en la temporada 2026-2027 y la Euroliga se ha abierto a la posibilidad de entablar negociaciones para alcanzar entre todas las partes una solución de contexto.