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Casi un hora ha durado la primera parte del Unicaja-Baskonia. Además de dos largas visitas de los colegiados al Instant Replay, un problema electrónico ha ralentizado el juego. A falta de dos segundos para el final del primer cuarto, Cabarrot frenó la penetración ... de Kameron Taylor con falta, aún sin llegar al bonus. A los azulgranas les tocaba defender y el técnico optó por sacar a la cancha a Sander Raieste. La salida del alero estonio supuso una perturbación del acta.
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Pese a que el canterano estonio estaba bien inscrito, el documento digital del que disponían en la mesa arbitral no recogió bien el cambio. El de Tallín era invisible en la estadística y los árbitros optaron por parar el partido hasta resolverlo. Se tuvo que reiniciar los ordenadores y dispositivos electrónicos del Martín Carpena mientras el colegiado principal, Martín Caballero explicaba la coyuntura a los entrenadores. Los dos vitorianos bromeaban y se reían.
Una vez solucionado, con Raieste de nuevo inscrito, Laso e Ibon Navarro tuvieron que volver a firmar el acta. Agarraron el puntero digital y estamparon su rúbrica en la tablet de que todo estaba en orden. Un suceso anecdótico que se alargó hasta los casi siete minutos de reloj deun Unicaja-Baskonia que apunta irse más allá de las dos horas de duración.
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