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Un resultado «inconcluyente», ni positivo ni negativo, en un control antidopaje ha sido el motivo por el que Pierriá Henry está apartado del Baskonia. El club emitió ayer a las seis de la tarde un comunicado en el que anunció la «apertura de un expediente ... disciplinario y la suspensión provisional de su licencia» después de que la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) notificara previamente la inhabilitación. En una nota conjunta, el club y el jugador, al que cree en su inocencia e intenta defender hasta dónde llegan sus competencias, informaron del caso del estadounidense, que está lejos de resolverse y que mantiene en ascuas al baskonismo desde que dejara de jugar el pasado 13 de enero.
«Tanto el expediente incoado como la suspensión acordada no deriva de que el jugador haya dado un resultado positivo en el control antidoping por sustancias prohibidas, sino que deriva de una cuestión procedimental», recogió el club. Según ha podido saber este periódico, en la prueba 'antidoping' del base de Virginia no se encontró ninguna sustancia prohibida. Sin embargo, uno de los componentes localizados en esa prueba, que tanto fuentes del club como del entorno del jugador dicen no haber sido notificados de su denominación, es el que ha deparado el resultado nulo y las sospechas el organismo internacional.
El Baskonia se posiciona a favor del jugador «confiando en una pronta y satisfactoria resolución del mismo lo antes posible». A efectos prácticos, Henry sigue siendo jugador del Baskonia. Otra cosa es que vaya a poder jugar antes de que finalice la temporada. Ambas partes han acordado la suspensión temporal del contrato firmado el pasado mes de octubre hasta el 30 de junio de este año como la mejor solución posible a un culebrón al que todavía le quedan varios episodios por delante. «Cualquier novedad sobre la cuestión será notificada oportunamente», concluye el club.
La cadena de hechos que se notifican arranca el pasado 3 de noviembre. El Baskonia vence al Maccabi batiendo varios récords y los inspectores de la FIBA se presentan en el Buesa para realizar un control antidopaje de forma aleatoria a dos de los jugadores azulgranas. Uno de los elegidos fue Henry. Pese a que se trataba de un encuentro de Euroliga, con la que el organismo internacional mantiene unas diferencias casi irreconciliables desde la creación de la misma en el año 2000, conservan un contrato por el que la Federación Internacional se encarga de la lucha contra el dopaje.
El recinto de Zurbano tiene habilitada una sala para este tipo de situaciones rutinarias en la que entran los dos integrantes de la plantilla vitoriana, el médico del club y uno de los responsables de la FIBA, que tras la estrecha vigilancia habitual ratificó que que la toma era correcta, según las fuentes consultadas. Todo transcurre con normalidad hasta después del partido en Múnich, el 10 de enero, el último en el que participa. La FIBA notifica a Henry su resultado inconcluso y el estadounidense, perplejo, hace lo propio al club.
Mientras el jugador defiende su inocencia, el Baskonia inicia su maquinaria jurídica. Pide la cautelar para que su trabajador pudiera jugar mientras se resuelve el proceso iniciado y lleva el caso al Juez Único de la FIBA. La entidad vitoriana aduce la contaminación de la muestra durante la cadena de custodia, el trayecto desde que sale la analítica del Buesa hasta que es analizada. Por su parte, la federación internacional le deniega el permiso para que Henry continúe sobre la pista alegando que la muestra fue manipulada con orina sintética, algo que su propio responsable no percibió en el momento de la toma, siempre según las fuentes consultadas.
Dada la gravedad del caso, la institución de Zurbano también ha puesto el asunto en manos de la justicia ordinaria y le muestra todo su apoyo al jugador, pese a que por normativa no le ha quedado otra opción que abrirle expediente. El director de juego, por su parte, la sonrisa azulgrana, queda como el principal afectado. Acusado de una irregularidad que él defiende no haber cometido y marcado para el resto de su carrera. Henry se encuentra abatido y está siendo consolado por varios familiares desplazados desde Estados Unidos.
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En cada control antidopaje se toman dos muestras, por lo que la segunda toma será ahora analizada, tal y como dicta el protocolo. Si el resultado es negativo, el ente federativo quedaría muy expuesto jurídicamente pero si resulta que vuelve a ser nulo o se confirman las sospechas, la FIBA interpondrá una sanción definitiva al timonel. Algo a lo que el Baskonia trata de anticiparse. Encaja el golpe irreparable de tener que dar por perdido a uno de sus jugadores estrella sabedor de que el procedimiento no se va a resolver con celeridad y busca un sustituto en un mercado con poca oferta. Con el margen que le da el no tener que abonar uno de los salarios más elevados de la plantilla, espera encontrar una opción contrastada para no desperdiciar la opción de firmar una temporada ilusionante.
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