El Baskonia piensa en el base Hugo Besson mientras Baldwin se aleja en dirección al Maccabi

Al fin y al cabo, el Baskonia no hace más que reactivar el radar sobre un jugador al que sigue de cerca desde hace tiempo. A sus 21 años, Besson, de 1,94 metros de altura, es una de las promesas más firmes del baloncesto francés. Su carrera arrancó en el Élan Chalon, su club de formación y donde tuvo la oportunidad de debutar en la máxima categoría gala antes de dar un giro a su trayectoria al final de la temporada 2019-20. Prosiguió su maduración como jugador cedido en el Saint-Quentin, de la segunda categoría, durante la siguiente campaña para después prepararse en verano en busca del mejor puesto posible en el 'Draft' de la NBA, en el que se declaró elegible.

Una inoportuna lesión de tobillo llevó a Besson a retirar su candidatura para después perfilar nuevos horizontes profesionales. Completó la pasada campaña en el New Zealeand Breakers, de la primera categoría australiana. Allí promedió 13,9 puntos, 3,9 rebotes y 2,5 asistencias. Concluido el curso, Besson volvió a probar suerte en el 'Draft' celebrado la semana pasada, en el que fue elegido en el puesto 58 por los Pacers, que traspasaron sus derechos a los Milwaukee Bucks.

Ahora, el jugador de Angers busca nuevo destino profesional, con la NBA como prioridad lógica, pero también con la vía del retorno a Europa como paso posible. Ahí es donde se cruza de nuevo el Baskonia en su camino. La entidad azulgrana sopesa su incorporación, aunque todavía está por ver con qué jerarquía en su nuevo dibujo, apenas un boceto a estas alturas de verano.

La recomposición del timón baskonista se convierte en una cuestión prioritaria al mismo tiempo que se complica en extremo la voluntad azulgrana de prorrogar el contrato de Wade Baldwin. Al final, las diferencias económicas entre los protagonistas del mercado ponen al club en una posición de debilidad que ya conoce. La firme apuesta del Maccabi por el director de juego de New Jersey tiene un importante componente monetario, pero también emocional. Por un lado, todo apunta a que la propuesta económica trasladada desde Tel Aviv convierte en una quimera cualquier propósito de puja que pueda plantear el Baskonia. Además, en la operación cumple un papel esencial la figura de David Blatt, retirado de los banquillos debido a sus problemas de salud y ahora asesor del Maccabi. El extécnico ha jugado sus cartas a la hora de atraer a Baldwin. De hecho, fue el primero en apostar por el estadounidense en sus primer desembarco en Europa. Fue su valedor cuando ejercía de entrenador en el Olympiacos en la temporada 2019-20. Blatt ha vuelto a lanzar la red, pero lo que puede permitir cerrarla es la disponibilidad económica que ahora luce el club de Tel Aviv después de haberse liberado del contrato de Wilbekin, por el que incluso ha cobrado una compensación al traspasarlo al Fenerbahce. Medios de Israel apuntaban este martes que el contrato ofertado permitiría a Baldwin ganar casi tres millones de euros en dos temporadas si, al final, opta por vestir de macabeo.

Son cifras disuasorias para el Baskonia, que debe explorar un plan B en caso de que Baldwin se decante por la oferta del Maccabi. Su baja haría añicos el anhelo de renovar a un jugador de gran calidad, pero con un temperamento difícil. Por otro lado, también abriría otros caminos ya que quedaría liberada una de las dos plazas de extracomunitario. La segunda todavía corresponde a Alec Peters, con contrato para la próxima temporada, pero que se encuentra en el escaparate del mercado europeo con el Fenerbahce aspirante a reclutarlo. De quedar vacantes las dos plazas, el Baskonia dispondría de más margen para ahondar en la renovación de su plantilla después de un mal curso.

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