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Se trata de no ceder el paso al rival de turno en la defensa del 'uno contra uno', de coordinarse en las ayudas y mostrar la suficiente concentración para saber cúando se puede o no hacer cambios defensivos. Eso, en la parcela propia. Al otro ... lado, es cuestión de saber llevar el balón al lugar y a las manos del compañero adecuado con ritmo y precisión sin olvidar lo de explotar el talento. Se pueden aplicar todas estas recomendaciones cuando se trata de pelear contra el Real Madrid en su cancha, que no garantizarán el triunfo. Puestos a pedir, una pizca de suerte, que siempre viene bien o que alguno de los muchos referentes con que cuenta Chus Mateo no tenga la mejor de sus noches.
Es la fórmula para forjar hazañas como la que ambiciona el Baskonia esta noche en el pabellón de la madrileña calle Goya. A los azulgranas les espera un premio mayúsculo en caso de éxito. Un triunfo vale para lograr el acceso matemático al play in, esa frontera que no termina de cruzar el plantel vitoriano después de tres derrotas consecutivas en el frente continental ante Partizan, Zalgiris y Anadolu Efes. La mala racha deja a los alaveses sin apenas red.
El 'corte' en la Euroliga para seleccionar a los seis equipos con puesto fijo en los play off y al cuarteto del play in está a dos jornadas y el Baskonia todavía depende de sí mismo. Le esperan dos incursiones en la boca del lobo, la primera esta noche en la cancha del Real Madrid y la semana que viene en territorio del Virtus Bolonia. El forastero poco eficaz que no gana lejos del Buesa desde enero debe variar su dinámica para no quedar a expensas de los tropiezos de rivales directos para alcanzar el objetivo.
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«Probablemente ese parón nos ha hecho mucho daño. Perdimos continuidad de trabajo y algo de relajación seguro que había en ciertos jugadores, pero ahora tenemos que estar en un buen momento, porque jugamos partidos que deciden la temporada». Dusko Ivanovic reconocía ayer que aquel receso de más de dos semanas sin competir debido a la disputa de la Copa y las ventanas FIBA hizo mella en la progresión de su equipo. El montenegrino admite lo evidente; que su equipo necesita ser más agresivo en defensa. Sin embargo, ayer dío algún matiz más en su análisis, que no suele extenderse en aspectos ofensivos. «Este es un equipo ofensivo, su principal arma es el triple. En los últimos partidos estamos tirando muy mal, en malas posiciones. Tenemos que mejorar e intentar jugar rápido, con nuestra calidad que tenemos en ataque», recomendó. Todo un aviso a tiradores como Howard o Marinkovic y a los responsables de que la circulación de balón sea fluida. Léase, los bases.
El acierto exterior es el gran termómetro ofensivo del Baskonia y debe ser aún más decisivo ante un rival que tiende a dominar de una manera insultante el juego interior. Lo hace de la mano de un Walter Tavares cuyo carácter intimidatorio ya se conoce de sobra. Al poderío del caboverdiano se suma ahora Vincent Poirer, que vive su mejor momento desde que se enroló en el equipo blanco.
Al final, se trata de alcanzar ese equilibrio que ha extraviado el Baskonia en las últimas fechas para después cruzar los dedos ante el Real Madrid. El líder de la Euroliga y de la Liga ACB destila poderío, pero tampoco es ajeno a tropiezos. La pasada jornada ACB, el equipo de Chus Mateo cedió en casa ante el Manresa, que demostró que es posible hacer cosquillas al ogro merengue. Tampoco es que el Madrid sea pródigo en regalos en casa. Desde el inicio de campaña, tan solo ha sufrido dos derrotas como local ante el Fenerbahce y el Panathinaikos en la máxima competición doméstica.
Los datos
25% Es el porcentaje medio en tiros triples del Baskonia en derrotas ante el Partizan, Zalgiris y Efes.
2-0 Es el balance a favor de los blancos en sus duelos de este curso ante los vitorianos.
Rudy Fernández eligió la fecha del 4 de abril, precisamente el día en el que cumplía 39 años, para anunciar su retirada del baloncesto. El alero del Real Madrid, una de las grandes leyendas españolas del deporte de la canasta, pondrá fin a su glorioso periplo en las pistas a final de temporada. Así lo confirmó durante la rueda que dio ayer con motivo de la previa del duelo ante el Baskonia. «Esto se está terminando, está llegando el momento de pensar en otras cosas que no sean baloncesto. Quiero disfrutar de los meses que quedan. Retirada es una palabra difícil e impactante cuando la escuchas», señaló el balear, que cuelga las zapatillas tras coleccionar un palmarés asombroso. Dos veces campeón del mundo y cuatro de Europa con España, tres medallas olímpicas y 25 títulos con el Real Madrid (tres Euroligas, seis Ligas, seis Copas del Rey, nueve Supercopas de España y una Copa Intercontinental).
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