Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Salvando la enorme distancia entre los auténticos dramas sociales y los acontecimientos deportivos, cabe definir de trágica la semana que viene de firmar con tinta oscura el Baskonia. Una gira de resultados obtusos al encadenar la derrota de Belgrado, la dolorosa caída de Kaunas ... en vísperas de la ascensión al Calvario y la flecha que Kullamae lanzó el domingo con arco al corazón azulgrana en Bilbao. Cinco días de dolor que inciden en los problemas estructurales de un conjunto, vivo en España y Europa, que maneja Dusko Ivanovic desde finales de octubre.
Noticia relacionada
El mariscal, a quien se nota resignado en algunas declaraciones, heredó hace cinco meses un grupo de tiradores con carencias defensivas a contraestilo de su filosofía. Un equipo capaz de ganar a cualquiera en noches de puntería y por ese carácter que traspasa su comercial eslogan. Pero que también muestra, como en esta semana de hojalata, las costuras de su vulnerabilidad.
Huelga el debate sobre la peculiaridad de Markus Howard, el insólito tirador que asombra al continente entero en sus veladas de puntería sobrenatural. ¿Lo bueno? Que el club vitoriano dispone de él y el resto querría tenerlo. ¿Lo malo? Que su modo compulsivo de entender el baloncesto condiciona el juego de una escuadra encomendada al acierto exterior. Sus casi 19 puntos y el 40% de precisión desde el arco suponen un ideario que también abrazan otros lanzadores como Marinkovic, Díez, Moneke y Costello. Demasiadas balas sin elaborar para el criterio más cartesiano de Ivanovic.
Suele ocurrir que excelentes artilleros en pantalón corto, caso de Dusko, abrazan la defensa como entrenadores con la fe del converso. Aunque al montenegrino hay que reconocerle su catálogo de jugador total. Pues bien. O mal, desde su punto de vista. El técnico relevó hace cinco meses a un Joan Peñarroya célebre el curso pasado por espolear a un bloque muy dinámico que aprovechaba las primeras ventajas para multiplicar.
Y el actual jefe, aunque menos duro que durante sus etapas anteriores, se topa con un grupo de artilleros poco proclive al barro. Sólo los colistas Palencia y Granada reciben más puntos que el Baskonia (86,7) en la ACB. Y únicamente los dos que cierran la tabla continental, más Maccabi y Efes, admiten tanteos superiores en su aro que el cuadro alavés (83,4).
Hace una temporada desveló el Baskonia todo el esplendor de Darius Thompson. Y esta vez ha acertado, plenamente, con el fichaje de Codi Miller-McIntyre. 'El Lobo' apareció desde un segundo plano porque el pelirrojo Nico Mannion ocupaba más pantalla. Y, sin embargo, el máximo asistente de la Euroliga se ha destapado como un base físico, serio, vertical y estelar.
Pero el club mantiene la asignatura pendiente de un sustituto natural para el hombre del pasaporte búlgaro. Suena extraño comentar esto tras el el buen partido de Chiozza en Miribilla pero se requiere más peso específico como segundo guía que el proporcionado por él y Jordan Theodore. Teniendo en cuenta que el continente está poblado de dúos de primer nivel.
La gran apuesta del verano se ha reducido a una mueca de decepcion. La entidad de Betoño pagó al Gran Canaria la cláusula de Khalifa Diop, un pívot atlético y muy joven que ya había marcado territorio en la isla. Inversión económica y un contrato de tres años. Pero el 'cinco' senegalés no convenció a Peñarroya en el mes y pico del egarense y tampoco a Ivanovic, quien lo mantuvo relegado hasta su lesión para lo que resta de ejercicio. Diop estaba convocado a actuar en el tercer piso, según terminología del añorado Manel Comas, para contrarrestar el poderío físico de escuadras importantes de la Euroliga que pagan la nómina a un intimidador defensivo.
Félix Fernández, director deportivo, ya anunció en el otoño de 2022 que la entidad extendería el plantel hasta acoger a trece jugadores. Llegó 'Pi' Henry, quien va para quince meses sin competir por la sanción de la FIBA. Aquella baja sobrevenida volvió a reducir el grupo hasta la docena de apóstoles. Mannion, inadaptado aquí con los dos entrenadores, cedió la plaza a Chiozza y después llegó Theodore.
Pero el club no ha cubierto el cráter que teóricamente debía de dejar Diop en la zona. Las entidades opulentas se permiten plantillas extensas, pero el Baskonia sufre mucho ante ellas. Más con las inactividades forzosas durante la campaña del propio Khalifa, Chiozza, Rogkavopoulos, Howard y Sedekerskis. Y por el papel residual del canterano Raieste.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A la venta los vuelos de Santander a Ibiza, que aumentan este verano
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.