Adiós maestro

Pedro es un ejemplo de profesional íntegro, de los que no apartan la mirada y no esconden la mano después de pegar una pedrada; habla claro, asume sus responsabilidades sin esconderse debajo de la mesa y, sobre todo, actúa con la honestidad del entrenador que no babea para salvaguardar sus lentejas. Se nos va un campeón de Liga ACB, uno de los más deseados, ese al que le faltaban iglesias porque todo dios, la pasada temporada, lo elevaba a los altares. Pero cuando hay una Final Four en zapatillas de casa en el Buesa, malos resultados y peores sensaciones no aguantan ni las velas en el altar de Pat Riley.

Veremos si las decisiones tomadas en caliente no acaban dejándonos fríos. Don Pedro vuelve a ser historia baskonista, una vez más, y los bien nacidos le deseamos la mejor de las suertes aunque sabemos que no le va hacer falta porque va sobrado de conocimiento del juego. Nunca me han gustado las despedidas y menos de alguien al que aprecio y admiro; adiós maestro, un abrazo.

Pero la Liga sigue y debemos ser todos de Peras aunque te gusten más las manzanas, eso es así. Tenemos muchos retos por delante y una ilusión a prueba de destituciones. Por eso desde el domingo empezaremos a creer en un entrenador que conoce cada esquina de esta casa, lo que siempre es una ventaja para poder caminar hasta cuando caminas sin luz.

Perasovic tiene a partir de ahora todo nuestro apoyo y espero que el de sus jugadores, lo que es mucho más importante. Ojalá no tarde nada en dar con la tecla para que la música del juego no desafine, sea capaz de encontrar desaparecidos y a esos aros blandos que en los últimos tiempos han sido tan duros. Tengo claro que las ideas del nuevo entrenador deberán ser prácticas, ágiles, sencillas y claras, buscando con sus nuevos sistemas aliviar la desconfianza de algunos y tapar los agujeros negros de los últimos tiempos.

Velimir tiene las tablas del que ha pisado los parquets con frac y esperemos que sepa poner a nuestro equipo el traje adecuado para ocultar nuestras 'vergüenzas'. La tarea será dura pero siempre encontrará el apoyo de una afición que no olvida sus muñecas ni sus paseos por nuestro banquillo. Tras las noches de cuchillos largos debemos seguir soñando con las de vino y rosas.

Los balances y las decisiones tomadas habrá que valorarlas cuando se bajen los telones de las competiciones. Ahora, a pesar de que nos sigan temblando las canillas, no queda otra que remar en la misma dirección para que no se hunda el barco. El Baskonia casi siempre ha sabido salir de las situaciones más difíciles, y esta lo es, bastante airoso aunque al común de los mortales les deje casi sin aire.

Seguro que algunos jugadores estarán frotándose los ojos y otros las manos, siempre suele pasar, pero lo fundamental desde ya es que se pongan con ellas a la obra y vuelvan a recuperar aquellas sensaciones de los mejores días. No entiendo de magos, ni de varitas mágicas pero sí creo en la calidad del que la tiene, en el esfuerzo que se supone y en las soluciones que se dibujan.

Nueva etapa, tras las turbulencias de ayer, que deseamos encuentre vientos favorables, el juego estable y esos aros que como aquel famoso desodorante no te abandonen.

Ayer nos fuimos a la cama con mal cuerpo porque si tienes dos dedos de sensibilidad este tipo de situaciones duelen y hoy debemos levantarnos y soñar que, con el lavado de cara, las cosas puedan mejorar aunque algunos pensásemos que no iban tan mal como para que llegase el fin del mundo.

Mucha suerte a Velimir Perasovic porque toda la que tenga la tendremos también nosotros y, a sus jugadores, no digamos ya que de ellos depende la que tenga el croata. Bienvenido de nuevo Peras. Ongi etorri!!