Guruzeta el mejor: marca, defiende, recupera

Hizo un penalti sobre Aspas, a quien derribó con el brazo izquierdo. El gallego lo tiró por el medio y Agirrezabala casi lo sacó con las piernas. Luego salió muy bien para quitar la pelota a Douvikas e hizo un paradón a Marcos Alonso. Anduvo bien por arriba. Para sorpresa de todos, se quedó en el vestuario en el descanso y salió por él Padilla.

Empezó con dos malas salidas de balón. Sufrió mucho con los delanteros celestes y pronto vio una amarrilla por un agarrón. Nunca se le vio cómodo y hasta algunos despejes fáciles se le marcharon fuera. Luego se serenó, aunque no se acercó a su mejor versión. Al final cortó un pase de la muerte para evitar el segundo de los gallegos.

Arreglaba los desperfectos de sus compañeros, intenso como siempre y afilado en cada acción. Aspas le cogió la espalda en el penalti cometido por Agirrezabala, aunque tampoco ayudó que el centro del campo dejara de seguir al celeste. Cortó una peligrosa cabalgada de Bamba nada más empezar la segunda parte. Hasta tiró un caño a Bamba. Imperial.

Recuperó la titularidad después de la suplencia en Leganés. Nada más arrancar puso un buen centro a Guruzeta y luego inició la acción que acabó en gol del propio donostiarra. Sudó con Bamba, incómodo en el uno contra uno. Fue de más a menos, pero cumplió y hasta se midió en carrera a Aspas. Aguantó bien.

Volvió a tener minutos casi un mes después de su debut ante el Valencia, también como titular. Tuvo que emplearse a fondo con Hugo Álvarez, quien se empeñó en darle mala vida. Se limitó a las labores de contención y apenas cruzó la divisoria. No arriesgó y tampoco se ofreció por su costado. Terminó sin fallos graves y fue cambiado por Lekue.

Un remate suyo en el área llegó a Guruzeta, quien no perdonó ante Guaita. Pedía el balón a pesar de las vigilancias celestes, conscientes de que les haría polvo si le dejaran jugar a placer. Sacó una amarilla a Sotelo, quien le tiró para frenar una contra. Tiene un giro con el balón que es canela en rama. Creció con el paso de los minutos, más imaginativo.

Formó pareja con Jauregizar en la sala de máquinas, donde les faltó carbón. No pudieron con la medular viguesa, dueña del balón y del ritmo del partido. Ayudó mucho en las labores defensivas. Vio una amarilla por derribar a Aspas tras una pérdida de ‘Jaure’. Trabajó sin descanso, hasta vaciarse.

No estuvo fino como el día del Valencia, cuando brilló con luz propia. Fue superado por el centro del campo celeste, con muy poca relación con el balón. Perdió alguna pelota fácil y también peligrosa y nunca se vio capaz de construir. Fue el primer sustituido junto con Adama. Dejó su sitio a Ruiz de Galarreta.

Sin Nico, se hizo con la banda izquierda por delante de Djaló. Se jugó la roja con una entrada a Rodríguez que se quedó en amarilla. Hizo un control de dibujos animados en un pase de Sancet, y luego se inventó un centro con música que canjeó por gol Guruzeta. Firmó una bonita jugada al inicio de la segunda parte y su remate lo paró Guaita. Buen partido.

Galopó por la izquierda para recibir un pase de De Marcos, ponerlo en el corazón del área y ver cómo Guruzeta abría el marcador. Trabajó como siempre, generoso en el esfuerzo, y metió la quinta cuando más apretaba el Celta para marcharse en velocidad y servir un pase que Djaló cabeceó a la red. Le faltaron ocasiones.

La tuvo nada más empezar, pero su cabezazo se fue alto. Aviso. Segundos después abrió la lata con un gol de ‘9’. Metió la pierna para batir a Guaita tras una jugada entre De Marcos, Williams y Sancet. Luego firmó el doblete tras un gran centro de Berenguer. Estreno con dos goles su cuenta anotadora. No solo eso, sino defendió, se asoció y recuperó balones.

Sustituyó a Agirrezabala en el descanso. No pasó apuros y el trabajo que le llegó lo solventó sin problemas.

Dio descanso a Adama.

Dio equilibrio al equipo y condujo la contra del tercer gol. Termómetro.

Salió por Berenguer.

Fue salir y besar al santo. Marcó de un gran cabezazo a pase de Iñaki Williams y estrenó así su cuenta anotadora.