Teresita Zazá y las tres catedrales

Que esta guapa cacereña que hizo carrera en Argentina y llegó a cantar con Carlos Gardel haya entrado en la historia del Athletic no deja de ser una casualidad, producto de un pareado facilón al que unos hinchas rojiblancos un poco achispados no pudieron resistirse. Las fuentes históricas bailan, pero quedémonos con la versión que más se ha asentado en los últimos tiempos. El 14 de mayo de 1914, el mismo día que el Athletic se impuso en la final de Copa ganando al España de Barcelona en Irún, Teresita actuó en el salón Vizcaya de la calle San Francisco. En un momento dado, la cupletista se puso a cantar uno de sus nuevos éxitos, la canción del 'Alirón', y al llegar al estribillo final y repetir aquello de «Y las niñas ya no entregan a un galán su corazón, si no sabe enamorarlas al compás del ¡Alirón! ¡Alirón! ¡Alirón! Pom, pom, pom», los hinchas achispados se vinieron arriba y corearon «el Athletic campeón».

El ambiente no podía ser más propicio a la rechifla, de manera que todo el público celebró con entusiasmo la ocurrencia, la adoptó como propia y la siguió cantando esa noche por las calles. Y se hizo tan popular que 111 años después mantiene plena su vigencia, ahora como la formulación de un deseo irresistible de los aficionados rojiblancos, un deseo que le hierve en la sangre a Juan Carlos López Duque. Escuchándole, sentados en una terraza de la plaza mayor, el cronista no tarda en convencerse de que este periodista jubilado, director de la cadena SER en Plasencia durante 33 años, merecería una placa mayor que la de su vecina ilustre.

Juan Carlos, que gasta txapela y se hizo del Athletic por influencia de Jesús Azkuren Lekue, un ingeniero de la antiguo Iberduero que dirigió la instalación de la subestación eléctrica de Plasencia, no sólo es el presidente honorario de la peña 'Las tres Catedrales' -el nombre se debe a las dos de su pueblo y a San Mamés-, que surgió de una escisión de la histórica peña Placentina, ya desaparecida. Es también el perejil de todas las salsas culturales y reivindicativas de Plasencia. Preside la asociación cultural Pedro de Trejo, que tiene 71 años de historia y organiza presentaciones de libros, conferencias y actos vinculados a la historia placentina y de Extremadura. Y es fundador de la asociación 'Milana Bonita', creada en 2017 para luchar contra el desastre del transporte ferroviario en su región, un movimiento ciudadano que no deja de crecer.

Y no sólo eso. En mitad de la conversación, a la que se incorporan David Malpartida, el actual presidente de la peña, y Miguel Ángel Sainz, un santurzano de Mamariga que jugó en los infantiles del Athletic a mediados de los setenta, se instaló en Plasencia y ahora dirige una escuela de porteros en la localidad, Juan Carlos López Duque recibe una llamada de teléfono. Es su mujer y le da una mala noticia. En realidad, sólo le recuerda un viejo compromiso adquirido. Como cronista oficial de la villa que es en Cabezuela del Valle, va a tener que dar el pregón de la Fiesta del Cerezo en Flor. ¡Y coincide con la final!

- «No voy a poder ir», se resigna, indefenso ante una causa de fuerza mayor.

Sus amigos le acompañan en el sentimiento mientras hablan de un título que no sólo supondría mucho para el club después de cuarenta años de sequía sino también para ellos, peñistas irreductibles en territorio hostil. O al menos no muy amigable.

- «Aquí hemos tenido que luchar muy fuerte. Hemos sido una isla entre aficionados del Real Madrid, del Barcelona y del Atlético. También hay algunos del Betis. En su momento, en los años del terrorismo, fuimos unos apestadillos. Pero ahora es diferente. Estamos disfrutando muchísimo», explica Juan Carlos, que tiene a mucho orgullo haber sido el primer periodista -o uno de los primeros, concede- en entrevistar a Julen Guerrero. «Fue en un partido aquí con la selección Sub'16 contra Israel. El entrenador era Andoni Goikoetxea y fue él quien me dijo que le entrevistase porque ese chaval iba a ser un crack».

A Miguel Ángel Sainz, cuya escuela de porteros es una referencia en toda la provincia de Cáceres, algunos niños le aparecen estos días en los entrenamientos con la camiseta de Unai Simón. Saben cuál es su debilidad. Y es lógico porque nunca la ha ocultado. Tiene tanta ilusión de que el Athletic gane el título que se refugia en un discurso serio, prudente, muy técnico y profesional.

- «Veo mucha euforia. Igual demasiada. El equipo está muy bien. Ha mejorado mucho. Mira cómo se han activados jóvenes como Vivian, Prados e Iñaki Williams... Pero las finales hay que saber jugarlas. Influyen muchas cosas. Y el Mallorca no es un rival fácil, ni mucho menos. Sabe lo que tiene que hacer».

La plaza mayor se va llenando de gente y los tres peñistas lamentan que esa tarde el bar Albero, donde tiene su sede la peña, esté cerrado. David Malpartida pide una caña y enciende un cigarrillo. Trabaja de molinero en La Chinata, una de las marcas más conocidas del famoso pimentón de La Vera, y se hizo del Athletic por su padre y no de la Real por su madre, que vivió en Irún. Elecciones vitales. Este año sólo ha ido a un partido, el del Villamarín, uno de los peores que ha jugado el equipo de Valverde esta temporada. Quería volver a Sevilla para desquitarse en La Cartuja, pero no cree que sea posible porque no le tocó entrada en el sorteo de las peñas.

- «Lo cojonudo es que le tocó a mi suegro, que tiene noventa años y no puede ir. Y como las entradas son nominales, pues nada», se lamenta.

Como presidente de la peña 'Las tres Catedrales' y como simple hincha, David no deja de pensar en todo lo que aportaría una victoria el 6 de abril.

- «La afición se merece el título. Mira las finales que hemos perdido, pero el equipo lo sigue intentando y nosotros seguimos apoyándole. Y lo que va a ser también muy importante es entrar en Europa. Lo digo por el club y por nosotros, los peñistas de fuera, que tenemos que hacer tantos kilómetros. ¡Podremos jugar los sábados! Porque nosotros los domingos no podemos ir. Sabiendo el día, además, es mucho más fácil organizar los autobuses».

Juan Carlos López Duque empieza a metabolizar su ausencia obligada en La Cartuja. El cronista se pregunta si en su pregón en Cabezuela del Valle hará alguna referencia al Athletic. Activo y resuelto como es, ya piensa en otras cosas y se las revela como primicia a los visitantes antes de la despedida.

- «Queremos ponerle al Athletic dos calles. Una aquí en Plasencia, en una urbanización que se va a construir. El alcalde ya nos lo ha confirmado. Y la otra en Oliva de Plasencia, un pueblito que está aquí al lado. La alcaldesa es del Athletic y le hace ilusión».