Sancet, el pamplonés que silenció El Sadar

Pero el pamplonés, en Lezama desde categoría cadete y que desde anoche entrará en la lista de los futbolistas menos queridos -por decirlo de una forma suave- por la parroquia rojilla junto a otros navarros como Muniain y Berenguer, no había dicho su última palabra en El Sadar. Lejos de venirse abajo, el mediapunta se creció y sacó su fusil como nunca lo había hecho antes. Autor también de la última diana de su equipo de 2021 frente al líder de la Liga en La Catedral, ajustó el punto de mira en el escenario perfecto, su casa, para dar a los suyos tres puntos que saben a gloria y que deben servir, esta vez sí, para empezar a crecer.

La acción de su primer gol es para verla una y otra vez. Qué maravilla. Fútbol total, con precisión y eficacia en la salida de balón, la transición y la ejecución. Berenguer, que volvía a la titularidad después de haberla perdido teóricamente en beneficio de Nico Williams y Zarraga, hizo un control extraordinario y una gran maniobra en el centro del campo para dejarle al otro Williams le pelota en la banda derecha con tiempo suficiente para mirar -esta vez sí lo hizo- y colocarla con suavidad en el área. Mientras esto sucedía, Sancet galopaba hacia la zona de peligro y al mismo tiempo medía sus pasos para llegar con ventaja a la zona letal. Y vaya si lo hizo. Los defensas le vieron pasar como un rayo y para cuando se quisieron dar cuenta el pamplonés había conectado un cabezazo inapelable que suponía el comienzo de la remontada en la capital navarra.

El Sadar enmudeció y, para cuando trataba de recuperar el ánimo para trasladárselo de nuevo a los suyos, su antiguo vecino ya preparaba la segunda bala. En esta ocasión le tocó bailar en el área para hacerse un sitio mientras sus compañeros tocaban y tocaban en busca del pase definitivo. Lo encontró Óscar de Marcos, que en su partido 440 con la camiseta del Athletic -ha igualado al mítico Canito en número de encuentros disputados- intuyó el movimiento de Sancet y no dudó en pasarle la pelota. El mediapunta ajustó la posición, lanzó el cuerpo hacia adelante para dominar el golpeo y la envió con maestría al fondo de la red. Era el minuto 25 y el remate fue inapelable. El Athletic necesita un 'killer' y quizás lo ha encontrado en este futbolista de semblante inalterable poco dado a la expresividad que combina bien con los centrocampistas y además tiene llegada.

Los rojiblancos salieron con ambición en la segunda parte. Nada de guardar la ropa a la espera de acontecimientos. La desorientación de Osasuna era considerable y había que cobrarse la pieza, hacer el gol que sentenciara el choque. El cazador volvió a cargar su escopeta en el minuto 68. Berenguer, también anoche profeta en su tierra, recibió en la derecha y le dio una asistencia magnífica. Sancet redondeaba una jornada mágica que recordará siempre. Incluso pudo hacer un cuarto tanto en un disparo que se le fue desviado antes de que le sustituyeran.

Al término del partido estaba en una nube. «Ha sido la noche soñada con los tres goles. haberlo hecho además en casa es un plus. Se lo dedico a mi familia», declaró el futbolis pamplonés que silenció El Sadar con un 'hat-trick' espectacular.