Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
De nada valen tácticas y estrategias cuando un equipo se empeña en pegarse tiros en el pie uno detrás de otro. Valverde apostó por la misma alineación que le sirvió para empatar sin goles en el Villamarín, pero entonces sus jugadores respondieron con noventa minutos ... serios, de concentración plena y sin hacer una sola concesión al rival. No ocurrió lo mismo anoche en Anoeta y el Athletic lo pagó muy caro. A la Real le bastó con ir recogiendo los regalos que le hacían los rojiblancos para hacerse con una cómoda victoria, merecida, pero con un marcador demasiado abultado para lo que sucedió en el campo si hacemos abstracción de los decisivos errores de los rojiblancos.
El derbi es casi siempre una cuestión más mental que de fútbol. Y la disposición de la Real se vio incluso antes de que el Athletic pusiera el balón en juego: se lanzaron a presionar cuando todavía Guruzeta no había tocado el esférico en el saque inicial. Después, a lo largo del partido, esa mentalización de la que siempre hacen gala los blanquiazules en estos choques fue determinante en jugadas que acabaron siendo decisivas.
Aunque las comparaciones siempre son odiosas, no queda más remedio que acudir a la imagen del hiperventilado Kubo en contraste con la blandura de Vesga en situaciones que requerían una mínima contundencia. No es de recibo que un peso ligero como Silva robe el balón que se llevó el canario de entre las piernas del alavés. Culpar en exclusiva al centrocampista rojiblanco sería muy injusto claro, pero personificó los males que asolaron anoche a todo el equipo, castigado por su incapacidad para mantener un mínimo control con la pelota por sus constantes errores en pases fáciles. Basarlo todo en una presión casi suicida no puede ser la única alternativa. Take Kubo, en el otro lado, resumió el espíritu optimista y ambicioso de la Real Sociedad actual. El japonés estaba enseñando el camino a los rojiblancos, pero estos debieron de entender mal el mensaje y en lugar de igualar la apuesta decidieron hacerse el harakiri.
El error que propició el segundo gol local vino a remachar el clavo que ya tenía metido el Athletic tras la desafortunada jugada del primer gol, en la que los centrales se quedaron parados sin reparar en que De Marcos, que volvía de una disputa en la línea de fondo, rompía el fuera de juego.
Noticia Relacionada
Y cuando parecía que el Athletic podía aspirar a equilibrar el duelo en una segunda parte en la que empezó teniendo el control, llegó otra pérdida, aderezada con el penalti y la expulsión de Yeray; fue el último clavo en el ataúd rojiblanco. El árbitro, que ya estaba dando señales bastante preocupantes, acabó con el partido castigando doblemente a los rojiblancos en una jugada más que dudosa. Pero preguntar por el VAR es tan ocioso como culpar al árbitro de la derrota. El Athletic tiene que encontrar las respuestas en otra parte.
Cualquiera se echa a temblar cuando está trabajando con el ordenador y en la pantalla sale un mensaje que dice 'error fatal', porque se teme lo peor. Anoche el Athletic cometió tres errores fatales y la pantalla se le puso azul, blanquiazul más bien. Si hace siete días los rojiblancos se dedicaron a equivocarse una y otra vez en el área contraria, anoche decidieron retrasar unos metros su campo de operaciones para facilitar más si cabe las cosas al rival.
Lo que ocurrió ayer en Anoeta no fue ninguna novedad. Si le quitas el griterío y el factor emocional, el partido de los rojiblancos no se diferenció demasiado de sus últimas actuaciones. Enero se pone cuesta arriba al mismo tiempo que el Athletic sigue descendiendo posiciones en la tabla. Si no se corrige esta deriva con urgencia la marmota volverá a salir de su madriguera más pronto que tarde.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Fallece un hombre tras caer al río con su tractor en un pueblo de Segovia
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.