Repetir que Bordalás es un horror para el fútbol no sé si es una redundancia o un pleonasmo. Y lo cierto es que el Getafe vino a jugar a San Mamés, fue más pelotero que nunca, incluso antes de estar con ventaja. Se va a ... hablar mucho de Bordalás y si dio la orden para que un futbolista que se quejaba fuera del campo se tirase dentro. Bien podría decirse que era una actuación anecdótica, un bis de regalo marca de la casa, considerando el lugar del campo en que sucedió y la escasa trascendencia de la jugada interrumpida. Fue un puro tic, va en su naturaleza, como en el cuento del escorpión y la rana, pero la escasa importancia de la jugada denuncia seguramente mejor que ninguna otra las trampas del Getafe, la manera innoble en que los futbolistas de Bordalás fingen dolores imaginarios sin que los árbitros hagan algo.
Publicidad
Noticia relacionada
Juan Carlos Latxaga
Ahora bien, el partido no se lo cargó Bordalás, lo hizo Sancet con una entrada temeraria, más propia de un dantzari que de un futbolista, no de un luchador de artes marciales (no hubo intención de pegar), y que le costó la segunda expulsión en seis partidos de Liga, todo un récord. Pero también en esa jugada influyó seguramente la teatralidad del Getafe. La he revisado muchas veces en el vídeo y creo que Sancet no toca siquiera al futbolista del Getafe, o en su caso lo hace levemente, desde luego no se aprecian razones objetivas para que cayera fulminado, ni para que se retorciera en el suelo a causa de un dolor imaginario. La jugada es un disparate, una estupidez, a Sancet se le fue la olla, como se dice ahora, volvió a dejar a su equipo con diez y además no jugará contra la Real. Será sancionado por el Comité y debería ser al menos advertido seriamente por el club para que no vuelva a ser tan inconsciente. No sé si intervino el VAR, ni si fue requerida su opinión, en todo caso no tuvo tiempo para examinar la jugada con detalle.
Noticia relacionada
Con el Getafe y Bordalás siempre pasa algo, pero bueno, pongamos la mirada en el Athletic y en las buenas señales que dejó a pesar de jugar en desventaja. La mejor de todas fue la de un Iñaki Williams superlativo. Se mató a correr como siempre pero cada vez lo hace con mayor eficacia. Ataca, defiende, metió dos pases estupendos a Guruzeta, que fueron al portero y al palo, y sobre todo metió un gol extraordinario encarando a tres defensores del Getafe, pasándose el balón a la izquierda y clavándolo en la red tras acertar con el ángulo y la potencia precisos para que entrara rozando la cepa del poste, como decían los clásicos. La culminación perfecta de una jugada sencilla y precisa: pase larguísimo de Yeray, gran control de De Marcos, quien pincha el balón y se lo pasa de inmediato a Iñaki, para que marcara cuando el equipo más lo necesitaba. Un gran partido también de Ander Herrera, a quien era imposible que se le hubiese olvidado jugar al fútbol, y que aguantó en el campo casi hasta el final. Estuvo muy bien en general, pero sobre todo metió dos pases a un toque, tan imaginativos que son difícilmente previsibles para los defensas, de los que se ven muy pocos.
Accede todo un mes por solo 0,99€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.