«En San Mamés se puede ganar a cualquier equipo del mundo»

- Vienen de una batalla para meterse en una guerra. El Athletic es una roca, el Getafe es una pared. ¿Quién aguanta mejor los golpes?

- Jugar 120 minutos en Tenerife y con un jugador menos fue duro, pero bonito. Se vio la fuerza y la garra del equipo. Y ahora viene el Getafe, un rival rocoso, fuerte. Gana prácticamente todos los duelos y por eso está arriba. Ahora bien, jugamos en San Mamés y tenemos muchísimas ganas de ganarles. Llevamos demasiados empates seguidos.

- ¿Se sienten indestructibles?

- Para nosotros tampoco es agradable jugar dos prórrogas con dos equipos de Segunda y acabar en la tanda de penaltis. Hubiese sido mucho mejor acabar antes. Se ha dado así y hemos conseguido dar la vuelta a situaciones muy complicadas.

- ¿Qué pensó cuando dio aquel mal pase que terminó con la expulsión de Iago en el minuto dos?

- El primer error lo cometí yo. No se me quita de la cabeza. En ningún momento vi al jugador del Tenerife. Por mi culpa se encadenaron más errores y te sientes culpable. Más que por Iago, por Unai (Núñez). Le tocó retirarse en el minuto tres. No es agradable para nadie. Le pedí disculpas en el descanso. Somos compañeros y admití mi error. Ya está. Tampoco hay que darle más vueltas.

- ¿Han tenido que darle muchos ánimos a Herrerín?

- La afición del Athletic es exigente. A veces más de la cuenta. Incluso muchísima gente se pasa. La gente que insulta y se mete con mis compañeros no la considero aficionada. No están ni cerca del Athletic, de ningún sentimiento. Si ellos lo quieren creer así está bien, pero para nosotros no son nada.

- Estamos en febrero. ¿Qué objetivos ponen en la diana?

- Está siendo una temporada bonita. Todavía no estamos arriba, donde queremos, pero andamos cerca. Si hubiéramos encadenado unas cuantas victorias en vez de tantos empates estaríamos prácticamente en la Champions. La Copa es ilusionante, sobre todo por cómo ha ido, y ahora...

- ¿Y ahora qué?

- Nos ha tocado el Barça. El factor más importante es San Mamés. Hemos tenido esa suerte y sabemos que el campo va a estar a reventar. La afición nos va a animar y podemos lograrlo.

- ¿Hubo bajón cuando escucharon el nombre del Barça?

- ¡No! Fue un subidón cuando vimos que el partido era en casa. Es el Barcelona, uno de los mejores equipos del mundo, pero somos conscientes de nuestras posibilidades y de lo que podemos hacer. Prefiero eliminar al Barça en cuartos que tenerlo en la final. En San Mamés se puede ganar a cualquier equipo del mundo.

- Da la sensación de que están muy comprometidos con la Copa y que van a por ella.

- Sí. Se nos ha quedado mal sabor de boca en los últimos años, como aquel del Formentera. No pasamos eliminatorias. Este año nos lo hemos propuesto y hemos dicho que será especial. Cambiaba el formato, se juega a un solo partido y teníamos claro que si superábamos los primeros partidos en nada podríamos estar en semifinales. Ahora nos ha tocado un rival difícil, pero aun así tenemos muchas ilusiones puestas en la Copa.

- No hace tanto, dijo que veía al equipo en la lucha por la Champions. ¿Mantiene que es posible?

- Claro, obviamente. El Getafe es el que está marcando la zona Champions. Jugamos contra ellos y si ganamos recortamos distancias. Veo al equipo fuerte y con ganas. Es verdad que resulta complicado jugar la Copa y la Liga en tan pocos días, pero somos capaces de conseguirlo.

- Acaba de cumplir 25 años, es titular indiscutible y tiene prácticamente todo lo que necesita. ¿Con qué sueña?

- ¿Con qué sueño? Desde que tengo uso de razón, con que el Athletic gane un título. Qué mejor que conmigo en el campo.

- Superó un cáncer testicular dos veces. ¿Desde entonces relativiza los problemas, solo da importancia a lo que realmente la tiene?

- Esto (el fútbol) es un extra. Para nosotros es un lujo venir a entrenar aquí, ganar el dinero que ganamos y tener la vida prácticamente solucionada. Pero después de lo que ha pasado todo esto se queda a un lado, el fútbol está aparte.

- Conoció el significado del miedo. Jugar ahora al fútbol debe parecerle lo más sencillo del mundo.

- No es miedo, es respeto. Es el respeto a la palabra, a la enfermedad. Se habla de miles de cosas, pero si no pasas por ello no lo ves con los mismos ojos con los que lo vi yo.

- Da la sensación de que siempre está tranquilo, libre de nervios, ajeno a la presión. ¿Es así?

- Todo el mundo me lo dice. Pero no es solo jugando al fútbol, sino en cualquier circunstancia de la vida. Soy una persona tranquila. No tengo nervios. Soy feliz así y me va bastante bien.

- Pasa más tiempo con Iñigo Martínez que con sus amigos. Son una pareja que dura, irrompible.

- Sí, me encuentro muy cómodo con él, a gusto. Tenemos semejanzas. Lo que hace uno lo completa el otro y viceversa. Nos entendemos muy bien. Incluso jugando los tres centrales nos hemos compenetrado bien. Los goles han venido por errores tontos. Tenemos muchísma confianza en el compañero de al lado y eso se ve en el campo. Se ve la solidez y las pocas ocasiones que nos hacen los rivales. Luego nos llegan dos veces y nos marcan, pero no nos crean prácticamente ocasiones.

- ¿Está más cómodo en una defensa de cuatro o cinco?

- Es diferente. Con cuatro es más difícil defender, sujetar a rivales que juegan con dos delanteros, pero estoy cómodo. Es verdad que también me siento a gusto en una defensa de cinco. He tenido más libertad para sacar el balón, salir conduciendo. Disfruto.

- Les cuesta ganar, cuesta ganarles. ¿Viven felices?

- A todos nos gusta ganar, no siempre empatar. Aunque no pierdas... Contra el Espanyol y el Sevilla consigues ponerte por delante y ellos, en pocas ocasiones, te empatan. Te vas con un sabor agridulce. Nos vemos bien, nos vemos con bastante confianza y sabemos que vamos por el buen camino.

- Pese a los cinco empates seguidos en la Liga, Europa está a tres puntos. ¿Cómo lo interpreta?

- Este año la Liga está muy apretada. Cualquier equipo gana, el factor campo no es tan determinante, el Barça pierde partidos, el Madrid pierde partidos, el Sevilla también... Los equipos que están siempre arriba van pinchando y eso nos hace estar cerca de lo que queremos. Es bueno para nosotros.

- El Getafe va cuarto. Se mirarán en el espejo. Se parecen.

- Ellos tienen una idea clarísima. Juegan hacia adelante, no dejan que el rival les pille desprevenidos y tampoco dejan robarse la pelota. Nosotros también tenemos metida esa idea en la cabeza, pero si podemos jugar, jugamos. Se vio en Tenerife con uno menos. Somos capaces de hacerlo. A veces cometemos fallos, no muchos, y acaban en gol. Podemos jugar bien al fútbol, crear ocasiones, hacerlo bien.

- ¿El Getafe es tan duro como parece?

- Sí. No es un equipo en el que ves a un chico y dices 'qué fuerte está'. Es más bien que en el cuerpo a cuerpo, en las disputas y en cada acción van con todo, con garra, y les da igual hacer falta, miles de faltas.

- ¿Le parece bien?

- Cada equipo tiene su estilo y su manera de jugar. En el fútbol nadie te dice que no puedes hacer falta. Cada uno sabe lo que le va bien. A ellos les va bien. El año pasado entraron en Europa y a punto estuvieron de meterse en la Champions, y ahora van cuartos. Están haciendo buenas temporadas. Si les va bien, no lo van a cambiar.

- El Athletic nunca ha ganado al Getafe de Bordalás.

- Es verdad. Este año hemos estado cerca. Les tuvimos, el año pasado también. Falló Córdoba un mano a mano y al final nos marcaron. En casa también empatamos. Es un equipo muy fuerte, pero creo que les podemos hacer daño. Y lo haremos.

- Renovó hace unos meses. El presidente se felicitó porque, según dijo, «pudo haber elegido a otros y se quedó en el Athletic». ¿Se ve como un 'One Club Man?

- Tenía claro que quería estar aquí y siempre estaré aquí. Estoy feliz, contento, encantado con mis compañeros, a gusto.