Ventaja al resto

Noticia Relacionada

Osasuna 1-0 Athletic

Menos mal que queda San Mamés

Jon Agiriano

Fue el primer y único remate de Osasuna en todo el partido, suficiente para que el equipo navarro cobre una ventaja, mínima, pero ventaja al fin y al cabo. Que fuera justo o no, es otra cuestión. El gol de Abde fue el único remate rojillo, pero es que el Athletic estuvo viendo la portería contraria con prismáticos durante todo el segundo tiempo. Un remate de Muniain que tras tocar en un defensor, repelió como pudo Herrera con el pie fue la única ocasión del Athletic antes del del descanso. Estaba a punto de cumplirse el primer cuarto de hora. El siguiente remate se produjo en el 93, cuando Guruzeta se plantó en un mano a mano con el guardameta osasunista; entre uno y otro, setenta y cinco largos minutos de la nada más absoluta en el área rojilla.

Estos partidos son así, claro. Hay mucha más emoción que fútbol, más sudor que talento, la intensidad impide cualquier atisbo de juego medianamente racional; el Sadar era una caldera en ebullición y el Athletic supo activar la válvula de seguridad durante toda la noche, excepto en esos segundos en los que se encadenaron tres errores que pueden costar una eliminatoria.

Siendo positivos, hay que recordar que el Athletic tendrá ahora la ventaja de campo. El miércoles por la noche el saque le correspondía a Osasuna y a los de Valverde les tocaba jugar al resto. El match ball se jugará dentro de un mes en San Mamés. Entonces se supone que las cosas serán distintas. El resto partirá con ventaja, sí, pero ya se sabe que disponer del saque, en este caso, del respaldo de la grada, puede ser decisivo.

Lo que está claro es que la eliminatoria sigue viva, que es lo que siempre busca el equipo que juega el segundo partido en casa. A Osasuna pareció pesarle la responsabilidad de verse en la tesitura de jugar una semifinal, pero el Athletic, más acostumbrado a estos escenarios, no supo sacar partido de su experiencia. Los rojillos jugaron un tanto agarrotados pero aún así, consiguieron su propósito de cobrar una ventaja por muy ligera que sea ésta. No hace falta recordar ahora lo que le suele pasar al Athletic cuando está hiperventilando. Habrá tiempo de hacerlo a medida que se acerque la fecha del partido de vuelta.

Para definir lo que fue el partido del Athletic de este miércoles basta decir que Dani García fue uno de sus hombres más destacados. Valverde recurrió a él para reforzar el sistema defensivo frente al alarde de jugadores de creación que presentó Arrasate. Si el más brillante del Athletic hubiera sido Sancet, por decir un nombre, estaríamos hablando de otro partido y, quizá, de otro resultado. Pero ocurre que Sancet no fue ni la sombra de aquel futbolista que se marcó un hat trick en este mismo escenario el año pasado. Y el ataque del Athletic acusó su mala noche en la misma medida que el equipo agradeció el trabajo de Dani García en las labores de destrucción. De hecho, Osasuna no pudo construir nada en todo el partido.

Decía Valverde que Osasuna juega a ser Osasuna y en eso son los mejores. El Athletic también supo jugar a ser el Athletic. Estuvo tan intenso y trabajador sin balón como obtuso e impreciso cuando tuvo el cuero en sus pies, o sea, como casi siempre últimamente. No cabe duda de que en eso fue un equipo muy reconocible. Tiene un mes por delante para dar el último paso hacia la final volviendo a ser el Athletic intenso, valiente y afilado que encandila a San Mamés.