Jonathan Viera, el faro que quiere iluminar al Almería y que debutará ante el Athletic

El equipo indálico se agarra a su sonado fichaje para comenzar la que sería una de las mayores gestas en La Liga. Con la salvación casi imposible tras firmar 6 puntos y ninguna victoria en 23 jornadas, Viera quiere ser el faro que dé un poco de luz al desahuciado conjunto andaluz. A sus 34 años y con una dilatada trayectoria a sus espaldas, el de Las Palmas de Gran Canaria también busca mandar un mensaje a su anterior técnico, al que dedicó un duro dardo en su despedida: «Yo sí sé el problema que tengo con el entrenador, cuando quiera te lo explico, pero no sé el problema que él ha tenido conmigo, porque no me lo ha dicho», lanzó en la rueda de prensa de su adiós.

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Recién ascendido, Viera se erigía como el líder tanto en el vestuario como en el terreno de juego de una UD que, junto al Girona, se convertiría en la revelación de la temporada al coquetear con los puestos europeos. A pesar del bache inicial de resultados, todo salía a pedir de boca. De hecho, tras liderar la remontada ante el Celta en la octava jornada, el mediapunta realizó unas declaraciones que sorprendieron a la afición amarilla: «Hay etapas que se van cerrando y la mía pues yo creo que se está cerrando. Espero disfrutar de mi gente el poquito tiempo que me queda». Una semana después volvió a ser suplente en la victoria en Vila-Real. Pocos se imaginarían que ese 8 de octubre iba a ser su última vez sobre el césped como pío pío.

Desde entonces se dieron dos meses y medio en los que no entró ni una sola vez en la convocatoria. «Mi relación con Jonathan Viera es profesional», dijo García Pimienta. A finales de octubre el jugador reveló que su mujer había pasado por el quirófano a causa de un tumor maligno en el útero. Según su versión, no recibió el apoyo que esperaba por parte de su entrenador y pidió desvincularse del club de sus amores.