Un equipo con carácter

Sin Nico Williams, que no tenía buen recuerdo de Heliópolis, porque allí acabó expulsado la temporada pasada, y unos cuantos titulares en el banquillo, Valverde apañó una alineación con cambios en los laterales, un centro del campo joven y veterano a la vez, y una delantera imaginativa, por no decir otra cosa. Hubo una mala noticia, la lesión casi al final de Álvaro Djaló, que recibió una entrada exagerada en medio campo, y unas cuantas buenas. La primera, que Oihan Sancet volvía al equipo titular, y eso es motivo para lanzar los cohetes que sobraron en Nochevieja, y que otra vez aportó de cara al gol, con un cabezazo de los suyos en los que desmadeja todo el cuerpo para darle a la pelota la máxima potencia mientras los defensores del Betis se quedaban pasmados.

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Otra buena nueva fue ver a Maroan en el banquillo. Está claro que no ha llegado al Athletic para quedar apartado en un desván, y que Valverde, al menos por el gesto de incluirle en la convocatoria, e incluso sacarle a calentar, confía en que será una opción para el futuro más próximo. De momento está bien que se acostumbre a la convivencia con sus nuevos compañeros, a hacer grupo y a empaparse de lo que es un partido de la máxima categoría.

Y qué decir de los minutos que tuvo Peio Canales, el futbolista al que los asiduos de Lezama le auguran un futuro brillante. Tocó tres o cuatro balones, tuvo algún detalle, pero no estuvo lo suficiente en el campo para que se puedan sacar conclusiones, aunque, ya lo dijo Valverde hace tiempo, él no está para regalar minutos a ningún jugador. Si Canales salió al campo fue porque reúne las condiciones para jugar en el Athletic, ni más ni menos.

En definitiva, fue un partido muy trabajado, en el que los 16 futbolistas que vistieron la camiseta del Athletic sudaron a mares para conseguir arrancar un punto de un campo muy complicado en el que los rojiblancos llevan varios años sin poder ganar, pero este grupo es muy competitivo, tiene carácter, juegue quien juegue, y rascar puntos así tiene su mérito, sobre todo después de haber estado dos veces por detrás en el marcador.

Hagamos también un aparte para Álex Berenguer, que pasito a pasito, se ha convertido, junto a Iñaki Williams, en uno de los delanteros más utilizados por Valverde. No iba a ser titular, en teoría, pero en la práctica lo parece. Fue el ejecutor de los dos saques de esquina que acabaron en la red del Betis, el primero fue medio gol, sacado con rosca hacia dentro, y el segundo, una asistencia magnífica a Sancet, con rosca hacia fuera. Lo mismo sirve para un roto que un descosido. Menos mal que decidió renovar en verano.