Julen Álvarez posa en el césped con Raúl García, Imanol y Villalibre. / EL CORREO

El «inolvidable» gesto del Athletic con un joven asturiano parapléjico

Julen Álvarez, de 18 años, en silla de ruedas por un accidente de moto y gran hincha rojiblanco, estuvo en el palco y bajó a los vestuarios a conocer a los jugadores

Lunes, 15 de enero 2024, 01:31

Julen Álvarez, un joven asturiano de 18 años en silla de ruedas desde hace uno por un grave accidente de motocicleta que le dejó parapléjico, se muestra aún aturdido por la emoción cuando atiende a EL CORREO. «Me lo pasé en grande. Nunca lo olvidaré. ... Fue un día inolvidable», resumió ayer antes de iniciar el viaje de regreso a su Llanes natal. Se refiere al regalo de sus cercanos de traerle al derbi vasco y del detalle del Athletic de llevarle al palco y al vestuario a conocer a los jugadores el acabar el partido. «Estoy eternamente agradecido a todos».

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El joven es un gran hincha rojiblanco. Su padre, Francisco José 'Patxu', era de Portugalete y se trasladó a vivir a Llanes cuando conoció a su esposa, Nuria Inestrillas. «Me puso de nombre Julen porque era un gran admirador de Guerrero. A los seis meses me llevó al San Mamés viejo y me contó que me bajó al césped».

A finales de 2022 vivió dos tragedias seguidas. En octubre falleció su padre. En diciembre sufrió un accidente de moto en Llanes y quedó postrado en una silla de ruedas a consecuencia de una lesión medular completa.

«Ha sido durísimo para salir adelante. Primero hay que asumirlo, informarte de lo que tienes y tirar con ello. Al principio piensas que se te acaba todo, pero con ayuda de mis amigos y mi familia he salido adelante», reflexiona. Tuvo mensajes de ánimo como los de Julen Guerrero, «que me mandó un vídeo para estimularme». Se lo agradeció personalmente en una conversación que mantuvo con él en 'Carrusel Deportivo' de la SER.

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Inmaculada Martínez puso en verano un plan para recompensar su esfuerzo. «Me vio un día trabajando en el gimnasio. Mis amigos me estaban ayudando. Preguntó por mí, se enteró que era muy hincha del Athletic y puso en marcha esta sorpresa», relata.

Se unieron personas de su entorno y buscaron algo realmente llamativo. No sólo le organizaron un viaje para ver el derbi vasco. Contactaron además con el club para explicar su caso.

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«Mis amigos me dijeron a principios de mes que tenían una gran sorpresa. No sé como llegaron al Athletic, pero lo hicieron y la respuesta del club fue invitarme al palco», al que accedió junto a sus dos hermanos.

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Vivió el día muy por encima de sus expectativas. «Al poco de llegar me bajaron al césped». Allí saludó a algunos jugadores como Raúl García, Villalibre, Imanol y Adu Ares. «Se interesaron por mí. Me preguntaron qué tal estaba, dijeron que hay que seguir adelante. Estuvieron supermajos», evoca.

La sorpresa del vestuario

Desde allí subió al palco, en donde tuvo la ocasión de saludar al presidente, Jon Uriarte, con quien se fotografió acompañado de su madre. «Sé quien eres, sé lo que te ha pasado, me dijo. Conocía mi historia porque le habían hecho llegar algún vídeo mío en redes sociales».

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Era la segunda vez que presenciaba un partido en San Mamés. El anterior fue un 1-1 ante el Getafe en marzo de 2022, meses antes del trágico accidente.

El ambiente le conmovió. «Me lo pasé en grande. Fue un día inolvidable. Mi padre me inculcó su amor al Athletic. Durante el partido me vinieron recuerdos de él y me emocioné mucho», relata.

Pero la emotiva jornada no acabó con la celebración de la victoria. El Athletic le indicó que las atenciones no habían finalizado. Recibió la emocionante sorpresa de que iba al vestuario a saludar a los jugadores rojiblancos.

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«Fue estupendo. Ese momento fue increíble». Primero saludó a los jugadores fuera del vestuario y luego accedió al interior.

«El primero que salió fue De Marcos. Luego hablé con otros, Simón, Berchiche, Nico, Muniain.... Se pararon a hablar conmigo sin ninguna prisa. Se interesaron por mi y me dieron ánimos. Les vi que de verdad les interesaba, que no se paraban por compromiso».

Llegó el momento de la despedida. Se fue cargado de regalos. «Me dieron las camisetas de Nico, Adu Ares, Muniain y Unai Simón y los pantalones de De Marcos. Los enmarcaré y colgaré en mi cuarto».

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