Del infierno al liderato en nueve meses

Aquella solución de emergencia por la que se optó –también la más lógica y natural– tras la destitución de Eduardo Berizzo conllevó un cambio de dinámica y de imagen tal que el Athletic ha recorrido toda la clasificación de la Liga desde aquella funesta noche de Valencia el 3 de diciembre de 2018, cuando la derrota por 3-0 ante el Levante implicó la posterior salida del argentino. Entonces el Athletic estaba en descenso y la llegada de Garitano no solo conllevó la escapada de la zona peligrosa, sino que incluso permitió llegar a pelear por Europa. Ahora, tras cinco partidos del nuevo curso, el Athletic aparece en lo más alto de la clasificación junto al Real Madrid. Y solo han pasado nueve meses...

Ahora que se viven momentos felices, conviene recordar la transformación que ha sufrido el Athletic desde la llegada de Gaizka Garitano al banquillo, tanto en cuestión de números como de sensaciones sobre el terreno de juego.

Para empezar las cifras. En 29 partidos, ha ganado 15, empatado 8 y perdido seis, lo que arroja 53 puntos. Y en una proyección a 38 partidos dejaría al Athletic en los 66 puntos, un registro que por ejemplo el pasado curso le hubiera dejado muy cerca de la tercera plaza, y en zona de Champions con notable comodidad.

¿Y cómo ha logrado Garitano tal nivel de puntuación? Aquí está una de las claves de este sorprendente Athletic que abre la clasificación de Primera a día de hoy: su firmeza defensiva. Lo que ha logrado el entrenador de Derio es lo más parecido a un bloque de hormigón, un grupo al que cuesta un mundo crearle ocasiones y batirle. En esos 29 encuentros con Garitano en el banquillo, el Athletic ha encajado 23 goles, y eso que a finales del curso pasado flojeó en duelos como el del Bernabéu (3-0), Rayo (3-2) y Sevilla (2-0).

Aún así, los rojiblancos son los menos goleados de Primera en la 'era Garitano', honor que comparten con el Atlético de Simeone. En este inicio de temporada, se han reajustado los mecanismos defensivos de tal manera que Unai Simón solo ha encajado un gol en cinco encuentros, una cifra que en las grandes ligas solo iguala el Inter –un gol en cuatro partidos– y roza el PSG –dos goles en cinco encuentros–. El RB Leipzig, líder de la Bundesliga, ha encajado 3, y el Liverpool, con pleno de seis victorias en la Premier, acumula 5 tantos en contra, aunque a favor lleva 17.

Hay más datos que avalan el mérito que tiene este grupo en su idea de crecer desde la solidez defensiva. Si comparamos esos 29 encuentros de Garitano con los 29 primeros encuentros iniciales de cada temporada, hay que remontarse hasta el curso 1984-85 para encontrar una cifra similar, 23 goles en contra.

Incluso el equipo campeón preparado por Javier Clemente encajó más tantos en contra en el mismo tiempo –24 y 31–, y solo hay una formación en la historia del Athletic que muestre un mejor registro defensivo, el grupo de Ronnie Allen en la temporada 1969-70, que en 29 partidos había encajado 20 goles y se quedó a un paso de ganar la Liga.

Uno de los aspectos que llama la atención de este Athletic granítico que ha creado Garitano es su capacidad para sumar puntos en San Mamés. De hecho, desde que llegó el técnico de Derio al banquillo del primer equipo, los rojiblancos no han vuelto a perder. Son ya 17 los partidos en La Catedral sin conocer la derrota, en lo que supone la mejor racha desde 1990. Desde aquella derrota en el derbi contra la Real (1-3) y con Berizzo todavía en el banquillo a finales de noviembre, el Athletic es cada vez más inabordable al amparo de su afición. Son once victorias y cuatro empates en 15 encuentros en La Catedral, con 26 goles a favor y solo 8 en contra. Y de esos 8, la mitad se recibieron el pasado curso en sendas victorias ante el Levante y el Rayo (3-2).

Un club que ha sufrido la solidez del Athletic al calor de su afición ha sido el Barcelona. La formación de Valverde ha sido incapaz de marcar en los dos partidos que ha disputado en La Catedral con Garitano en el banquillo. La pasada temporada empató sin goles en la jornada 23, allá por febrero, cuando el Athletic todavía se encontraba en plena escapada de la zona peligrosa de la clasificación. En este curso fue el rival encargado de abrir la Liga, y los azulgrana se encontraron con una versión muy mejorada del Athletic, que sumó los tres primeros puntos al ganar 1-0 con un golazo de Aduriz.

El Atlético también salió derrotado la pasada temporada (2-0), lo mismo que el Sevilla (1-0), y este curso Alavés y Real Sociedad ya han sufrido la confianza en sus posibilidades del grupo de Garitano.

Dicha confianza que tienen los futbolistas en los planteamientos de Garitano es un factor que va más allá de las estadísticas. La idea de jugar juntos, de presionar arriba para recuperar rápido el balón y la búsqueda de las bandas para un posterior centro al área, así como la solidaridad defensiva, son conceptos tan sencillos como bien ejecutados por este Athletic. Es el arte de saber bien a lo que se juega y a lo que no se debe jugar. Con ello, y una intensidad plena, los rojiblancos amanecieron ayer felices en lo más alto de la clasificación de la Liga.